El grito de “¡Asesino!” retumba por las calles de Cáceres, son las voces de la disidencia política, de la memoria, de las personas represaliadas (que sí lucharon cara a cara contra la dictadura), son gritos contra el olvido, por la Verdad, por la Justicia, por la Reparación.
Por Iñaki Alrui | 22/02/2024
Cuatro señoros ocupan el escenario para un público entregado, como lo hacen los fieles en las Iglesias, dispuestos a rezar y repetir cantinelas sin saber en realidad lo que dicen y el porqué, la fe ciega y el fanatismo caminan de la mano.
Anunciados estaban tres, pero gente de tal alto grado en el reino de España necesita presentador, y para estas ocasiones se tira del pesebre político. Presenta Alejandro Cercas, y como excelsos ponentes figuran Rodolfo Martín Villa (“La porra de la transición”), Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Alfonso Guerra.
No creo que haga falta presentar mucho a los ponentes, fieles servidores del régimen del 78, pertenecientes a la cruzada de la santa transición y a quienes une un destino universal: España, da igual las siglas del partido político al que hayan pertenecido, ellos van más allá, camaleónicos, pueden ser indiferentemente del PsoE o PP, o de VOX, si por imperativo patrio es necesario. Su ideología es la de España una, pero en versión “pop” que para eso han sido unos modernos.
En la sala un joven toma la palabra, pone voz y da color a un auditorio totalmente gris, como la televisión en blanco y negro, como las calles de la dictadura. El joven reprocha a esos señoros los asesinados de la transición, y rápidamente se procede a expulsarle, las notas de color no son bien vistas en los salones grises.
El presentador, como buen tendero mediático, exclama en pie “Hemos luchado contra dictaduras más importantes que tú y tus amigos”, y se queda tan a gusto. Y es que no hay límites para falsificar y mentir en el relato de la historia por parte de personajes como estos señoros.
Martín Villa, un fiel servidor del franquismo, fan del caudillo y responsable de varios crímenes de la transición (ahí está la Querella Argentina), Alfonso Guerra y Rodríguez Ibarra, blanqueadores del franquismo y encubridores de los GAL, todos son un ejemplo… sí, un claro ejemplo de la clase política que lleva gobernando este país desde diciembre del 75, en algunos casos rigiendo desde gobiernos, en otros a la sombra de todos los aparatos del estado de poder y mando.
En la calle, a las puertas pero separados y mantenidos convenientemente a distancia por las vallas de seguridad (¿?) un nutrido grupo de personas protesta contra esta conferencia. El grito de “¡Asesino!” retumba por las calles de Cáceres, son las voces de la disidencia política, de la memoria, de las personas represaliadas (que sí lucharon cara a cara contra la dictadura), son gritos contra el olvido, por la Verdad, por la Justicia, por la Reparación.
Son las voces de la resistencia, las que los señoros desprecian o ridiculizan, pero son la voz de la acusación popular y colectiva, las voces que consiguen, tarde o temprano, escribir la verdad en la historia, tiempo de Justicia.
Gracias a la voz que gritó en la sala, gracias a las voces de la calle. ¡Seguimos!
Es martes 20 de febrero, 2024. En una sala del Museo Helga de Alvear, Cáceres.
Iñaki Alrui es miembro de El Garaje Ediciones y colaborador del Colectivo La Comuna. También es Editor del medio digital LoQueSomos.org.
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