Entrevistamos a las autoras de «Somos las que estábamos esperando»: «El feminismo debe llegar a las mujeres precarias que somos la gran mayoría»

Por Daniel Seixo

 

¿Cómo surge “Somos las que estábamos esperando”?

Este es un libro colectivo que para cada una de las autoras llegó de manera diferente. El germen fue una iniciativa tomada por la editorial tras la publicación de “Somos Coca-Cola en lucha”. Muchas de las mujeres de los trabajadores de la fábrica fundamentales para aquella lucha, las llamadas espartanas padecían trabajos tremendamente más desprotegidos. Fue una invitación sencilla a contarse a la que se sumaron otras mujeres que estaban entonces formando parte de la campaña “No más precariedad”.

¿A quién pertenecen las voces que nos vamos a encontrar en este libro y por qué resulta imprescindible escucharlas?

Las autoras de este libro son mujeres dispuestas a defender su dignidad. A pesar del miedo, la rabia que genera la injusticia es más grande y nos da fuerza para defendernos y luchar. Estas voces pertenecen a mujeres en lucha continua, hacia una sociedad más igualitaria y justa. La mayoría estamos implicadas en muchos frentes por la igualdad real, ya que la lucha social está llena de frentes abiertos que nos salpican a todas: la vivienda, la sanidad, la justicia, la lucha sindical o laboral forman parte de nuestro día a día. ¡Difícil, no implicarse en todas cuando tomas conciencia social!

¿Resulta complicado abrir paso a voces y relatos de mujeres trabajadoras en el mundo editorial?

Los libros son armas poderosas para producir saber y para aunar colectividad. Quienes sostenemos la editorial Oveja Roja nos sumamos a otros editores que sacaron un manifiesto en Francia donde equiparaban la producción de un libro a la de un tomate. Un buen tomate necesita de una comunidad agraria que lo produzca, un buen libro necesita las palabras y las vidas de la gente que busca la verdad y procura el bien común. Es bastante simple si lo miras así que al menos en el mundo editorial que podemos darnos este libro sea

¿Y en la lucha obrera? ¿Resulta complicado hacer valer vuestras voces o que vuestras vivencias y propuestas sean escuchadas por el resto de compañeros?

El sector de la lucha obrera sigue estando muy masculinizado, nos sigue costando a las mujeres entrar en él, por esa carga que llevamos a nuestras espaldas de trabajo, familia, hijos…. Si te lo tomas en serio lleva mucho tiempo y exige mucho sacrificio que a la mujer le pasa bastante más factura que al hombre. Hay machismo aún en la lucha y en los sindicatos, todavía se sigue aplaudiendo a hombres solo por serlo o por copiar las ideas de las compañeras. Es verdad que el hombre dispone del tiempo porque si y a nosotras nos come el trabajo, la casa, el sindicato, los hijos e hijas, ¿acaso no son hijos e hijas de los hombres también?

¿Consideráis que sigue existiendo machismo en la izquierda?

Todavía, hoy, parece difícil crecer como movimiento obrero entre una sociedad que cree ser clase media. Esto, junto a otros factores como el miedo, hace que en algunos momentos sintamos que somos pocas, que nos hacen falta muchas más voces luchando.

¿Ha afectado esta pandemia especialmente a las condiciones laborales de las mujeres?

Las trabajadoras del hogar, que se han quedado sin trabajo y sin nada, porque no tenían contrato; las mujeres del sector comercio que son mayoría y además de seguir al pie del cañón volvían a casa con miedos de contagio. Las que estaban teletrabajando asumiendo más aún el cuidado de los hijos e hijas por el cierre de los colegios y estresadas por no llegar a todo.

Como mujeres trabajadoras, ¿qué luchas consideráis imprescindibles y urgentes en el estado español?

Como mujer trabajadora todas las luchas son necesarias, mientras que siga existiendo la brecha salarial y el techo de cristal, será así. Cuéntale a un niño o una niña que por ser mujer, cobras menos, que por ser mujer y madre note dan un puesto de trabajo, pues prefieren dárselo a un hombre, dile a César niña que cuando comience su periplo laboral tendrá que demostrar el doble para el mismo puesto, y aun así no será tratada igual. Háblale a esa niña que tendrá que aguantar micromachismos en un puesto de trabajo donde haya hombres también, porque seguro que oirá alguna vez, esta está buena… O vaya culo… O… Por eso hay que seguir luchando, a día de hoy sigue pasando. Mayores permisos y ayudas a la maternidad, leyes que ayuden a la no discriminación en ascensos o renuncia de derechos para acceder a los mismos. Más facilidad al acceso al mercado laboral y ayudas, para contratos a mujeres mayores de 50 años.

¿Sigue suponiendo el trabajo doméstico una doble jornada para la mujer?

Esta Pandemia ha agravado esa doble jornada. Claro que sigue suponiendo el trabajo doméstico una doble jornada para las mujeres porque sigue recayendo en nuestras espaldas y se agrava con la pandemia porque en su mayoría lasque no estamos trabajando o trabajando menos jornadas se agrava la tarea doméstica como carga a las mujeres, tanto las que tienen hijos, como las que no, al igual que las ayudas de familiares mayores o dependientes.

¿Consideráis que se ha avanzado en aras de la igualdad o por el contrario las amenazas de retroceso machista siguen presentes en nuestra sociedad?

La mujer ya se ha puesto en pie para luchar contra las desigualdades que están instauradas en esta sociedad. Poco a poco vamos ganando pequeñas batallas. Aún queda mucho por cambiar. Por suerte cada vez somos más conscientes de los micromachismos que conllevan desigualdad en todos los ámbitos de nuestra vida, sabemos señalarlo y sabemos pararlos. Aunque por desgracia aún hay un una minoría molesta a quienes no gustamos y nos pone trabas. La igualdad real llegará, entre todas lo conseguiremos.

8 de marzo, ¿qué queda hoy del día de la mujer trabajadora?

El feminismo debe llegar a las mujeres precarias que somos la gran mayoría, las que no hablamos de techos de cristal, porque nuestras condiciones laborales y sociales no nos dejan despegar del suelo pegajoso, no se entenderá un 8 M mientras una sola mujer viva explotada por su condición social o por motivos de origen. El 8 M tiene que avanzar en este sentido, denunciar todas estas situaciones de vulnerabilidad, de explotación de muchas mujeres.

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