Entrevista a Teresa Valero (2ª parte): “Es muy complicado hacer comic y vivir de ello. Todo lo que haces es una inversión”

Estamos asistiendo al efecto en el que las editoriales lo que hacen es, porque a ellos les conviene muchísimo más, editar muchos libros, muy variados, y hacer tiradas más pequeñas, entonces, eso que a la editorial le conviene mucho, es la muerte para el autor, porque tú nunca vas a poder vivir de tu libro. 

Por Angelo Nero

En “Contrapaso” el trabajo de documentación ha debido de ser arduo, para lograr ese realismo que nos conduce a una época que nos parece tan lejana, aunque no lo sea tanto. ¿Es un proceso anterior a ponerte a dibujar, o a medida que avanzas en ella la propia historia te va demandando más trabajo en este sentido?

Hay un proceso de documentación, muy extenso, que lleva mucho tiempo, que siempre es anterior al dibujo y a escribir el guión. Porque si no, por lo menos en  mi caso, es imposible hacer una historia que tenga algo de verosimilitud, porque es una época que no conocí, que no domino, ahora la conozco más, porque he hecho muchas entrevistas, he recopilado un montón de cosas, he leído un montón de libros, he visto todo el cine de la época, entonces, al final, sí que vas conociéndolo un poco, sí que vas a escribir de oídas, siempre vas a hacer un poco de ficción, pero escribir de nuevas y decir ah como sería eso y buscar cada cosa concreta, yo no me siento capaz.

Normalmente, ya tenemos el síndrome del impostor, pues con esto lo sentiría mucho más, sentiría que estoy escribiendo algo que para nada domino, y que lo estoy inventando. Y necesito que sea diferente, necesito coger un montón de hechos que son reales y, a partir de ellos, ficcionar. A partir de ellos voy mezclando cosas que no coincidieron en el tiempo, o voy dándole más importancia a algo para que tenga más proyección dramática la historia, pero sí que hay una base absolutamente realista, y de cosas que pasaban, y un montón de anécdotas que puedes ver y dices seguro que no es verdad, y esas son las que suelen ser verdad, las más extrañas. Algo que has descubierto en un libro, o en el trabajo de un historiador. Entonces, el proceso de documentación es siempre anterior, y es posible que sea lo más largo que necesita el libro.

“Contrapaso” ha sido editada, en un principio, en Francia, como alguno de tus otros trabajos. ¿Está muy lejos la industria del comic de nuestro país de la de nuestros vecinos galos? ¿Es factible para un guionista o para un dibujante en España vivir de la publicación de las novelas gráficas que crea, sin tener que recurrir a otros trabajos?

Sí. A nivel de números, desde luego, está muy lejos una tirada allí, aunque está entrando en crisis el comic un poco, hasta en Japón, por un lado hay mucha bonanza, la gente te manda muchas historias, ahora con la pandemia han vuelto mucho los ojos al comic, pero es verdad que las tiradas son cada vez más pequeñas. Estamos asistiendo al efecto en el que las editoriales lo que hacen es, porque a ellos les conviene muchísimo más, editar muchos libros, muy variados, y hacer tiradas más pequeñas, entonces, eso que a la editorial le conviene mucho, es la muerte para el autor, porque tú nunca vas a poder vivir de tu libro. Eso en España es muy dramático, porque la tiradas son pequeñísimas, pueden ser 500 libros, 1.000, y con eso no puedes vivir, directamente, casi tienes que hacerlo por amor al arte.

A mí lo que me parecería ideal es que nosotros, los autores, pudiéramos vender nuestros derechos de libros, a varios países, que yo es lo que intento, editar en varios países a la vez para poder ver derechos de varios países o, al menos, el dinero que se le da a la producción que venga directamente al artista. Es que, si no, es muy complicado hacer comic y vivir de ello. Yo, hasta ahora, lo he estado compaginando con la animación, porque ni siquiera “Contrapaso”, que ha sido una producción de cuatro años, con el avance de derechos que me dieron no me sale un sueldo.

Al final, todo lo que haces es una inversión, y después tratar de que haya unas ventas interesantes, pero es muy difícil que haya unas ventas interesantes si la tirada es muy pequeña, y la editorial, en la mayor parte de las ocasiones, ni siquiera le va a interesar hacer una reedición, no le va interesar que esté siempre presente en tienda, porque lo que más interesa es que haya rotación de libros y vengan libros nuevos, eso es bastante beneficio para la editorial, pero no es ningún beneficio para el autor.

Yo he tenido mucha suerte con el libro, porque es una coedición entre los franceses y Norma. Salió a la vez en los dos países, y los dos apoyaron muchísimo la presencia en librería, y mi libro ha aguantado muchísimo en librería, gracias a los editores. Es una labor de editor muy buena, como muchos otros editores hacen con muchos otros autores, jugándose los dineros.

La verdad es que cuando un editor actúa así, y aquí en España hay muchos que lo intentan como gato panza arriba, sería lo deseable, pero al final es que no es culpa de nadie, el mercado es muy complicado, exige variedad, y no hay demasiados lectores, y los lectores que son poquitos quieren comprar bastantes cosas, pero no tenemos muchos lectores comprando el mismo libro, y ese es el quid de la cuestión. Si conseguimos resolver esto quizás los autores puedan vivir mejor y los editores también podrán hacer otro tipo de venta, que estoy convencida que es lo que quieren también.

Además de una historia que engancha desde las primeras viñetas, es increíble la belleza de los dibujos, así como el tratamiento del color, ¿Qué técnicas has empleado para conseguir que tenga tanta fuerza visual, y hasta nos parezca natural ver, como pocas veces, tanto color en una España que imaginamos tantas veces en blanco y negro?

En cuanto a las técnicas de dibujo y de color, yo quería hacer “Contrapaso” en color y en acuarelas, que es como a mí me gusta pintar, aunque no soy una grandísima experta pintando. Yo admiro muchísimo el color que dan Juanjo Guarnido, Miguelanxo Prado, Ana Miralles, Malin y Gibrat, toda esta gente que hace un color directo, Alex Alix, tan bonito, que luego ves las páginas y es una gozada, es lo que me hubiera gustado. Pero cuando empecé “Contrapaso” no tenía los conocimientos, yo no había hecho color antes, para hacer algo en papel, que cuando te equivocas tienes que repetir la página entera, y encima en un álbum de 140 páginas.

Así que decidí hacerlo en digital, que por lo menos podía corregir sin límites, pero usando la misma técnica que podría haber usado en papel, haciendo acuarela, con lavados, con pegaduras, con pincel seco, con transparencias, y entonces sí que da un aspecto muy natural, porque al final no he trabajado con capas, y tratándolas de una manera digital, pero casi como en tradicional.

A mí me gusta, porque lo que yo quería, que era pintar con luz, creo que queda conseguido, y al final logro que la historia tenga una atmósfera, y un resultado emocional, no por las texturas ni nada, sino más bien por las paletas de colores y por algunos efectos de luz, que hacen que sea muy inmersivo, y  es una de las cosas por las que el público ha acompañado muy bien la historia, que enseguida estaba dentro de los ambientes, muy diferenciados cuando es de noche y de día, cuando es una cosa alegre y cuando es un poco sórdida, y eso a nivel narrativo también se lo pone muy claro, y ayuda a que el lector sigua la historia bastante bien.

Cuando cerramos la última página estamos deseosos de ir corriendo a la tienda de comic en busca de la próxima entrega de las aventuras de Emilio Sanz, León Lenoir y Paloma Ríos, creo que ya estás trabajando en ella. ¿Tardaremos mucho en tenerla en nuestras manos?

Bueno, yo ya tengo, más o menos el guión escrito, es verdad que cuando luego enfrento las páginas, toda la planificación, cambia un montón de cosas, cuando las dibujo también, ya cuando le doy color es que voy sobre seguro, porque siempre voy viendo lo que es superfluo, lo que puedo cortar, como puede ser más claro, como puede ser más ligero.

Ahora mismo ya tengo cerrada la historia, estoy haciendo el découpage, que es toda la planificación en páginas, y ando ya por un tercio, y creo que me va a salir largo también. Entonces creo que, entre año y pico, o dos años, si la cosa va medio bien, es lo que habrá que esperar a que esté en librería. Yo espero que la gente tenga paciencia, y cuando salga el segundo aprovechas y te lees el primero y el segundo del tirón, y así tienes el doble para leer. Es una de las cosas buenas que tienen los comics, que se disfrutan tanto o más en relectura que la primera vez que los lees, que sabes que eso es una inversión para toda la vida. Que puedes seguir leyéndolos y disfrutándolos un montón. Y yo trataré de correr todo lo máximo que pueda.

También hemos leído que hay posibilidades de que, con el gran éxito de “Contrapaso”, pueda ser llevado a las pantallas. ¿Nos puedes confirmar si hay algún movimiento en esta dirección?

En cuanto a la adaptación audiovisual hemos recibido bastantes ofertas, lo cual a mí me ha puesto muy contenta, porque se lo leían productores o directores y enseguida llamaban para pedir la opción de comprar los derechos, y eso te da mucha satisfacción, porque dices: pues mira he hecho una historia que parece conecta con la gente. Unos cuantos han estado peleando por ello y se han vendido, no puedo decir ahora mucho más, pero sí que la opción para hacer una serie está ya adquirida, se está trabajando en ella para poderla presentar y financiarla, y que estas cosas dan mucha ilusión, porque quiere uno que salgan muy bien, pero también es verdad que es televisión, yo vengo de hacer televisión y cine, y se cómo es, se lo complicadísimo que es montar una producción, y que te financien. Yo colaboraré todo lo que pueda, para que la cosa salga para adelante, cruzaremos los dedos para que salga y sea muy chula, pero también sé que es complicado y que en cualquier momento se puede venir abajo, pero bueno, cruzo los dedos y soy optimista.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.