Durante una entrevista en el canal de Roberto Vaquero, el filósofo y psicólogo José Errasti habló como co-autor del libro “Nadie nace en un cuerpo equivocado”.
Por Oriol Sabata
Jose Errasti, licenciado en Filosofía y doctor en Psicología, quien actualmente ejerce como profesor titular de Psicología Clínica en la Universidad de Oviedo, conversó sobre algunos de los temas centrales del libro “Nadie nace en un cuerpo equivocado”, que ha escrito junto a Marino Pérez Álvarez y que cuenta con el prólogo de la filósofa Amelia Valcárcel.
El autor aseguró este domingo durante el transcurso del programa que “el movimiento transactivista se beneficia de la oscuridad y la falta de información. De ahí el surgimiento de teorías delirantes acerca de lo que es el sexo o la tramitación de legislación que no se ajusta al sentido común”.
Ante esto, respondía Errasti, “creemos que hay que poner mucha luz, hay que informar mucho a la gente”, señalando que la propaganda transactivista es una trampa que se ha colado como caballo de Troya dentro de la agenda feminista y LGTB. Frente a esta arremetida, añadió, “tenemos la responsabilidad de salir a la plaza pública y opinar sobre este tema”.
Censura y boicot
Durante el directo, el invitado explicó que el libro estuvo un tiempo en un cajón ante la dificultad de encontrar una editorial que estuviera dispuesta a publicarlo. “Finalmente nos abrieron las puertas”, dijo en referencia a Ediciones Deusto. El docente citó un par de episodios en los que se trató de censurar la presentación del libro. El primero de ellos, en la ciudad de Barcelona, donde un grupo de personas se concentró frente al local de La Casa del Llibre lanzando amenazas con la intención de provocar la cancelación del acto. Finalmente, aunque ya en el turno de preguntas, la policía catalana optó por desalojar a los ponentes y asistentes por precaución.
El otro episodio, según describió Errasti, se produjo en Mallorca, cuando los organizadores del evento detectaron antes de su comienzo que un grupo transactivista había preparado el boicot de la charla que tenía prevista desarrollarse en la Universitat de les Illes Balears (UIB). “Nos acusaban de fascistas y tránsfobos”, explicaba con cierto tono de incredulidad el psicólogo, que luego añadió que el Vicerrector suspendió finalmente la charla ante la actitud violenta de un grupo de personas. “Sacaron una nota descafeinada aludiendo a motivos de seguridad. Fue algo intolerable”, lamentó. A pesar de esos casos aislados, como indicó, se han realizado sin problema alguno presentaciones en muchas otras ciudades como Madrid, Valladolid, Málaga, Pamplona o Tenerife. El autor aseguró que “estos grupos se mueven más por motivos narcisistas o emocionales”.
Por otro lado, Errasti reconoció cierta autocensura en el entorno académico. “La universidad se ha convertido en una farsa compartida por alumnos y profesores que no quieren meterse en problemas posicionándose sobre este tema”, quién lamentó la creciente influencia que está teniendo en estos círculos la llamada izquierda woke.
Retórica tramposa
“Estamos ante un problema donde la cuestión lingüística tiene una importancia inmensa, ya que (los grupos transactivistas) se apoyan en una filosofía posmoderna barata bajo la cual nada existe y todo lo inventan a través del lenguaje”, alertó.
En respuesta al argumentario trans y lo que él califica como “juegos retóricos tramposos”, el entrevistado contestó que “el sexo no se asigna al nacer, se constata” y que “la gente de la calle sabe más de biología que muchos transactivistas”.
“El sexo tiene que ver con la función reproductiva. Biológicamente hablando, dentro de la especie humana, nadie puede discutir que el sexo tiene que ver con la reproducción. La reproducción es binaria, y no tendría ningún sentido que el sexo no lo fuera”, afirmó Errasti.
También tuvo unas palabras sobre la intersexualidad acusando al lobby transactivista de agarrarse a un clavo ardiendo sobre un fenómeno anómalo, es decir, que se sale de la norma, y de tergiversar el concepto. “La especie humana es binaria”, sentenció.
El género
El autor señaló también que “el género es una construcción cultural que tiende a perpetuar relaciones de poder. El llamado espejismo queer es una inversión de la lógica que había imperado hasta el momento. Malinterpreta la identidad de género. Intentando ser más progres que nadie, son más fachas que nadie. Es una trampa. Es el machismo de toda la vida”.
Errasti se mostró preocupado al ver como desde la dirección de algunos colegios se está pidiendo a colectivos transactivistas que acudan a los centros para impartir charlas a los niños. Citando datos del Instituto Tavistock, informó que el número de chicos que han solicitado asesoramiento para cambio de sexo se ha multiplicado por 45. “Un aumento espectacular que afecta de lleno a los adolescentes”, lamentó.
En este sentido, el psicólogo describió que actualmente asistimos a una guerra cultural que se materializa sobre los cuerpos adolescentes. “Es algo muy peligroso y conflictivo. El cuerpo se convierte en un campo de batalla. Todo esto en una de las etapas más influenciables de la vida”.
Errasti indicó que “estamos ante la ingeniería social perfecta para crear una supuesta revolución, que en realidad es narcisista, despolitizada y absolutamente inofensiva para el poder establecido”. Y como buena muestra de ello, añadió que “el gran capital apoya a muerte el movimiento trans”. El autor puso como ejemplo a la compañía Amazon, que pone impedimentos para sindicarse a sus trabajadores pero al mismo tiempo elabora manuales sobre como integrar en sus plantillas a personas trans.
“Este es el nivel político que hay. Se nos censura por desenmascarar todo esto”, exclamó el docente, quien consideró que “todo esto responde a una degeneración del pensamiento de izquierdas que se viene produciendo desde hace décadas”.
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