Esquerdinha gominola

Para entender la adversa coyuntura actual, no podemos obviar la corresponsabilidad de las organizaciones políticas y sindicales hegemónicas en la actual situación de derrota subjetiva que llevamos décadas padeciendo.

Por Carlos Morais

Asistimos a una de las más duras embestidas de la burguesía contra los derechos y conquistas adquiridas por la clase trabajadora mediante la lucha organizada.

Las dos fracciones de la oligarquía en su disputa caníbal por la hegemonía, coinciden plenamente en pretender reinstaura las condiciones laborales del inicio del siglo XX, endurecer la explotación y dominación, vaciar de contenido los tímidos derechos y las limitadas libertades conseguidas en décadas de sudor, lágrimas y sangre.

La pandemia de la Covid-19 está siendo aprovechada por los dueños del dinero como una magnífica oportunidad de imponer restricciones y limitaciones, inyectar temores y generar incertezas. Sus medios de (des)información divulgan la doctrina del shock, recetan el analgésico del miedo para narcotizar todavía más a los que realmente hacemos que el mundo funcione.

La diferencia cualitativa delante de ofensivas similares burguesas, es la dramática carencia de resistencias amplias y combativas por parte de los segmentos sociales que padecemos en nuestras condiciones de trabajo y de vida las medidas depredadoras.

La clase obrera gallega está desarmada política e ideológicamente, mayoritariamente instalada en la resignación, el conformismo y el descrédito, abducida por el ilusionismo electoral de las “esquerdinhas”, o dejándose seducir por la demagogia populista fascista.

Para entender la adversa coyuntura actual, no podemos obviar la corresponsabilidad de las organizaciones políticas y sindicales hegemónicas en la actual situación de derrota subjetiva que llevamos décadas padeciendo.

Claudicaron delante de las migajas de gestión institucional y representación parlamentaria ofrecidas por la burguesía. Arriaron la bandera de la toma del poder, suprimieron de su praxis el carácter subversivo del marxismo del que proceden.

Es una “esquerdinha” gominola. Estas golosinas son blanditas, de múltiples colores, sugerentes formas y agradable sabor, pero no alimentan y son altamente perjudiciales para la salud de quien las come.

Las “esquerdinhas” parlamentarias y las “centrales sindicales” análogas, son como gominolas. Dotadas de programa y práctica timorata, acomplejada y cobarde, revestidas de las inofensivas colores del arco iris, siempre en la procura del glamour que tanto fascina a la pequebu, despreciando lo popular, su accionar esteriliza las inmensas capacidades de la lucha de la clase obrera.

Hacen de muro de contención de las potencialidades revolucionarias del proletariado. Son, por tanto, nocivas para su transformación.

Es imprescindible y urgente descontaminar a las organizaciones populares en general – y a las genuinamente operarias en particular-, del discurso posmo de la “diversidad” como virtud, de la praxis fragmentadora, de las causas periféricas como eje central narrativo. Es hora de hacer frente con contundencia y firmeza, sin dudar, a quien insiste en substituir la contradicción Capital-Trabajo por la nacional o la de género.

Es el proletariado la única clase con capacidad y potencialidades para vertebrar las múltiples rebeldías, para dirigir la lucha popular.

Los comunistas revolucionarios gallegos debemos contribuir para la reconstrucción de herramientas defensivas y ofensivas obreras, acompañar a la clase trabajadora en las, aún limitadas más tangibles, experiencias de ruptura con las prácticas burocráticas del sindicalismo existente.

Paralelamente a la reconstrucción del partido comunista combatiente, patriótico y revolucionario gallego, facilitar la creación de una atmósfera favorable para buscar espacios de organización y lucha entre todos los destacamentos revolucionarios gallegos, sin lo cual no es factible abrir un espacio sociopolítico que rompa la hegemonía reformista y un ciclo de luchas.

El reagrupamiento debe ser forjado en el combate de calle y en el debate ideológico. Tenemos el deber histórico de contribuir para dotar a la clase obrera gallega y al conjunto del pueblo trabajador de una alternativa del delante el amorfismo del presente. Tenemos disposición para avanzar por este camino!

1 Comment

  1. Maximalismo de garrafón que viene de un personaje que participa en una agrupación política con una incidencia nula en la sociedad. Como todo grupúsculo todos son traidores menos él.

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