Por Daniel Seixo
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer charlamos con Carmen Domingo para conocer su último libro «Derecho a decidir: el mercado y el cuerpo de la mujer» publicado por Akal. A lo largo de esta entrevista, tratamos diversas pinceladas de un libro imprescindible en nuestras bibliotecas, especialmente en medio de una tormenta social que afecta particularmente a las mujeres trabajadoras.
El título del libro es “Derecho a decidir”, ¿Qué derechos consideras irrenunciables en este sentido para las mujeres?
Todos los derechos, a las mujeres de entrada se nos considera menores de edad y parece que todo el mundo puede opinar sobre los derechos que tenemos o dejamos de tener. Desde como vestimos, el destino de nuestros hijos o con quién compartimos nuestro cuerpo. Por eso considero que todos son derechos irrenunciables.
¿Qué ha sucedido para que estemos viviendo este retroceso en los derechos de las mujeres?
Lo que estamos viviendo es una consecuencia de lo que está viviendo la sociedad. Desde el momento que hemos permitido que el dinero decida sobre las personas, las personas que menos dinero tienen serán las que menos posibilidades tengan. Y ya sabemos que las pobres entre los pobres son siempre las mujeres, por lo que somos siempre nosotras las que vemos amenazados nuestros derechos.
Hablas en el libro directamente de externalizar el embarazo, ¿a qué te refieres con esto?
De los tres temas que trato en el libro “prostitución, los vientres de alquiler y el derecho a decidir la ropa que nos ponemos o no nos ponemos”, el de los vientres de alquiler parece que de momento es el tema que menos está logrando inmiscuirse en la legislación española. Es decir, está legislado que no se pueden vender y comprar personas y por lo tanto no puedes comprar o buscar a una mujer pobre que te venda a su hijo. Tenemos que seguir trabajando para que en las próximas elecciones ningún partido político pueda incluir esto en su programa electoral. Hoy en países de Asia o Europa del Este, mujeres pobres ven como otras personas acuden a sus países para poder comprar a sus hijos.
¿Qué capacidad para decidir tiene una mujer que se ve obligada a vender a su hijo?
En general las personas pobres no tienen capacidad para elegir nada. Si tú tienes que vivir o darle de comer a tus hijos, tu libertad se termina en el momento en el que tienes que hacer cualquier cosa para alimentar a los que dependen de ti. Entonces no hay ninguna posibilidad de que tú tengas capacidad de decisión si la prioridad es darle de comer a otra persona.
Parece que en muchas ocasiones lo material se aparta interesadamente de estos debates.
Lo material se aparta del debate porque le interesa al capitalismo que se aparte del debate, pero lo material está siempre en el primer plano de las prioridades. Tú no puedes ir a la universidad si no tienes dinero para ir a la universidad, no puedes pagarte una casa si no tienes dinero para pagarte una casa… Precisamente por esa falta de dinero te ves obligado a hacer cosas que quizás no quieres hacer y es precisamente eso lo que en países pobres lleva a muchas mujeres pobres a verse obligadas a vender su cuerpo, que es lo único que les queda. Por tanto, no es una decisión voluntaria nunca.
¿Qué papel juega la prensa a la hora de normalizar la gestación subrogada? ¿Se ha usado el lenguaje como una forma de enmascarar la explotación reproductiva?
El uso del lenguaje siempre es tramposo y por eso hay que saber como se utiliza. La prensa tiene mucha culpa porque muchas de las personas que han ido a comprar niños a otros países, vamos que han cometido un delito, salen luego en las portadas de las revistas y con ello se legitima ese delito. Con ello el ciudadano que lee esas revistas puede entender que eso realmente no es un delito. Si ese futbolista o ese actor se ve legitimado en esas portadas, también el ciudadano aceptará como lógico y normal poder actuar del mismo modo. En el 90% de los casos en el que los medios tratan esta compra de niños, no se dice que están comprando un niño, sino que se dice que “han tenido un hijo” con lo cual el uso del lenguaje es un uso torticero. Si te vas a La India y vuelves con dos niños bajo el brazo, lo que has ido es a buscar una mujer pobre que te venda a sus hijos.
¿Tener un hijo es un derecho?
No, tener un hijo es un deseo que puedes o no conseguir. Tú puedes desear tener un hijo, pero eso no te da derecho a tenerlo y desde luego no te da derecho a tenerlo a costa del cuerpo y la vida de otras personas.
Recientemente hemos visto como Irene Montero negaba la efectividad de multar a los puteros, ¿qué medidas deberían tomar los estados para erradicar la prostitución?
Irene Montero es complicado que critique a los puteros cuando la mayoría de partidos con los que están coaligados tienen al mal llamado sindicatos “OTRAS” dentro de sus mismas filas. No se puede legalizar la prostitución, hay que abolir la prostitución y darle recursos a las mujeres que no tienen más remedio que dedicarse a la prostitución o a las personas que vienen aquí movidas por la trata de personas.
¿Cómo ha transcurrido la experiencia en los países en los que han legalizado la prostitución?
Sucede un poco lo mismo que con las drogas. A muchos se les llena la boca diciendo que las “trabajadoras sexuales”, pongo aquí las comillas obviamente porque no existe algo tal como trabajadoras sexuales, terminarían desapareciendo si se flexibiliza la prostitución. Pero justamente en países como Alemania, que se ha legislado la prostitución, no solo se ha aumentado la prostitución, sino que las prostitutas que están trabajando legalmente tienen mucho peor condiciones de lo que se imaginaban antes. Hay países como Suecia que han ilegalizado la prostitución y está ha disminuido considerablemente. De todas formas, siempre juego con eso de “si vamos a legalizar la prostitución, podemos incluir esos servicios en cualquier otra trabajo. Así veremos que cada vez que una chica quiera acceder a cualquier trabajo, el que sea, tendrá que realizarla una felación al jefe de 12:00 a 14:00”. Si la legalizas, la legalizas, ¿no?
Siempre se habla de que en caso de ser legal, la prostitución se podría ofertar como un trabajo normal en las listas del paro.
Exacto, una vez legalizada siempre existirá un prostíbulo que necesite mujeres y así podremos colocarnos rápidamente.
¿Puede existir un cine porno que no cosifique a la mujer?
Desde mi punto de vista no. No sé si dentro de 25 años con la pornografía eliminada podemos retomar una pornografía distinta, aunque yo creo que no. Desde luego el porno ahora mismo sirve para que los menores tengan acceso a un producto que puede terminar derivando en prostitución o en violencia machista. El porno ahora mismo sirve para ser el primer punto de arranque para ver como la violencia y el maltrato a la mujer pueden tener cabida, eso le llega a unos menores que pueden llegar a entenderlo como algo adecuado y terminar así forzando a las chicas a una serie de cosas que no aceptan, pero que se ven obligadas a aceptar porque su pareja se lo demanda. Es todo relativo a la educación.
¿Se debe aceptar una cultura política que en aras de la diversidad acabe discriminando a la mujer?
Te soy sincera, en aras de la diversidad cada vez acepto menos cosas. En aras de la igualdad cada vez aguanto más cosas y creo que es el camino que tenemos que tomar, sobre todo la igualdad entre hombres y mujeres. Eso pasa por igualdad de derechos.
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