Entrevistamos a Gabriel Villalba: «Es una economía social la que tiene que volver a instaurarse en Bolivia»

Por Daniel Seixo

Charlamos con Gabriel Villalba, periodista y abogado boliviano, para conocer de primera mano el futuro inmediato de Bolivia tras la victoria electoral del Movimiento al Socialismo.

¿Qué le depara el futuro a Bolivia tras esta victoria electoral?

Bolivia viene de un golpe de estado que ha tenido lugar en noviembre del año pasado, la subversión del orden constitucional en contravención del artículo 161 – 169 de nuestra Constitución Política del Estado, una pandemia, una pésima administración de la crisis sanitaria y epidemiológica, pero también viene de una pésima administración económica del país. Fiel al modelo económico neoliberal de reducción del estado y sus empresas estratégicas a la mínima expresión, Jenine Añez ha desarrollado todo un proceso de empobrecimiento que se ha sentido en la sociedad boliviana en su conjunto, el boliviano se ha visto afectado por la economía y por la propuesta de Añez, por tanto a Bolivia le toca ahora recuperarse de todo eso con el modelo social, económico y productivo presentado por el candidato del MAS, Luis Alberto Arce Catacora, un modelo demostrado, eficiente y eficaz. Bolivia tiene que reconstruir la economía en el ámbito estructural y también volver a enamorar al pueblo con un proceso de cambio renovado, madurado, que ha pasado por procesos críticos y ha aprendido de ellos.

¿Esperan resistencia violentar por parte de la ultraderecha?

El Tribunal Supremo electoral ya ha emitido los resultados electorales finales que le otorgan al Movimiento al Socialismo el 55% de preferencia electoral a nivel nacional, ante ello se han pronunciado todos los actores políticos, todos los partidos políticos, la prensa nacional e internacional y diversas personalidades regionales y globales. Todos ellos han reconocido el triunfo del MAS, esto le otorga al proceso electoral una cierta legitimidad y construcción de legitimidad a partir de la felicitación que se le ha hecho de todas partes del mundo al Movimiento al Socialismo. Sin embargo, quedan pequeños grupos radicales como Unión Juvenil Cruceñista o Resistencia Juvenil Cochala que están en los sectores electorales departamentales como una suerte de capricho y de berrinche, no son sectores mayoritarios de la población, son pequeños grupos, pero por supuesto muy violentos, con vertientes incluso neonazis, muy racistas, muy radicales, pero que las autoridades gubernamentales del propio régimen ya se han pronunciado y han dicho que no van a permitir esta clase de intentos de vulneración y desconocimiento de la voluntad popular.

Recuperar esa soberanía también implica aumentar las reservas internacionales de Bolivia

¿Deben existir procesos de depuración de responsabilidades en el seno de las fuerzas armadas?

Han circulado listas de oficiales, generales del ejército boliviano que habrían sido partícipes del golpe de estado en noviembre del año pasado. Ante ello, claro que existen instituciones que tienen una estructura colonial, una composición y estructura que data de 1825, la formación de Bolivia, son específicamente las estructuras policiales, militares y judiciales. Sin duda se va a necesitar un proceso de regeneración enorme de reconfiguración de esas lógicas de logias que priman aún en esas instituciones, sobre todo policiales y militares, para poder encaminar un verdadero proceso de vertiente popular que resuelva los problemas de la población dejando de lado la excesiva utilización de los aparatos abusivos y coercitivos del estado tal y como lo ha hecho Jenine Añez. La nueva doctrina policial y militar tiene que ser altamente nacional, que no conciba la geopolítica y los intereses geopolíticos y estrategias del estado boliviano por medio de logias y clanes regionales o intereses transnacionales o de los grandes capitales extranjeros, es el caso del litio por ejemplo. Ante ello, por supuesto se tienen que volver a encaminar las estructuras policiales y militares.

¿Qué factor destacaría como clave de cara a lograr recuperar el poder en apenas un año?

Ha sido un año bastante duro con mucho sufrimiento pro parte del Bloque nacional Popular, recordemos la masacre de Sacaba, la masacre de Senkata, la masacre de Caracara, la masacre de Pedregal, procesos que dejaron muertos y heridos que cursan en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sin duda ha sido un año muy difícil con represión policial y militar, vulneración de los derechos civiles y políticos… No ha sido para nada fácil, pero creo que el propio régimen de facto se ha encargado de dilucidar en la población boliviana, les ha dado una pequeña muestra, de lo que sería un gobierno de vertiente neoliberal en el ejercicio del poder. Sin duda la población ha sabido discernir las diferencias entre ese proyecto y el proyecto nacional popular del modelo económico sociocomuniatrio y productivo y de la reivindicación de lo plurinacional. En todo esto la propuesta económica ha sido clave, el MAS le ha propuesto al boliviano resolver los problemas económicos, los problemas de su bolsillo, los problemas de esta crisis, además con un modelo económico que ya ha comprobado su eficiencia y eficacia. Esto se enfrentaba a un bloque racista y neoliberal que proponía únicamente el odio hacia el Movimiento al Socialismo.

El modelo aplicado por Jenine Añez, fiel al modelo económico neoliberal, es el de reducir el estado a su mínima expresión

¿Cabe esperar diferencias entre el mandato de Luis Arce y el de Evo Morales? ¿Existe temor a que pudiese suceder en Bolivia algo similar a lo que acaecido en Ecuador con Lenín Moreno?

Sobre los aspectos políticos internos del Movimiento al socialismo, sin duda los líderes sabrán resolver sus diferencias y sabrán tejer una nueva cohesión política y hegemonía dentro del MAS a partir de Luis Alberto Arce Catacora y del sector profesional y urbano, también del sector aymara, estrictamente paseño de Choquehuanca, y del amplio sector nacional popular de Evo Morales que domina todos los sectores de las organizaciones sociales conjuncionando las diferentes corrientes como líder histórico que es. Por tanto me imagino una situación en la que por supuesto Luis Arce tomará las decisiones que le competen y le atañen a su cargo, pero en una simbiosis, en una voluntad popular, no solo con las organizaciones sociales, sino también con el presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales. Que no es que haya sido exiliado a Argentina y se olvidase de la política nacional, ha sido, esto hay que recordárselo al mundo, Jefe de campaña internacional del Movimiento al Socialismo, así que por supuesto que tendrá mucho que decir en torno a las decisiones que se tomen dentro del MAS.

Siempre han existido roces internos dentro del Movimiento al Socialismo, porque precisamente no es un partido a la vieja ultranza con una estructura vertical que recibe las órdenes de arriba hacia abajo, no, es más bien un tejido social en su forma IPSP –Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos- que aglutina diferentes sectores sociales y diferentes representatividades. Sin duda muy importante, va a ser clave, el papel que juegue Evo, que tiene que jugarlo, pero también Lucho y por supuesto el Vicepresidente. Entonces sin duda el desafío está en volver a estructurar ese tejido social que el Movimiento al Socialismo tenía por ejemplo en 2005, cuando se daba un resultado electoral similar y era el primer mandato del MAS en el que estaba enamorando al pueblo boliviano, creo que ahora se trata de eso, un reenamoramiento del electorado y de la sociedad boliviana hacia el MAS, que no puede volver a cometer los mismos errores del pasado y por supuesto su primer examen ante la sociedad boliviana va a ser la composición de Gabinete Ministerial y los principales colaboradores. Durante toda la campaña se dijo que iba a haber una renovación generacional, nuevos rostros, profesionales, gente comprometida, gente que cumplía esa simbiosis de lo orgánico con lo profesional y técnico, es decir, esa intelectualidad orgánica. Esperemos se cumpla con esa promesa electoral.

Es fundamental que Latinoamérica llegue a constituirse en un bloque preponderante en el concierto internacional multipolar

¿Qué errores resulta indispensable subsanar en esta nueva etapa del MAS al frente del gobierno de Bolivia?

La corrupción es un factor que es transversal no solo a las instituciones estatales y a las instancias gubernamentales, sino también a las organizaciones sociales. No existe algo así como una reserva moral en las organizaciones sociales o indígenas, no son una suerte de deidad que no cometen actos de corrupción, por supuesto que no. Tanto las organizaciones sociales como los espacios burocráticos, como la propia organización gubernamental, están transversalizadas por procesos de corrupción que no se tienen que admitir más. Creo que el Movimiento al Socialismo, en esta nueva administración, tiene que generar medidas de repudio y castigar de forma ejemplar todo acto corrupción. Precisamos una administración transparente que enseñe con el ejemplo y sea coherente con los valores ideológicos de Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos.

Por otro lado, no se puede volver a cometer el error de darle total preponderancia a las organizaciones sociales y a los líderes sindicales que poco o nada les importaba su formación cuando ellos ya estaban en la administración pública o burocrática. Ni tampoco podemos caer en el otro extremo, darle la total preponderancia a los técnicos o tecnócratas que poco o nada les interesaba el sentir social de la gente. Tiene que existir un justo medio entre esos dos extremos, no sirve de nada un líder social o sindical que no le interese la administración pública porque no entienden absolutamente nada, ni tampoco un tecnócrata burócrata que no le interese el andamiaje social y que por ende no pueda aplicar políticas públicas coherentes con las necesidades de nuestra sociedad. Ni un extremo ni otro son válidos, tiene que empezar a existir una simbiosis de ambos espacios y tratar de generar esto a lo que hacía mención, la intelectualidad orgánica del MAS tiene que ser ese nuevo sujeto histórico y político regenerado en el tiempo, que ha aprendido de sus errores construyendo sentido crítico y autocrítico.

Algo que le hizo mucho daño al Movimiento al Socialismo fue la Llunkucracia, aquí le llamamos así al dominio de los lame botas. Eso existía a todos los niveles, en una reunión con Evo Morales me lo decía: «A mí no me sirve de nada que mis ministros me cuenten lo que están haciendo bien, yo necesito que me informen de lo que se está haciendo mal, porque en lo que se está haciendo mal es donde tenemos que poner el énfasis, es lo que tenemos que corregir. De nada sirve que me vengan a decir que todo está bien en el país«. Ese nulo sentido crítico y autocrítico se daba a esos niveles del gabinete, imagínate como se daba a los niveles más bajos. Entonces, erradicar la yuncocracia, la lambisconería, creo que es fundamental, el nuevo gobierno, el nuevo gabinete, se tiene que rodear de gente con una intelectualidad orgánica, pero también con gente crítica y autocrítica que haga notar los errores, sobre todo las autoridades, diputados, senadores, ministros, viceministros, jamás tienen que perder contacto con el pueblo. No pude ser que las autoridades vayan en sus autos privados, se transporten en radiotaxis, manden a hacer las compras, esa sociedad política, tiene que estar muy cercana a la sociedad civil.

Las autoridades, diputados, senadores, ministros, viceministros, todos ellos tienen que estar todos los días en contacto con la realidad social, con el pueblo, tienen que estar en los mercados populares, tienen que caminar por las calles, tomar el minibús, tienen que ver y sentir las necesidades de la gente, no pueden apartarse. Creo que ese también fue un gran error del anterior administración a lo largo del tiempo, comenzó como un gobierno popular, un gobierno que entendía las necesidades populares, pero poco a poco se fue apartando de esa sociedad civil que lo llevó al gobierno, eso no tiene que volver a pasar, el contacto social, el contacto con la realidad social, el contacto con la gente, es clave para una administración política coherente con las necesidades de nuestra gente. Por eso no puede volver a suceder que se aparten las autoridades del pueblo como tal, esa suerte de burbuja o cordones de seguridad enormes que no dejaban ni tan siquiera el contacto visual de las autoridades no puede producirse de nuevo.

La autoridad es un servidor público más que se debe al pueblo y tiene que escuchar al pueblo. Así que esperemos que la gente que asuma esos cargos jerárquicos no pierda su sentido de contacto con la realidad social y esté todos los días en los minibuses, los mercados campesinos y así pueda escuchar a la gente. La autoridad es parte del pueblo, no un tipo extraterrestre al que le debemos pleitesía, es un compañero más.

¿El problema se centra ahora en Luis Almagro o debe cuestionarse el propio papel de la OEA?

Luis Almagro es solamente un peón de la estrategia de la política imperial, el instrumento de esa geopolítica de dominación imperial es la Organización de Estados Americanos que tras la revolución cubana fue históricamente el ministerio de colonias de los Estados Unidos en el continente. Por supuesto que la OEA ya ha demostrado en 2010 en Honduras, en 2019 en Bolivia y ha demostrado en todos los procesos que no son de su agrado ideológico, esa suerte de parcialidad. Cuando tiene que emitir criterios técnicos, emite criterios políticos, por tanto sería tonto, ingenuo, o las dos cosas, que los gobiernos progresistas, los gobiernos populares, como lo fue la anterior administración de Evo Morales y lo tiene que ser el Movimiento al Socialismo ahora, le den una escopeta cargada a su peor enemigo, la Organización de Estados Americanos. Entonces es una cuestión de simple lógica, una cuestión de ver los aspectos históricos, ideológicos y generar consensos en donde el estado boliviano como tal plante una posición fuerte ante el mundo, soberana y de no sometimiento a estos organismos que no son otra cosa que la continuación de la geopolítica de dominación imperial norteamericana que consigue el control total, ideológico, político, cultural, territorial y de recursos naturales de la gran isla americana que es Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica. Eso es lo que para Estados Unidos constituye el continente americano, tal y como ellos mismos lo llaman: una cuestión de política interna y de seguridad nacional. Sin duda nuestro futuro Canciller va a tener un muy gran desafío, también todo el Ministerio de relaciones exteriores, en esta reconstrucción de la soberanía nacional y popular en el plano internacional y en el plano geopolítico de liberación sobre la política de dominación imperial.

La nueva doctrina policial y militar tiene que ser altamente nacional, que no conciba la geopolítica y los intereses geopolíticos y estrategias del estado boliviano por medio de logias y clanes regionales o intereses transnacionales

Luis Arce ya ha anunciado que restablecerá las relaciones de Bolivia con Cuba y Venezuela, ¿qué cabe esperar en clave geopolítica de esta nueva etapa de gobierno en Bolivia?

Sin duda internacional boliviana cambió rotundamente y viro por el lado de la geopolítica imperial norteamericana a partir del gobierno de Jenine Añez. Antes la política internacional boliviana se basaba en el pilar fundamental de la diplomacia de los pueblos, en la política internacional soberana y de respeto a los gobiernos del mundo, pero alienado también a los procesos progresistas de la región los procesos revolucionarios, entendiendo también el mundo en su multipolaridad. Sin duda creo Bolivia tiene que rencaminarse de nuevo a esa visión soberana de sus relaciones internacionales que no estén supeditadas a ninguna potencia extranjera como estaban por ejemplo con el caso de Longaric.

Será un desafío enorme volver a retomar esa soberanía nacional que caracterizaba al estado plurinacional de Bolivia. El caso más emblemático es cuando toca asumir el Consejo de Seguridad de la ONU y como Evo Morales se le planta a Donald Trump en pleno Consejo de Seguridad y le dice un par de verdades. Sin duda también el rol que jugó Bolivia, no solamente en la región, sino también en el mundo, con una visión progresista y de socialismo eficiente y eficaz en sus políticas sociales y en sus políticas económicas, todo esto va a tener que ser reconstruido y las relaciones internacionales fortalecidas en una dinámica fundamentalmente de sociedad regional, ya que América Latina tiene el reservorio de litio más grande del mundo, el reservorio de agua dulce más importante del mundo, es el reservorio de biodiversidad más importante del mundo… Entonces empezar a pensar en clave regional es fundamental para que Latinoamérica llegue a constituirse en un bloque preponderante en el concierto internacional multipolar. No solamente frente a China, frente a la Unión Europea, frente a Estados Unidos, sino también frente a nuevas potencias emergentes como La India, como Irán, como el mundo asiático, más allá de China. Tenemos mucho que plantearnos en la reestructuración de las relaciones internacionales bajo el modelo de la diplomacia de los pueblos.

¿Cuál es la situación económica del país tras un año de gobierno ilegítimo?

El modelo aplicado por Jenine Añez, fiel al modelo económico neoliberal, es el de reducir el estado a su mínima expresión, fundamentando el funcionamiento y andamiaje privado sobre lo público. Es por eso que Jenine Añez dijo que la empresa estatal de transporte estatal por cable Mi teleférico no servía para nada, el satélite Túpac Katari no servía para nada, los yacimientos de litio fiscales de Bolivia no servían para nada, YPFB tampoco servía para nada, las empresas estratégicas y las empresas estatales «había que pensar en reducirlas y en capitalizarlas o privatizarlas», es propio de un alineamiento con un modelo económico de reducir el estado a su mínima expresión. Por otro lado tienes el modelo del Movimiento al Socialismo, un modelo que prepondera el dinamismo económico a partir de las empresas estratégicas del estado y a partir del estado como un dinamizador de la economía. Eso no quiere decir que no exista espacio para los capitales mixtos o los capitales privados, por supuesto que los hay, pero el estado fomenta ese dinamismo económico e inyecta liquidez al andamiaje financiero y económico de nuestro país. Todo esto se tiene que volver a reconfigurar a partir de un presidente que ha sido ministro de economía y ha sido galardonado a nivel internacional y puesto como ejemplo por la ONU por su manejo económico. Así que sin duda estamos en buenas manos para recuperar un país que ha sido golpeado por la crisis sanitaria, pero también por las crisis autoritaria de Jenine Añez.

Jenine Añez ha desarrollado todo un proceso de empobrecimiento que se ha sentido en la sociedad boliviana en su conjunto

¿Deben revisarse los acuerdos comerciales realizados por el gobierno boliviano a lo largo de este último año?

Sobre los acuerdos comerciales, no es una tuición constitucional que un gobierno transitorio decida sobre las políticas estructurales del Estado, el único mandato constitucional que tenía un gobierno transitorio, y lo dice nuestra Constitución Política del Estado, era el de convocar elecciones en el plazo de 90 días, ni ese único mandato constitucional pudo realizar el gobierno de Jeanine Áñez. Ante ello, por supuesto que todas las políticas estratégicas y las políticas económicas del estado se deciden en Asamblea Legislativa Plurinacional, pasan por el Órgano Ejecutivo y tienen que ser debatidas, puestas a consideración de los niveles económicos de nuestro país. De nuevo va a tener que existir esa sinergia en torno a las políticas económicas pensando sobre todo en recuperar la soberanía financiera y la soberanía económica que ha sido empeñada so pretexto de créditos por Jeanine Áñez, Karen Longaric, Branko Marinkovic y por el anterior ministro Óscar Ortiz. Decían que esos créditos eran necesarios por la pandemia, pero hemos perdido soberanía en el concierto financiero internacional con los préstamos del FMI, con los acuerdos comerciales tenemos convenidos para nada.

Recuperar esa soberanía también implica aumentar las reservas internacionales de Bolivia, lo decía el anterior ministro de Economía: estamos en un déficit fiscal, en solamente un año destruyeron economía del país. Una economía que fue fuerte durante 14 años y reconocida por todos los organismos internacionales especializados en economía. Tenemos que volver a reconstruir la economía soberana y las reservas internacionales del país. Reconstruir la jerarquía económica que tenía Bolivia como una economía fuerte, también en indicadores sociales como el índice de Gini o el índice de acceso a los servicios básicos que Jeanine Áñez ha dejado de lado. Hay dos visiones en Economía: una estricta mente la neoliberal que es medir todo a partir del PIB y para de contar, cifras duras y frías, la otra es la utilización de indicados sociales como lo estaba haciendo el Movimiento al Socialismo, por supuesto tener un buen arranque y una buena validación del PIB para la medición internacional y los estándares, digamos ortodoxos, de medición de la economía, pero atendiendo también indicadores sociales como acceso a gas domiciliario, el acceso a agua potable para el riego, acceso a bienes y servicios básicos, acceso a la compra de bienes suntuarios, acceso a la salud y la educación, reducir las grandes desigualdades, las grandes las grandes brechas entre los bolivianos muy ricos y los bolivianos muy pobres. Sin duda tiene que haber un andamiaje económico coherente con las políticas sociales propias de un gobierno que trata de generar igualdad de oportunidades y para la generación de igualdad de oportunidades por supuesto que tiene que haber también una redistribución de la riqueza y del excedente a partir la administración coherente del Estado y de la administración social económica. Es una economía social la que tiene que volver a instaurarse en Bolivia.

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