En Nueva Revolución hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Rosa María Alcón, militante antifranquista víctima de la dictadura y miembro de La Comuna, una asociación de presos y represaliados por la dictadura franquista. Con ella hacemos un necesario ejercicio de memoria, para a través de una militancia activa y consciente, poder tejer los mimbres de una sociedad crítica y firmemente democrática.
Es verdad lo que dice Rosa María.
En Madrid capital, habría más conciencia política, pero los que veniamos de los pueblos, que llegamos a dejar en minoria a los madrileños, no teniamos conciencia politica porque en los pueblos era peor el control y la represión fascista que en la capital.
Pero tras los fusilamientos en Hoyo de Manzanares y la voladura de Carrero Blanco, fue como una convulsión en las conciencias.
Más que una cuestión de política, era una cuestión de dignidad social, se les empezó a perder el respeto o miedo, que se les tenia y no se merecian.
Dejó de ser una cuestión de ser más o menos tambien, ya era una cuestión personal. El regimen tenia que caer si o si. Algo se había roto.