España para el mejor postor

Por Manuel Hernández Lorca | Ilustración de Javier F. Ferrero

Tras aquel ciclo que se abrió en 2011 con el 15-M, y que parecía tener su punto álgido en la jornada del 22-M con la mayor manifestación obrera y popular desde la Transición, las Marchas de la Dignidad, concluye una larga y convulsa etapa política. Culmina de la peor forma posible, con una derecha partida en tres pero sabiendo claramente cuál es su proyecto y viéndose capaces de alcanzar pactos allí donde sea necesario. Culmina con una pretendida izquierda perdida en juegos de egos, sillones y política electoralista en demasía. Con un PSOE reforzado que retoma su periódica función como principal sustento del régimen. Y sale reforzado gracias al vergonzante comportamiento y a las decisiones erráticas tomadas por parte de Unidas Podemos, que en su mayoría, han hecho de papel legitimador del PSOE reivindicándolo como fuerza de izquierdas, lejos de aquel grito del 15-M que equiparaba al PSOE con el PP.

Los resultados de las elecciones generales del 28-A así lo demuestran; una caída de UP, que sin llegar al desplome, mengua significativamente la capacidad de influencia que pudiera llegar a tener ese espacio heterogéneo y poco consolidado territorialmente. Un importante ascenso de los socialistas que no se podía haber logrado sin, al menos, dos condiciones necesarias:

  • La primera, el papel de lavado de cara que UP sistemáticamente ha estado ejerciendo antes, durante y después de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Moncloa.
  • La segunda de esas condiciones necesarias, es la operación de Estado llamada ‘’VOX’’. Una clara estrategia de aprovechamiento electoral y llamada al voto útil que constantemente ha ejercido el PSOE, ante el miedo de la llegada de la ultraderecha a las instituciones.

La derecha, ya sea azul o naranja, aparece sin complejo alguno para pactar con esa ultraderecha dónde sea necesario, para empezar así, el cierre constituyente que quieren culminar fundamentalmente a través de tres aspectos: una profundización en los políticas neoliberales, contrarias a la clase trabajadora; ahondar en la recentralización del Estado y por último; conseguir estos propósitos mediante un endurecimiento de la represión política y judicial. Los procesos constituyentes que se atisban en nuestro país, no tienen la fuerza suficiente para ser ideados de una manera formal propiamente dicha, en forma de un texto constitucional. Sin embargo, sí que se está planteando desde la derecha, un esfuerzo constituyente en sentido material, pues lo que se plantea es refundar las instituciones, redefinir los derechos de la población y replantear las obligaciones de los poderes públicos y privados. Puede ser un proceso democratizador, pero también autoritario o elitista. La derecha española ya hace tiempo que apostó por el proceso autoritario venido desde las élites.

Ese cierre constituyente (o deconstituyente, según se vea) lo ejecutan las tres derechas, es representado por el PSOE a la cabeza del gobierno y es observado con alivio desde Zarzuela por la monarquía. Un intento de cierre constituyente para el que, lamentablemente también ha sido necesaria le ineptitud, cuanto menos, del espacio que representa Unidas Podemos.

Por pasos, esa connivencia del PSOE y las derechas no es para nada nueva. Se ha visto durante muchos años, demasiadas votaciones a nivel nacional o europeo votando en el mismo sentido PSOE, PP y C’s. Principalmente en el terreno económico, donde incluso una alternativa al neoliberalismo ni tan siquiera es contemplada por UP (aquí está el papel legitimador de nuevo). Son muchos los ejemplos: reforma del artículo 135 entre PP y PSOE o aplicación del 155 entre las derechas y el PSOE. Se ha visto durante el ‘’pacto del abrazo’’ de Rivera con Sánchez en 2015. Y se sigue viendo con ese cortejo sutil pero en una dirección clara, mediante el cual los socialistas intentan atraer a la derecha naranja para que se abstengan en la segunda sesión de investidura de Pedro Sánchez. Sin ir más lejos, en no pocos e importantes municipios se han dado pactos de gobierno entre Psoe, PP y C’s, véase Cartagena o Sueca.

Mención aparte merece Nafarroa, que juega un papel clave en la política territorial española y que siempre ha sido considerado como política de Estado. El PSN, allí donde ha podido le ha entregado el poder a la derecha españolista de Navarra Suma, esa coalición de las derechas españolistas en territorio navarro y que probablemente sea un ensayo de alianza para todo el territorio nacional (España Suma, como diría Enric Juliana). A pesar del notable incremento del apoyo a las fuerzas independentistas abertzales como EHBildu, estas han perdido municipios importantes como Pamplona y parte del Gobierno foral. La operación de alianza entre los socialistas navarros y las derechas se ha repetido en pueblos como Lizarra y Barañáin, entre otros. Pese a esto, los abertzales también han ganado poder territorial con otras alcaldías en Euskadi, como en Galdakao, Durango o Arrigorriaga.

En Catalunya, concretamente Barcelona (salvando alguna excepción como San Cugat del Vallés), se ha visto claro este papel de alianza del PSC con la derecha naranja, además del papel legitimador del espacio de UP mencionado anteriormente. Ada Colau ha sido investida alcaldesa con un pacto entre los tres concejales de Manuel Valls (coalición que incluye a C’s) y el PSC. La consigna era clara; mejor Colau antes que ERC al frente de la corporación municipal. Pacto que no ha dudado en ser engrandecido y felicitado por parte de exdirigentes de la organización de extrema derecha Societat Civil Catalana. Y Ada Colau ha sido participe de ello cayendo en su propia trampa. Las élites españolistas sonríen porque van a conseguir sus principales objetivos:

  • Que ERC no gobierne en Barcelona.
  • Legitimar (de nuevo) el papel de los socialistas catalanes.
  • Alejar a los Comuns de la izquierda independentista, acentuando las malas relaciones entre ERC y BeC para impedir acuerdos en materia de política progresista.
  • Debilitar (cuando no enterrar) la figura de Ada Colau como activista, que durante estos cuatro años se ha mantenido en mayor o menor medida.

Otros pactos entre PSOE y C’s se han sucedido en la conformación de los gobiernos municipales por todo el territorio estatal. En Castilla La Mancha gobernarán conjuntamente varias capitales de provincia como  Albacete, Ciudad Real y Guadalajara. En Andalucía harán lo propio en Jaén. También en ciudades como Alcobendas o Galapagar, en esta última incluso con la confluencia de Podemos apoyando el pacto PSOE-C’s (vuelve a aparecer el papel legitimador). En Murcia, la candidata del PSOE en Santomera ha sido nombrada alcaldesa con el apoyo de C’s y VOX (a pesar de no serle necesarios) al igual que en Cartagena, donde la candidata socialista ha pactado con PP y C’s el gobierno municipal (y cuya dirección del PSRM ha anunciado abrir un expediente). En Galiza también ha sido objeto de pacto entre socialistas y ciudadanos algún pequeño pueblo como A Cañiza o Taboadela. No deja de ser significativo que el poder territorial de Ciudadanos se haya visto incrementado gracias a sus pactos con el PSOE, y no tanto a los pactos con el PP.

Queda ver cómo se resolverá los acuerdos de gobierno de las comunidades autónomas, la incógnita de con qué apoyos será investido Pedro Sánchez tras negarse a un gobierno en coalición con UP y las probables elecciones catalanas para los próximos meses, tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre los presos políticos catalanes. Está claro que ante la falta de proyecto del espacio a la ‘’izquierda’’ del PSOE, las derechas tienen muy claro el suyo, y junto con la necesaria colaboración del PSOE, cuyas bases gritan ‘’¡Con Rivera No!’’, seguirán vendiendo España a trozos para el mejor postor.

7 Comments

  1. Hola a tod@s, Bona tarda Bona hora i Bona Sort
    Que UP, cayese, no sé sé de a su programa político, del que nadie puede dudar
    Desgraciadamente se entra en temas que no tienen nada que ver con la política de fondo, sino en la forma, recuérdese lo de transversalidad y otras.., pero absolutamente nadie puede dudar de las convicciones sociales y el tipo de medidas que se tienen que aplicar para resolver los problemas que genera el propio capitalismo
    Sería conveniente llamarlo por su nombre y no liberalismo o neoliberalismo, es capitalismo
    El psoe, no quiere saber nada de la otra izquierda, y nunca lo ha querido
    Y esta es mi opinión: incluirlos en el consejo de ministros, significa darles o mostrarles toda la información de lo que ocurre en el país desde dentro, hacienda, interior, fomento,.. o sea todo lo que es el poder económico y averiguar ni más ni menos cómo funciona.
    Solo un detalle, para que os imaginéis como puede ser esto; Ada Colau, recupero 60 millones de euros de gente que no pagaba lo que le correspondía,
    Hasta ese momento siempre se había mirado a otro lado. Imaginar lo que pasa ahí adentro
    Y esa es la cuestion

  2. a ver si se digna alguno d estos qe critican a Up «decisiones erraticas » a concretar y decir cuales eran…
    Igual no es que no las haya pero si las sacan no son nada y menos en comparacion cn incluiso el PP$_€

  3. el PP$.€ solo ha sido reforzado por el llamado voto util gracias a la aparicion de Vx y viendo qe a nivel economico trabajan pa ls mismos y Cs fracaso, esos neoliberales se inventaron a Vx

  4. alucino qe a Up s le reproche sacar a M.rahoy del gobierno aun a costa de poner a sanchez ,
    desp qe este no le apoyase a Up en su propia mocion ,
    d lo cual no se dice nada ni ahora ni antes tal en ningun articulo
    de reproche a psoe tal como s plantea en este articulo a Up
    = es brutalmente tendencioso contra Up

    no dista mucho la politicas economicas d esa drcha y dl Psoe, ambas deudoras d la banca y blanqeadas por Vx y ls mismos medios

  5. No comparto todas las tesis.
    Para empezar habría que decir que el régimen del ’78 no tolera a UP en el Gobierno, saque los votos/Diputados que saque. Para ello, tiene una campaña constante de desprestigio y maledicencia de Pablo Iglesias utilizando las cloacas del estado para ello. Ni palabra del asunto. Llegado el caso no dudo de que torcerían el resultado de las urnas por cualquier medio.
    En segundo lugar, hay que tener memoria o estudiar el papel del PsoE durante estos 40 años de «democraciaquenoshemosdado».
    En cuanto a los pactos, me parecen de lo más normal en Democracia.

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