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Los datos indican que el envío del 1 de julio no es un caso aislado, sino parte de una serie de exportaciones mensuales de acero a Israel.
Por Javier Guijarro | 28/06/2025
El próximo 1 de julio, un barco cargado con 122 toneladas de acero fabricado por la empresa vasca Sidenor zarpará desde el puerto de Barcelona con destino al puerto de Haifa, en Israel, según han denunciado activistas y colectivos como el Movimiento BDS. Este envío, destinado a la empresa armamentística israelí IMI Systems, forma parte de una serie de exportaciones mensuales que, según las informaciones, contradicen el discurso oficial del Gobierno español, que ha asegurado en repetidas ocasiones haber suspendido la venta y transferencia de material militar a Israel desde el 7 de octubre de 2023, tras el inicio de la ofensiva militar en Gaza.
Un envío que pone en cuestión el embargo anunciado
El Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, ha defendido públicamente una postura de apoyo a un alto el fuego en Gaza y ha afirmado haber implementado un embargo de armas a Israel, tanto en términos de ventas como de compras, desde octubre de 2023. Sin embargo, las recientes revelaciones sobre el envío de acero desde Barcelona, fabricado en Cantabria por Sidenor, sugieren que esta política no se está aplicando de manera integral. Estos envíos de acero están destinados a la fabricación de armamento por parte de IMI Systems, una empresa vinculada al Ministerio de Defensa de Israel, lo que plantea serias dudas sobre el cumplimiento del supuesto embargo.
El acero, un material crítico para la producción de armamento, no está clasificado explícitamente como «material militar» en las regulaciones de comercio exterior, lo que podría permitir su exportación sin violar técnicamente las declaraciones oficiales del Gobierno.
Sin embargo, organizaciones como el Centro Delàs de Estudios por la Paz han denunciado que este tipo de transferencias contribuyen indirectamente a la militarización y a la ocupación ilegal de los territorios palestinos, incumpliendo el espíritu del Tratado sobre el Comercio de Armas, ratificado por España en 2014, y las resoluciones de la ONU que prohíben el comercio que pueda apoyar la ocupación.
Envíos mensuales y opacidad en el comercio de armas
Los datos indican que el envío del 1 de julio no es un caso aislado, sino parte de una serie de exportaciones mensuales de acero a Israel. Esta regularidad sugiere una continuidad en las relaciones comerciales con fines militares, a pesar de las afirmaciones del Gobierno español de haber cortado tales vínculos.
Según el Centro Delàs, entre octubre de 2023 y marzo de 2025, Israel reportó importaciones de armas y municiones desde España por un valor de 5,3 millones de euros, una cifra significativamente mayor que la reportada por la Secretaría de Estado de Comercio española, que solo reconoce 1,1 millones de euros en exportaciones durante el mismo periodo. Esta discrepancia pone de manifiesto una falta de transparencia en el comercio de armas y materiales relacionados.
Además, investigaciones periodísticas han revelado que España ha seguido siendo un punto de tránsito clave para material militar con destino a Israel. Barcos procedentes de Estados Unidos, cargados con armamento y vehículos militares, han hecho escala en puertos españoles como Algeciras, Valencia y Barcelona, incluyendo envíos de placas de blindaje de acero y otros materiales destinados al Ministerio de Defensa israelí.
En abril de 2024, por ejemplo, un barco con 16 toneladas de armamento hizo escala en Valencia rumbo a Haifa, sin que las autoridades españolas ordenaran su inspección o retención, a pesar de las normativas que permiten incautar material que pueda contribuir a violaciones del derecho internacional.
Contradicciones en el discurso oficial
El Gobierno español ha insistido en que las exportaciones realizadas después del 7 de octubre de 2023 corresponden a licencias aprobadas previamente, como en el caso de la exportación de municiones por parte de Nammo Palencia en noviembre de 2023, o a materiales destinados a mantenimiento y reparación para uso del propio Ministerio de Defensa español. Sin embargo, el envío de acero a IMI Systems, una empresa que suministra armamento al ejército israelí, no encaja fácilmente en estas justificaciones, ya que su uso final está claramente ligado a la producción de armas.
La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) ha exigido al Gobierno español que adopte un embargo integral que incluya no solo la venta, sino también el tránsito y la importación de material militar, así como la cancelación de contratos con empresas israelíes. Estas demandas se apoyan en el dictamen de julio de 2024 de la Corte Internacional de Justicia, que insta a los Estados a suspender cualquier comercio que pueda contribuir a la ocupación ilegal de los territorios palestinos, y en la resolución de la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2024, aprobada con el voto favorable de España.
En las redes sociales, usuarios y activistas han calificado estas exportaciones como una muestra de «hipocresía» por parte del Gobierno español, que se presenta como defensor de los derechos humanos mientras permite el comercio de materiales que podrían ser utilizados en la fabricación de armamento empleado en Gaza.
La salida de un barco con 122 toneladas de acero desde Barcelona el 1 de julio con destino a una empresa armamentística israelí, pone en evidencia las contradicciones entre el discurso oficial del Gobierno español y sus prácticas comerciales. A pesar de las declaraciones de embargo y las condenas públicas a la ofensiva israelí en Gaza, los envíos mensuales de acero y el tránsito de material militar a través de puertos españoles sugieren que España sigue desempeñando un papel en la cadena de suministro militar de Israel.
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