Ni el nombre de Manolita del Arco ni el de tantas otras están en la conciencia de la gente, porque la trayectoria de vida de las mujeres, sus reivindicaciones y sus luchas, siguen ocupando un espacio oculto.
«Los fotógrafos no podemos ser ingenuos sobre el uso que se hace de nuestro trabajo, aunque a veces no queda otra que aceptar trabajos que no nos satisfacen».