Paula Palacios: “Mi película habla de la vida y la muerte, y sin embargo hay mensajes en torno a la migración en nuestras sociedades que quieren que pensemos en otras direcciones”

Entrevistamos a Paula Palacios, directora del documental “Cartas Mojadas”, donde se aborda la problemática de la crisis migratoria en el Mediterráneo.

Por Antonio Mautor

¿Cómo y por qué te decidiste a ser directora de cine? 

Mi pasión son las diferentes culturas y los viajes, siempre he sido muy inquieta en ese sentido y el contacto con la gente se me da bien, al igual que descubrir lugares desconocidos. Al acceder a sitios lejanos y a gente distinta, me di cuenta que tenía cosas que contar, sobre todo respecto a la violación de derechos humanos y el cine es un lugar magnífico para acercar estas historias a la gente.

Defiéndenos en unas frases el documental como pieza vital para la denuncia social…

El documental supone un viaje a las vidas de los demás, sumergiéndonos en ellas, no veo mejor manera de entender al otro que a través de sus vivencias.

¿Qué es para ti lo más difícil a la hora de crear un documental?

Lo más difícil es también lo que más me gusta, el desafío de la incertidumbre, de dejarse sorprender por lo que va pasando e ir integrándolo en la historia que quiero contar. Hay muchos tipos de documentales pero los que más me gustan son los que están vivos durante el rodaje. Tener la mente abierta para adaptar lo que el director quiere contar y hacerlo de la mejor manera para respetar esa historia es algo que el espectador percibe y agradece, al ver la película terminada.

Tu última obra se llama “Cartas Mojadas”, ¿por qué decidiste hacerlo?

Tenía la necesidad de dar un paso más en mi trabajo sobre migración. Llevo muchos años contando historias sobre migración en formatos más televisivos pero quería hacer una obra más completa, que englobase el por qué huyen, cómo huyen y cómo les acogemos al llegar a Europa y que esto hiciese reflexionar a mucha gente.

Relatas la tragedia a la que Occidente se ha acostumbrado: ver morir personas en el mar, buscando un futuro mejor, ¿cómo es posible que esto siga pasando?

Yo no lo entiendo y por eso sigo aferrada a la idea de cambiar conciencias. Mi película habla de la vida y la muerte y sin embargo hay mensajes en torno a la migración en nuestras sociedades que quieren que pensemos en otras direcciones. Yo no soy capaz de ver más allá de los limites horribles a los que hemos llegado y de la cantidad de muertes que estamos aceptando que ocurran. Estoy convencida que si los cuerpos sin vida que salen en los medios fuese de gente europea, no daríamos la espalda al problema. Hay que imaginarse que esas personas somos nosotros, nuestros seres queridos, nuestros hijos, para cambiar el problema de manera radical.

Hay personas que dicen que un migrante se va de su tierra de manera voluntaria y porque quiere, ¿qué les tendrías que decir?

Que vean Cartas Mojadas, verán qué les ocurre cuando llegan a Libia. Muchos saben que esto puede pasar y aún así huyen, no creo que no haya una razón de peso para hacerlo.

¿Cómo viviste la experiencia en el Open Arms y ver la tragedia tan de cerca? 

Fue una experiencia increíble. Las imágenes que ya había visto en los medios de comunicación, de repente eran reales. Y aunque por supuesto, las pateras repletas de gente me impactaron muchísimo, las conversaciones desde la cabina del Open Armsfueron algo que no imaginada. El Mar Mediterráneo es el mar con más ojos del mundo y sin embargo, a una barca a la deriva ahora mismo, si no es una ONG, nadie va a asistirla. En la misión que relata Cartas Mojadas, durante días, nadie vino tampoco a ayudar. Es intolerable.

¿Cómo podemos solucionar en esta tragedia? 

Primero eliminando las muertes en el mar. Hacen falta más barcos y que los que hay puedan operar sin las dificultades a las que se enfrentan en cada misión. Después, informando. No puede ser que pensemos que porque no hay barcos de rescate, hay menos pateras que salen. En todo caso hay menos pateras que salen en los medios, porque nadie lo cuenta y por lo tanto es muy probable que haya más muertos. Esto a mi, que he estado ahí, me parece una obviedad, pero es importante que la gente lo entienda para que no le llegue la gran desinformación que circula por ahí sobre el tema.

¿Qué fue lo más difícil de rodar en este documental?

Lo más difícil fue desde luego rodar en Libia, un país en guerra, sin gobierno estable, donde tuve que viajar sola. Obtener el visado me costó casi 1 año y una vez allí me enfrenté a todo tipo de problemas, tuve un miembro del equipo local que no soportaba que una mujer le diese instrucciones, tuvimos que encerrarnos en casa de una persona local una noche al escuchar tiros en la calle, los rodajes tal y como yo los concebía en las calles de Libia no eran posible, no se podía sacar una cámara sin más, pues podría ser percibida de lejos como un arma.

¿Qué es lo que te hubiera gustado rodar en este documental y no pudiste?

Nada, está todo lo que quería grabar, hasta un traficante de personas.

¿Qué esperas de este documental? ¿Qué quieres conseguir con él?

Me gustaría seguir despertando conciencias, en especial de la gente joven, que son el futuro. Cuando terminemos el circuito de exhibición en cines y la COVID nos lo permita, empezaremos a mostrar la película en colegios, creo que son ellos y ellas quiénes pueden cambiar las cosas. Además están viniendo mucha gente de esa edad a ver la película a los cines y eso me tiene muy feliz. También hemos lanzado una petición contra el Pacto sobre Migración y Asilo que a finales de septiembre presentó la Comisión Europea y que da marco legal a todo lo que se venía haciendo, como los acuerdos entre Europa y Libia, cuyo resultado contemplamos en Cartas Mojadas. Ojalá que con el apoyo social, podemos hacer que este pacto no salga adelante. Hace falta que el pacto sea realmente para mejorar los derechos de las personas migrantes y que no mueran en el intento de alcanzar Europa. La petición puede firmarse en la web de www.cartasmojadas.com

¿Cómo ves la figura de la mujer en lo que respecta a la dirección? ¿Crees que tenéis las mismas oportunidades que los hombres? 

Creo que se está avanzando mucho, pero queda camino por recorrer. A mi a menudo me dicen que Cartas Mojadas es una película que no parece dirigida por una mujer y me pregunto qué quieren decir con eso; ¿qué es demasiado dura para haberla hecho una mujer? ¿qué tiene un acceso tan increíble a un barco de guardacostas libios que no podría tener una mujer? Esos perjuicios son con los que hay que acabar.

Un film sin el que no podrías vivir… 

SOÑADORES de Bernardo Bertolucci

Un deseo… 

Que la gente fuese menos racista

A los lectores de Nueva Revolución, ¿por qué deberían ver este documental?

Porque serán personas distintas después de verlo


Entrevista publicada en NR el 2 de diciembre de 2020.

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