Por Daniel Seixo
Rodolfo Walsh solía decir que el único periodismo real, es el periodismo libre, el resto se trata tan solo de una farsa. Atendiendo a esa máxima, hoy en Nueva Revolución entrevistamos al compañero de La Haine.org Boro LH, un periodista de esos que todavía mantienen los pies en las calles de nuestros barrios, muy alejado de la ficción narrativa que se produce entre las bambalinas de los mass media y de los tejemanejes de las cloacas del estado. Con él charlaremos sobre la libertad de prensa en el estado español, la creciente represión policial, la supuesta neutralidad periodística o la actualidad política.
¿Fue un montaje policial lo sucedido al término de la manifestación Jaque a la monarquía?
Claramente lo fue, y además quedó totalmente en evidencia en el juicio del año pasado. En primer lugar, en la primera cita en los juzgados en abril uno de los policías que me acusaban envió un fax una hora y media antes de la vista diciendo sentirse ‘indispuesto’, esto ocurrió cuando unos días antes hicimos públicos los vídeos que desmontaban totalmente la acusación, de esa manera intentaron de ganar tiempo con el aplazamiento del juicio para tratar de darle más consistencia a su falsa acusación.
Pero lo más grave fue en octubre, cuando por fin llegamos a juicio, y el policía que me acusaba de darle un puñetazo de repente cambia su versión y dice que quién le agredió fue ‘otra persona 5 minutos antes, que no puedo identificar quien es’. El otro policía, al que supuestamente yo le había dado una patada en la rodilla, al declarar se equivocó, diciendo que yo lo que le había dado era un puñetazo. Toda la sala nos quedamos callados, incrédulos, y a preguntas de la fiscalía el policía añadió finalmente “y una patada”.
El que un policía que lleva más de 4 años acusándote de haberle agredido cambie en el último momento su declaración nos da una idea de que, efectivamente es un claro montaje policial, al igual que la declaración del segundo policía. Además vemos que están tan acostumbrados a mentir, tan acostumbrados a la más absoluta impunidad, que ni siquiera se preparan bien los juicios. Estas chapuzas (que suelen ser habituales en la mayoría de los montajes policiales) fueron uno de los puntos determinantes para la absolución, además de los vídeos y las declaraciones de los periodistas que pusieron de manifiesto el clima hostil contra la prensa que vivimos aquel día.
Los mass-media obedecen a la perspectiva de la clase dominante, de la que tiene el poder económico y político
Ha presentado una querella criminal contra la policía por el caso del 29M «Jaque a la monarquía» ¿Qué espera de la justicia del estado español?
La verdad es que sabemos que en el Estado español la justicia suele brillar por su ausencia. Todo está montando de tal manera que la impunidad de la brutalidad policial es una constante, aunque haya casos que finalmente se queden en nada porque a veces se intentan pasar auténticas patrañas como pruebas incriminatorias. Y de la misma manera, se ignoran pruebas que claramente exculpan a personas encausadas en este tipo de montajes. Por ejemplo, en el caso de Alfon se saltaron el protocolo de “cadena de custodia de explosivos” pero aun así fue condenado. En el caso de Pablo y Jorge, dos sindicalistas de CNT-Logroño, un vídeo les exculpaba claramente, pese a lo cual fueron condenados. Y qué decir del caso de Altsasu, donde en un vídeo vimos a uno de los Guardias Civiles con una camisa blanca impoluta después de supuestamente haber recibido una paliza por parte de 50 personas. O todas las graves irregularidades que se denunciaron en el caso del 4F en Barcelona. Y la lista es interminable.
No espero gran cosa de la justicia española, porque creo que en el Estado español no existe la justicia, aunque creo que en este caso las pruebas y las evidencias de que efectivamente fue un montaje son abrumadoras. En octubre del año pasado pudimos desmontar el montaje, y ahora, cuando llegue a juicio vamos a demostrar que efectivamente lo fue. Aunque también sabemos que la judicatura hará todo lo posible para evitar que llegue a juicio: intentar archivarlo, dejar pasar los tiempos para luego poder decir que ‘ha prescrito’. O en el peor de los casos tratar de crearme nuevas imputaciones por cualquier cosa que se les ocurra.
¿Recibió apoyo en el mundo del periodismo español durante su proceso judicial?
Hubo apoyo del mundo del periodismo, pero fue muy desigual dependiendo de los sectores. Algunos periódicos, como eldiario.es (para el cuál trabajaban varios de los periodistas agredidos aquel día), jamás me nombraron ni admitieron que yo estaba allí ejerciendo mi labor periodística, para ellos yo sólo era ‘un manifestante’. Algunos incluso, como las ‘Mañanas de cuatro’, llegaron a llamarme dos veces para exponer mi caso y lo cancelaron en el último momento.
Sobre mi caso una gran parte de los medios se movieron entre el ninguneamiento, el absoluto silencio o la criminalización, otros en cambio sí que informaron bastante bien sobre el tema, sobre todo los de ámbito de izquierda anticapitalista o también el diario Público, por ejemplo.
Y también hubo importantes apoyos, entre ellos el del Sindicato de Periodistas de Madrid, al que estoy afiliado, y a través de él, también la FeSP (la Federación de Sindicatos de Periodistas donde está integrada el SPM) y el Foro de Organizaciones de Periodistas. Además, más de 130 periodistas y 40 medios de comunicación firmaron el manifiesto pidiendo mi absolución y pidiendo que se investigasen las agresiones a la prensa de aquel día. A nivel de Euskal Herria también hubo apoyos de varios radios libres, de Ahotsa.info, Euskal Herria Irratia o la revista Nafarroako Hitza, entre otros.
¿Se puede llegar a los mass media denunciando a las cloacas del estado?
El problema es que por lo general los mass-media no son más que la voz de su amo, entonces en la mayoría de los casos no van ni a tratar esos temas, y cuando lo hacen es para deslegitimar esas informaciones, o si pese a todo el asunto toma mucha repercusión tratar de asimilarlos.
Un ejemplo reciente de esto lo tenemos en cómo fue tratada por los mass media la investigación llevada a cabo por el periodista del diario Público Carlos Enrique Bayo, sobre los atentados de Barcelona y Cambrils en Agosto de 2017. En dicha investigación, el periodista destapó como el CNI ayudó a Abdeldaki Es Satty a ser Imán de Ripoll, como lo ficharon como confidente y como el propio CNI escuchaba las conversaciones telefónicas de los supuestos terroristas unos días antes de los atentados. En este caso gran parte de los mass media realizaron un auténtico apagón informativo, hasta tal punto que algunos de ellos, como eldiario.es por ejemplo, tuvieron que dar explicaciones a sus lectores de porque no difundían estas informaciones. Otros trataron de deslegitimar la investigación diciendo que no podían verificar la autenticidad de la exclusiva o que los datos no estaban contrastados, sin tener en cuenta que en este tipo de investigaciones periodísticas es deber del periodista proteger a sus fuentes ante posibles represalias.
Líderes políticos, supuestamente de izquierda, callaron también ante mi deportación, tras haberse solidarizado días antes con los periodistas de EFE o con Jorge Ramos
¿Considera que su sentencia da un paso importante para que el testimonio de un policía deje de ser una prueba plena y objetiva de cargo destructora de la presunción de inocencia por sí misma?
Obviamente debería serlo, aunque por desgracia la ley suele dejar en manos de los jueces el considerar la palabra de un policía como prueba de cargo o no hacerlo. Como decía antes, incluso con vídeos claramente exculpatorios los jueces se inclinan muchas veces por dar más legitimidad al relato de la policía, que no olvidemos que es una parte interesada en este asunto (y más aún en casos como el mío, donde los dos policías supuestamente agredidos por mí me pedían una fuerte suma de dinero en concepto de indemnización) , que a pruebas objetivas como pueden ser los vídeos.
El problema es que no hay voluntad política de acabar con esta injusticia, porque normalmente a todos los partidos les suele venir muy bien echar mano de la represión a los movimientos populares, y para eso no hay nada mejor que una policía que miente sistemáticamente y una ley que se lo permite y toma sus mentiras como pruebas fundamentales.
¿Resultan habituales las agresiones policiales a los periodistas que cubren las manifestaciones que tienen lugar en el estado español?
Resultan más que habituales, y más aun dependiendo del tipo de medio de comunicación del que formes parte, de su línea editorial o de donde se posiciona ideológicamente. En ese sentido, las personas que formamos parte de medios situados a la izquierda en el espectro ideológico somos los más vulnerables, aunque hoy en día ningún periodista está a salvo de ser agredido por la policía cuando cubre una protesta en la calle, por ejemplo.
Las identificaciones, las amenazas con la ley mordaza, los seguimientos y las agresiones son más que habituales. Y no sólo cuando están cubriendo protestas o actos, conozco varios casos de compañeros que han sido abordados por la calle por policías de paisano que les han amenazado, que les han dicho que saben quiénes son, para que medio escriben y que tengan cuidado con lo que escriben.
¿Existe libertad de prensa e información en el estado español?
No. Lo que existe una libertad vigilada que no es libertad real, porque a la primera de cambio se la saltan a la torera, en el momento que se tocan determinados temas o informaciones sensibles ese derecho es negado. Existen numerosos casos de periodistas encausados por sus informaciones, condenados a grandes multas o a penas de prisión o incluso medios de comunicación cerrados por la “justicia”.
Por dar una pequeña pincelada sobre este tema tenemos casos como el de Verónica Landa, periodista de Izquierda Diario encausada por “calumnias” por una denuncia del Jefe Superior de la Policía Nacional en Cataluña por un artículo en el que daba cuenta de diversos casos de torturas, malos tratos o muertes bajo custodia policial dónde los que sus responsables fueron absueltos, indultados o ni si quiera llegaron a juicio. Casos como el de Clemente Bernard, que ha sido condenado a un año de prisión por rodar un documental sobre el monumento a los caídos que hay en Iruña y las misas de exaltación fascista que se celebran en él. Numerosos casos como el mío donde periodistas han sido encausados y en algunos casos condenados por supuestas agresiones a la policía o “atentado a la autoridad”. El caso de Alex García: cineasta creador del canal de Youtube Resistencia Films, que fue juzgado y finalmente absuelto por un delito de enaltecimiento del terrorismo a través de sus documentales y entrevistas. O como el grave caso de Miguel Angel Llamas ‘Pitu’, periodista navarro que ha trabajado en los medios Apurtu.org, Ateak Ireki (estos dos medios fueron clausurados por la Audiencia Nacional) y Ahotsa.info. ‘Pitu’ pasó un año y medio en prisión acusado por gestionar la web apurtu.org, a la que la Audiencia Nacional consideraba parte de la ilegalizada Askatasuna (organización pro presos políticos vascos), pasado ese tiempo fue puesto en libertad provisional y unos meses después el caso quedó archivado. Las presiones y querellas a las que ha tenido que hacer frente la periodista de Público, Patricia López, que junto con Carlos Enrique Bayo llevaron a cabo una investigación sobre el excomisario Villarejo y ‘las cloacas de interior’. La intervención policial del Diario de Mallorca por una investigación sobre corrupción que implicaba a mandos policiales. O los ya consabidos casos de Egin, Egin Irratia, Egunkaria o como le endosaron al diario Gara la deuda que tenía Egin con la Seguridad Social por “continuidad ideológica”.
Los ejemplos son abundantes y se podría escribir un libro con varios tomos recopilándolos. De manera que podemos concluir que no, no existe una libertad de prensa e información real en el Estado español.
¿Ha supuesto su ideología o su compromiso social un obstáculo a la hora de ejercer su labor como periodista? ¿Ha sufrido usted persecución ideológica?
En mi caso, yo empecé a acercarme al periodismo dentro del medio lahaine.org, un medio claramente anticapitalista, dónde la gente que lo hacemos venimos precisamente de ese ámbito, de los movimientos sociales y populares y con una clara identidad antifascista, antiimperialista y antipatriarcal. Desde ese punto de vista mis ideas nunca han sido un obstáculo a la hora de realizar mi trabajo.
En cuanto a la persecución ideológica sí que la he sufrido, y tanto la detención del “Jaque a la monarquía” como la de la Operación Araña, como una tercera que tuve por cubrir una protesta en Iruña han sido fruto de esa persecución. Al igual que mi retención y deportación desde Panamá cuando viajaba a Venezuela a cubrir un evento internacional hace unos meses. Está claro que para el régimen del Estado español estoy marcado.
¿Existe un periodismo neutral?
El tema de la “neutralidad o la “objetividad” es una gran mentira. Cualquiera que cuenta algo que está viendo lo hace desde una perspectiva, y los mass-media obedecen a la perspectiva de la clase dominante, de la que tiene el poder económico y político. En ese sentido en La Haine lo tenemos muy claro, nosotrxs informamos desde lo que llamamos una “perspectiva de clase” de la clase obrera, de las clases dominadas.
Nosotr@s en La Haine, nos preguntamos ¿Qué es la objetividad? Eso es algo que no existe, y si existe nosotros no lo practicamos. En una sociedad donde hay clases antagónicas ¿cuál es la objetividad? Para nosotrxs está claro, estamos con la visión de los dominados.
El Estado español está fundamentado sobre la opresión a los distintos pueblos que lo forman, y cualquier independentismo que cobre fuerza es rápidamente criminalizado por el régimen español
¿Se puede vivir del periodismo en el estado español sin tener que traicionar tu conciencia?
Es difícil, porque no hay muchos medios de este ámbito que además tengan grandes presupuestos para tener una buena plantilla de trabajadores. Existen algunos, pero no abundan.
Además, en el caso de lahaine.org las personas que lo hacemos siempre lo hemos hecho de forma voluntaria y sin cobrar nada, el dinero con el que nos financiamos proviene de donaciones, venta de material (chapas, camisetas…) y poco más, y generalmente lo usamos para cosas como el pago del servidor, el dominio, ocasionalmente para gastos de desplazamientos cuando hay que ir a otro sitio a cubrir alguna noticia o evento y, en los últimos tiempos hemos tenido que reforzar la venta de material para poder hacer frente también a la represión y los gastos que nos ha generado.
Si que he colaborado con otros medios y alguna vez ha sido remunerado, pero de momento está lejos de alcanzar lo que es un salario digno.
¿Considera que a día de hoy puede trabajar libremente en el estado español?
Pues no, en el mundo del periodismo como decía está difícil, por un lado, por lo que comentábamos de traicionar mi propia conciencia, pero por otro lado porque la mayoría de los medios de comunicación tienen otros intereses antagónicos con la forma de informar que puedo tener yo o los medios en los que participo.
Y por otro lado, ya no sólo es en el mundo del periodismo, cuando tienes una condena por “enaltecimiento del terrorismo”, y sólo basta una búsqueda en internet para saberlo… es difícil trabajar de cualquier cosa, es una losa que te cierra muchas puertas y que le está afectando a muchas personas en mi situación. Muchas empresas no van a querer saber nada por un tema ideológico y otras por simple miedo, y eso que solamente es por un tema de libertad de expresión, pero también se usa muchas veces para estigmatizar y vetar a personas con determinado perfil ideológico.
¿Cómo definiría la Operación Araña?
En dos palabras: Operación Patraña. Creo que en muchos casos ha sido una excusa para perseguir a determinadas personas, con nombres y apellidos, por su militancia en determinados movimientos, por su apoyo y visibilización de la situación de lxs presxs políticxs, a gente del mundo de la cultura por su influencia social, o por pertenencia a medios de comunicación de ámbito anticapitalista como fue mi caso.
Las publicaciones por las que nos acusaban eran tan dispares que mezclaban chistes con carteles de organizaciones o movilizaciones perfectamente legales, con citas de personajes históricos, videos musicales de YouTube o hasta simples retuiteos. Podían sacarse de la chistera tuits o publicaciones de hace varios años que pasaron sin pena ni gloria y presentarlos como una “amenaza terrorista”.
Y lo peor es lo que han supuesto estas mediáticas operaciones: por un lado, las 4 fases de la Operación Araña abrieron la puerta a que cualquiera en cualquier momento pueda ser detenido por un tuit, después de esas 4 fases con 76 detenciones ha habido un goteo constante de detenciones por este tema, generalmente ya no tan mediáticas. Y por otro lado han conseguido atemorizar a una gran parte de la población que ahora se anda con cuidado y se autocensura por que han visto que por dar opiniones políticas puedes acabar en la Audiencia Nacional o en prisión.
¿Considera que existe un grupo terrorista llamado Resistencia Galega?
Obviamente no, es otro grupo terrorista inventado por las cloacas del estado y los medios de comunicación con él objetivo de criminalizar al independentismo gallego. Al igual que otros “grupos terroristas” inexistentes, como los supuestos GAC (Grupos Anarquistas Coordinados, que fueron la excusa para las operaciones Pandora, Pandora II, Piñata y Ice, contra el movimiento libertario) o cómo estamos viendo en estos días con el caso de las detenciones en Catalunya.
Las operaciones policiales que acabaron con la detención de distintos independentistas o con la suspensión de actividades de Causa Galiza buscan criminalizar cualquier comportamiento disidente con la excusa del terrorismo y neutralizar al movimiento independentista, así como a las organizaciones que trabajan en favor de lxs prexs políticxs.
No hay que olvidar que el Estado español está fundamentado sobre la opresión a los distintos pueblos que lo forman, y cualquier independentismo que cobre fuerza es rápidamente criminalizado por el régimen español. La cuestión nacional es clave para acabar con el Régimen del 39 (que algunos llaman del 78).
Conozco varios casos de compañeros que han sido abordados por la calle por policías de paisano que les han amenazado
¿Ha negado el español la conclusión de un proceso de paz al pueblo vasco?
Lo primero es decir que en Euskal Herria no está habiendo ningún proceso de paz. Cuando cientos de presxs políticxs siguen en las prisiones, cuando nuevos presxs políticxs siguen ingresando en las cárceles, cuando continúan los macroprocesos judiciales en tribunales de corte fascista como la Audiencia Nacional, cuando las fuerzas de ocupación españolas continúan en Euskal Herria, cuando se sigue negando al pueblo recibir a los presxs que salen en libertad o recordarles con fotos en las fiestas populares, cuando hace unas semanas una parte de Euskal Herria ha sido tomada policial y militarmente para blindar un evento del imperialismo internacional como lo es la cumbre del G7 y cuando todas y cada una de las razones que llevaron a que estallase este conflicto siguen vigentes… no se puede hablar de ningún proceso de paz.
Por desgracia, lo que sí que ha habido es un proceso de rendición ideológica de la parte hegemónica de la Izquierda Abertzale, que ha abandonado gran parte de sus reivindicaciones históricas y de su potencial de lucha, aceptando la legislación de los estados que oprimen a Euskal Herria y participando de sus juegos electorales, además sin ejercer una postura para nada rupturista, y hasta apoyando con su abstención a gobiernos de partidos que han ejercido la opresión y la guerra sucia contra el MLNV.
En Euskal Herria no hay ningún proceso de paz y quién diga lo contrario miente. Y hay que tener claro que, si lo hubiera, el Estado español haría todo lo posible para que no llegase a buen puerto, como han hecho todos y cada uno de los gobiernos que han gobernado mientras se dieron treguas en la actividad armada de ETA.
¿Podemos hablar de un clima de violencia en Catalunya?
Evidentemente el relato de la supuesta violencia por parte del independentismo en Catalunya es un relato mentiroso y manipulador, que lo único que busca es justificar la mano dura contra los movimientos independentistas.
Durante todos estos años hemos podido ver multitudinarias manifestaciones en Catalunya, jornadas donde se ha movilizado todo el pueblo, como el 9-N, el 1-O las distintas huelgas generales contra la represión y un largo etcétera. Y lo más que hemos visto es resistencia pasiva o como mucho autodefensa ante la violencia del Estado. Porque, hay que decirlo claramente, la única violencia que ha habido en Catalunya ha sido generada por el Estado español, por sus cuerpos represivos o por grupos de extrema derecha de corte españolista.
Ahora bien, tampoco debemos caer en el discurso de “buenos y malos” al que nos tienen acostumbrados, ni criminalizar las distintas formas de lucha contra la opresión, como por desgracia desde algunos sectores del independentismo se lleva haciendo tiempo. Al fin y al cabo, como dijo Malcolm X: “la violencia usada como autodefensa, es inteligencia”. Desde esos sectores se suele apelar a “no dar al Estado la foto que buscan” pero como hemos visto recientemente si no le damos la foto, se la inventan.
¿Qué sucedió cuando se disponía a cubrir como periodista la Asamblea internacional de los pueblos en Venezuela?
Dada la situación que atravesaba Venezuela aquellos días, cuando Juan Guaidó se autoproclamó “presidente interino de Venezuela” aupado por montones de medios de comunicación a nivel internacional, la compañía con la que tenía el vuelo, Air France, canceló todos sus vuelos a Venezuela. De manera que finalmente me dieron una alternativa con dos escalas: Bilbao-París-Ciudad de Panamá-Caracas.
Al llegar a Ciudad de Panamá todavía quedaban unas horas para que saliera el vuelo a Caracas, así que, después de comer algo, me dirigí junto con un compañero a la puerta de embarque del vuelo para esperar a que la abrieran. Según llegaba, policías de inmigración de Panamá me estaban esperando y al verme llegar fui directamente abordado, separado del compañero con el que iba y llevado a un cuarto donde me quitaron el pasaporte, mis teléfonos, mi ordenador portátil y me hicieron un extenso interrogatorio. Yo les explicaba que era periodista, mostrando mi identificación y que iba a cubrir un evento internacional. Ellos me preguntaban: “a ese evento, ¿le invita a usted el gobierno de Maduro o el gobierno de Guaidó?”, “¿Pertenece usted a algún partido político?”, “¿Simpatiza usted con ETA?”, “¿Pertenece usted a ETA?” y un montón más de preguntas. Me dijeron que no iban a dejarme coger el vuelo en base a una legislación impuesta por Estados Unidos según la cual a una persona que cuenta con antecedentes penales pueden denegarle la entrada al país o incluso el tránsito hacia otro país. Yo les explique que mis antecedentes no eran firmes, porque, aunque el Tribunal Supremo ya se había pronunciado sobre mi recurso a la condena que me impusieron por la Operación Araña, todavía estábamos valorando si recurrir al Constitucional y aún estábamos en plazo para hacerlo. Pero todo fue inútil, tenían muy claro quién era yo, para que medio escribía y que no me iban a dejar continuar el viaje.
Me tuvieron retenido unas 23 horas en un cuarto, con más personas con problemas migratorios, durante las cuáles no me dejaron hablar con nadie ni hacer llamada alguna. Ya por la tarde, cuando ya llevaba más de 21 horas me pusieron al teléfono a la cónsul española en Panamá, a la que le explique mi situación y un rato después me metieron en un avión de vuelta a París. Fue una manera de evitar que La Haine pudiera informar de primera mano sobre lo que estaba ocurriendo en Venezuela en aquellos momentos, y además un intento de boicotear la Asamblea Internacional de los Pueblos, ya que no fui el único asistente que tuvo problemas a la hora de viajar, aunque mi caso fue el más grave.
¿Recibió apoyo y ayuda por parte de los periodistas españoles desplazados en la zona?
Cero. Resulta muy esclarecedor recordar que en aquellos días los medios de comunicación habían puesto el grito en el cielo por los periodistas de EFE que fueron detenidos por entrar en una zona de máxima seguridad en el Palacio de Miraflores sin ir acreditados o con la deportación del periodista Jorge Ramos, pero mi caso fue silenciado en la mayoría de los medios, con alguna honrosa excepción.
De la misma manera líderes políticos, supuestamente de izquierda, callaron también ante mi deportación, tras haberse solidarizado días antes con los periodistas de EFE o con Jorge Ramos. Una doble vara de medir, tanto de los medios de comunicación cómo de esos líderes políticos.
Normalmente a todos los partidos les suele venir muy bien echar mano de la represión a los movimientos populares, y para eso no hay nada mejor que una policía que miente sistemáticamente y una ley que se lo permite
Le voy a pedir que defina brevemente a las siguientes personas:
Erlantz Ibarrondo
¡Un crack! Uno de los mejores abogados que se pueden tener para temas de represión y montajes policiales. En gran parte le debo a él no haber acabado unos cuantos años en prisión por ejercer mi labor informativa.
Iñigo Errejón
Un auténtico reformista. En la década pasada ya apuntaba maneras, cómo cuando en 2006 lideró la salida de los sectores más reformistas de la Coordinadora Antifascista de Madrid tratando de romper el movimiento y enfrentándose a los sectores más concienciados. En la actualidad tras buscar su éxito con Podemos y tras su ruptura con Pablo Iglesias ha creado un partido que con el que busca perpetuar su poltrona y apuntalar al PSOE.
Daniel Bernabé
Cuenta con mi respeto. Reconozco que no le he seguido tanto, pero si que le he leído reflexiones bastante interesantes sobre diferentes temáticas, y aunque tampoco estoy de acuerdo en todo lo que le he leído, es de los pocos que se salvan de la lista.
Ana Pastor
El ala progre de la televisión. Como todas las estrellitas de La Sexta, y se dedican a endulzar al Régimen vendiéndonos que son una cadena “de izquierdas” pero a la hora de la verdad nunca van a cruzar determinadas líneas rojas. La pata izquierda mediática del Régimen del 39 versión 2.0..
Eduardo Inda
Intoxicador y manipulador profesional vinculado a las cloacas del Estado. Su panfleto Ok Diario en ocasiones alcanza el surrealismo y es literalmente para cogerlo con pinzas. Pese a que este personaje es un insulto al verdadero periodismo, distintos medios lo premian poniéndole de tertuliano para que pueda escupir su odio también a través de la Televisión.
Baltasar Garzón
Un ex juez que miraba hacia otro lado ante la tortura. Tengo amigos que han pasado delante de él tras alguna operación represiva y tras haber sido torturados, al decirle al juez que habían sido objeto de malos tratos, él les llegaba a decir literalmente “a ti te han pegado poco”. Y ni el paripé que hizo con el tema de los crímenes del franquismo o con Pinochet, ni todos los intentos por presentarle como una persona ‘progresista’ podrá ocultar nunca lo que realmente es: un colaborador esencial de la tortura.
Antonio García Ferreras
La voz de su amo y a la vez uno de los amos de las grandes televisiones. Amigo de gente como Florentino Pérez. Director de una cadena que trata de pasar por izquierda, pero que no es más que la cara amable del Régimen. como hemos podido ver con su posicionamiento en temas importantes, como recientemente en el tema catalán. Conozco gente que ha trabajado en La Sexta y todos me han comentado que el control ideológico de todo lo que se emite es de los más férreos que existen en los medios españoles: todo pasa por él y su equipo de confianza. Willy Toledo lo supo poner en su sitio.
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