Entrevista a Imanol Karrera, portavoz de LAB en Nafarroa: Tenemos que conseguir situar la respuesta a la actual crisis en parámetros transformadores, que cuestionen el sistema actual y establezcan un guión distinto al de 2008.

el sindicato LAB no va a participar en la reconstrucción de lo mismo que nos ha llevado a esta situación. Como sindicato tenemos el reto de organizar a la clase trabajadora, dotarle de un marco colectivo de lucha y ofrecerle una salida

Por Angelo Nero

Estamos viviendo una época especialmente convulsa, que afecta a todos los sectores de la sociedad, y a todos los niveles, políticos, sociales y laborales, en los que cada día tenemos que afrontar nuevas situaciones, nuevos cambios que obligan a buscar respuestas rápidas y novedosas, dónde parece que ya no valen las estrategias inmovilistas de algunos agentes sociales que han vivido, hasta ahora, a remolque de las directrices de un sistema que ahora vemos que hace aguas por todas partes. ¿Cómo afronta sindicato como LAB, que siempre ha planteado la lucha por los derechos de los trabajadores en una dinámica radicalmente opuesta a esto, el inicio del curso político, que viene marcado por las medidas excepcionales derivadas de la alarma sanitaria causada por la rápida propagación del virus del Covid?

Desde LAB abordamos esta situación excepcional como una oportunidad para avanzar hacia el cambio social. La emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19 ha acelerado la enésima crisis del capitalismo, dejando en evidencia el conflicto que enfrenta al capital con nuestras vidas. Hoy somos más las personas que cuestionamos el capitalismo, un sistema que no garantiza nuestra salud ni nuestros empleos. Fruto de esta difícil situación hemos podido comprobar la falta de recursos en hospitales y residencias de mayores. Junto a ello asistimos también al cierre de empresas, verdaderas deslocalizaciones justificadas en la avaricia empresarial que intentan aprovecharse de esta situación. Ha quedado en evidencia que el negocio de unos pocos es nuestra miseria.

En estos momentos, para salvar sus negocios, garantizar sus intereses y beneficios, los Gobiernos y empresarios nos quieren obligar a reconstruir una vez más el capitalismo. Para los trabajadores y trabajadoras son las restricciones y recortes en derechos y libertades. Para las empresas, sin embargo, las ayudas económicas.

Como no puede ser de otra manera, el sindicato LAB no va a participar en la reconstrucción de lo mismo que nos ha llevado a esta situación. Como sindicato tenemos el reto de organizar a la clase trabajadora, dotarle de un marco colectivo de lucha y ofrecerle una salida, una alternativa transformadora a la situación que está sufriendo. Como dice Angela Davis estamos obligadas a levantarnos, a luchar. Por nuestra salud, por nuestros empleos y derechos, por el reparto de la riqueza, por el desarrollo de los servicios públicos. Por el futuro.

¿Con que dificultades añadidas se encuentra la lucha sindical, sobre todo para un sindicato como LAB, al que por sus propias dinámicas e ideología, ya se le planteaban muchas trabas,  y que ha sido objeto de persecuciones de todo tipo, mediáticas e incluso judiciales, para su actividad en defensa de la clase obrera en Nafarroa, y en toda Euskal Herria?

El sindicato LAB es el sindicato que más ha aumentado su representación en la última década en Navarra, y la tendencia sigue siendo ascendente. Estamos en unas cifras históricas para el sindicato en Navarra. Es decir, crece el apoyo que trabajadoras y trabajadores nos dan en las elecciones sindicales fruto de nuestra acción sindical y social integral, efectiva a la hora de luchar en favor de los derechos de la clase trabajadora, en favor de un trabajo y vida dignos. Nuestro proyecto es coherente, hacemos lo que decimos, y eso nos da credibilidad y apoyo.

En cuanto a las dificultades, en Nafarroa distintos sectores, organizaciones y colectivos de la sociedad hemos sufrido durante décadas las políticas de exclusión y discriminación del denominado Régimen. En el ámbito socio-económico este Régimen está compuesto principalmente por los partidos políticos UPN y PSN, por la patronal CEN (Confederación de Empresarios de Navarra), y por los sindicatos UGT y CCOO. Todos ellos, todavía hoy, buscan apuntalar el Diálogo Social como herramienta para seguir imponiendo su proyecto, sus negocios y beneficios económicos. El Diálogo Social en Navarra ha servido para imponer un auténtico apartheid sindical excluyendo al resto de sindicatos. También ha servido para que la patronal CEN, UGT y CCOO vieran financiadas sus estructuras con dinero público cargo de los presupuestos de Navarra.

Con el desalojo en 2015 del Régimen de las principales instituciones de Navarra (fruto de la movilización social) muchas cosas han cambiado en este sentido, pero todavía queda mucho Régimen por derribar. Por un lado CEN, UGT y CCOO ya no reciben ningún tipo de financiación derivada de lo que nosotros denominamos el Diálogo de la Élites y ya no alcanzan el 50% de la representación sindical en nuestro territorio. Sin embargo, la mayor empresa de Navarra, Volkswagen, sigue practicando la discriminación en la contratación. Así, la mayoría de la sociedad navarra no tiene posibilidad de ser contratada si no es afiliado o afiliada a los sindicatos UGT y CCOO.

Por si esto fuera poco asistimos a una patronalización de la justicia que junto a determinados medios de comunicación -como Diario de Navarra-  buscan criminalizar nuestro modelo sindical para debilitarlo e impedir su desarrollo e implementación, para impedir el apoyo cada vez mayor de los trabajadores y trabajadoras navarras. LAB es el sindicato mayoritario en la Administración de Navarra (núcleo, educación, servicio navarro de salud – Osasunbidea y administracion local).

Luchas como la de las Huertas de Peralta, en la que se logró una importante victoria, y de la que nos gustaría que hablaras para los lectores de NR que no la conocen, en la que se logró una importante victoria con el protagonismo de los sindicalistas de LAB, han sido cruciales para visibilizar sectores de trabajadores muy precarizados, ¿esto ha supuesto un efecto llamada para otros colectivos que hasta ahora no habían tenido acomodo en las organizaciones sindicales?

La digna lucha de los trabajadores de Huerta de Peralta ha sido además de una victoria en términos sindicales, una victoria en sí misma por las distintas dimensiones que ha dejado el valor de la lucha. Así, trabajadores migrantes que sufrían una auténtica situación de explotación en el campo navarro (constantes faltas de respeto y humillaciones, ausencia de reconocimiento de sus derechos laborales, …) se organizan en el sindicato LAB, arrasan en las elecciones sindicales (obtienen 6 de los 9 delegados que conforman el Comité) y fruto de una huelga de 28 días consiguen las principales reivindicaciones de la plantilla: retirada de las sanciones y readmisión de los trabajadores despedidos; pago de la deuda generada por incumplimiento del convenio; y apertura de la negociación para un pacto de empresa.

Que trabajadores migrantes de una empresa situada en la Ribera (zona sur de Navarra) se organicen, empoderen y luchen bajo la referencia de LAB, despierten la solidaridad manteniendo en vilo a toda la sociedad navarra obteniendo una victoria vibrante supone un auténtico golpe para lo que antes hemos definido como Régimen (UPN, PSN, CEN, UGT y CCOO) y sus intereses políticos, sociales y económicos. Pero sobre todo dota de una oportunidad, de una alternativa colectiva de lucha a todos los trabajadores y trabajadoras migrantes que ven que LAB es una herramienta eficaz para la defensa de sus derechos. En este sentido somos ya una referencia entre los trabajadores y trabajadoras migrantes.

Además, su lucha es un ejemplo de la situación de explotación y precariedad existente en el campo navarro (no en Almería) y esto interpela a toda la sociedad navarra. El buen nombre y calidad del producto navarro queda totalmente cuestionado si esta regado de precariedad y de exclusión.

Continuamente vemos como los distintos gobiernos se contradicen en la gestión de las medidas para revertir la situación de alarma sanitaria, ¿Qué incidencia está teniendo en el sector laboral la pandemia o, más concretamente, las medidas en materia de seguridad e higiene, así como las coberturas sociales, que los respectivos gobiernos han tomado en relación con los trabajadores?

La incidencia de la crisis sanitaria provocada por la pandemia en materia de prevención y salud laboral ha tenido dos fases. La primera, la que tiene en lugar en marzo con el confinamiento. La falta absoluta de medidas de seguridad e higiene era evidente, aun así, mientras toda la población era encerrada en sus casas y las escuelas cerradas, el capital y los gobiernos decidían mantener activa toda la actividad no esencial (salvo dos semanas) poniendo en riesgo la salud y vida de trabajadoras y trabajadores, y el ejercicio colectivo de frenar la expansión del Covid-19. La segunda es la que estamos viviendo en estos momentos. Gobiernos y empresarios tratan de hacernos creer que nadie se contagia en los centros de trabajo. Con ello pretenden que nadie cuestione el mantenimiento de la producción capitalista para poder así garantizar sus beneficios. Este ejercicio, desenfoca la verdadera prioridad que tiene que ser la salud pública y la total garantía de las medidas de prevención e higiene. En este sentido es importante mencionar que los trabajadores y trabajadoras carecemos de permisos retribuidos para asumir los cuidados de familiares que a pesar de tener una prueba PCR con resultado negativo tienen que estar confinados. Esta situación está provocando situaciones difíciles en muchas familias que se ven abocadas a solicitar permisos con la correspondiente pérdida de ingresos económicos.

Algunos veníamos diciendo, desde hace años, que “el capitalismo mata”, y se nos trataba de ignorar en todos los medios, ahora parece que, desgraciadamente, esta pandemia viene a darnos la razón, cuando se ha mostrado el verdadero rostro del sistema, en el que todo es negocio, también la sanidad y los cuidados a los mayores, con la privatización de la sanidad y el desmantelamiento de lo público, la gestión de las residencias de la tercera edad, pero también con la falta de medidas de seguridad en las empresas, como parece que ha pasado en alguna significativa, en Nafarroa. ¿No crees que es necesario, más que nunca un cambio o un reseteo del sistema, antes de que venga otra nueva situación como esta que vuelva a poner en peligro a las clases populares?

En enero la mayoría sindical vasca convocó una Huelga General. Entre otras cosas advertíamos de los riesgos y peligros de un sistema que mediante los procesos de privatización (recortes) y precarización ponen en peligro nuestras vidas y nos condenan a trabajos indignos y a la miseria.  Por ello, planteamos una ofensiva en favor de un trabajo y vida dignos. La pandemia nos ha dado la razón y esas consecuencias sociales y económicas se han acelerado. Tenemos la necesidad de transformar el actual modelo económico y social para poner en el centro nuestras vidas, lo público. Tenemos que conseguir situar la respuesta a la actual crisis en parámetros transformadores, que cuestionen el sistema actual y establezcan un guión distinto al de 2008. Tenemos la oportunidad de hacerlo.

¿Porque la falta de responsabilidad en muchas empresas no tiene el mismo eco mediático que, por ejemplo, esa supuesta irresponsabilidad de los jóvenes? ¿No crees que es interesado ese nuevo intento de criminalizar a la juventud, una vez más, como tristemente se ha visto tantas veces en Euskal Herria, para derivar la verdadera responsabilidad del empresariado y de los gobiernos?

En los primeros meses de la pandemia (marzo y abril) las distintas policías que operan en Navarra realizaron miles de propuestas de sanción contra ciudadanas por supuestamente, incumplir las medidas del estado de alarma.  Ante esta realidad preguntamos al Gobierno de Navarra acerca del número de propuestas de sanción a empresas que evidentemente no estaban cumpliendo con las medidas de seguridad, prevención e higiene.  La respuesta fue sorprendente, ninguna, cero. La policía acude a los centros de trabajo a reprimir las luchas sindicales y a garantizar los intereses económicos de los empresarios y del capital. Consejeros del Gobierno comparecen para dar cuenta del número de contagios en un botellón pero oculta los datos relativos a los brotes que tienen lugar en los centros de trabajo. En Uvesa, una empresa avícola de Tudela (en la Rivera navarra) se produjeron 175 contagios provocados por la precariedad existente en dicha empresa. Nadie del Gobierno compareció para responsabilizar a los empresarios, exigir medidas e imponer sanciones. Eso solo lo hacen con los jóvenes. Quienes pusieron en riesgos nuestra salud y vida en marzo, hoy nos dicen que en el trabajo nadie se contagia, que sólo nos contagiamos en encuentros sociales fruto de nuestra irresponsabilidad individual. Este relato es inaceptable y peligroso. Pretende eludir su responsabilidad y dar impunidad para justificar medidas que restrinjan y limiten nuestros derechos y libertades mientras la producción capitalista se mantiene a costa de la salud de trabajadores y trabajadoras.

¿Qué valoración harías del arranque del curso escolar, que se presenta complicado, tanto en las aulas como en el transporte? ¿Ha habido diálogo con los representantes sindicales a la hora de afrontar los retos y las necesidades de la comunidad escolar?

Los Gobiernos, y en concreto el navarro, desperdiciaron los meses previos al inicio del curso escolar para acordar junto con toda la comunidad educativa el plan y las medidas concretas a tomar para garantizar la prevención y salud, la calidad y necesidades educativas de estudiantes, garantizar el empleo de todos los trabajadores y trabajadoras (desde el profesorado al personal de limpieza, pasando por el transporte escolar). Se ha demostrado que bajar los ratios es posible (lo han hecho de manera insuficiente) si existe voluntad política para ello. Pero esta voluntad, una vez más, está estrechamente vinculada a garantizar los intereses de la producción capitalista. Es decir, los centros escolares son considerados como centros de custodia que posibiliten que los padres y madres podamos trabajar. Frente a esta realidad desde LAB estamos situando en el centro de todos los debates y con carácter estratégico el proyecto pedagógico: responder a las necesidades afectivas y educativas del alumnado. Junto a ello, la garantía de empleo y condiciones dignas a todos los trabajadores y trabajadoras.

Esta pandemia está afectando a todos los sectores, a la hostelería y al sector servicios, pero también al sector cultural, donde la incertidumbre es grande en cuanto a su actividad, ¿Qué medidas se tendrían que tomar para garantizar la continuidad de una cultura que tantas veces ha sido despreciada por los gobiernos, y que ahora se encuentra en una situación límite?

La cultura es segura y tiene un poder creador, transformador fundamental para darle una salida distinta a esta crisis, para poner en el centro nuestras  vidas que tenemos que cuidar. Se permite que miles de trabajadores/as compartamos el mismo espacio para producir pero no para poder disfrutar de la vida, ser felices. Necesitamos la cultura para nuestro desarrollo y felicidad personal y colectiva. Por tanto, por un lado, tenemos que apoyar con todas las medidas necesarias el mantenimiento de su actividad. Por otro, tienen que destinarse partidas económicas suficientes para rescatar, invertir en cultura y garantizar el trabajo de estas personas.

Los trabajos más precarios y vulnerables, como los falsos autónomos, parece que, después de un primer momento, han vuelto a invisibilizarse, ¿Qué postura tiene LAB con el colectivo de los riders, o de otros falsos autónomos que parecen desprotegidos por la legislación laboral actual?

El sindicato LAB tiene entre sus objetivos estratégicos las tareas de recomposición del sujeto de clase. Dicho de otro modo, hacer frente a la atomización del sujeto de clase que dispersa nuestra fuerza colectiva, individualizando las relaciones laborales, arrebatando la condición de trabajador (riders y falsos autónomos) a las personas en situación más precaria. Más allá de las palabras, nos hemos puesto manos a la obra y hemos constituido una sección sindical con el colectivo de riders para su organización y empoderamiento. Fruto de este trabajo y lucha la Inspección de Trabajo resolvió una denuncia presentada por LAB reconociendo su condición de falsos autónomos y por tanto reconociendo su condición de trabajadores por cuenta ajena. Posición ésta avalada recientemente por el Tribunal Supremos español.

¿Los ERTES no están siendo utilizados, en muchos casos, por las empresas de forma fraudulenta, y que respuesta se está dando para enfrentarlos?

Desde LAB siempre hemos defendido que los ERTE por fuerza mayor tenían que responder a tres criterios muy concretos: controlar la concurrencia de las causas que justifican su aplicación por causa mayor y limitar su duración a la vigencia estricta de las mismas, complementar los mismos para garantizar los ingresos de trabajadores y trabajadoras, y por último establecer garantía de empleo para evitar su destrucción. Nuestras propuestas no fueron aceptadas y asistimos a situaciones injustas dónde trabajadoras han perdido ingresos y en el futuro serán despedidas. Dicho de otro modo, el Gobierno se ha plegado a la barra libre solicitada por los empresarios navarros y vemos como a día de hoy muchas empresas (sobre todo medianas y grandes) han vuelto a niveles de producción anteriores y siguen manteniendo en ERTE a trabajadoras (fundamentalmente son mujeres) para ahorrar en costes. Por último, los empresarios navarros que demandan miles de euros en ayudas públicas no adquieren ningún compromiso para garantizar el empleo ni asumen su responsabilidad para garantizar los ingresos de trabajadores y trabajadoras. Lo ocurrido con la deslocalización de Siemens – Gamesa es un ejemplo de ello. Para nosotras, y así se lo hemos trasladado al Gobierno y a la CEN, es fundamental llegar a acuerdos que garanticen el empleo y condiciones dignas en Navarra. La CEN no está dispuesta a ello y el Gobierno actúa en esta materia como su portavoz.

¿Cuáles son los conflictos, ahora mismo, abiertos en las empresas de la comunidad navarra, y en el conjunto de Euskal Herria, y que movilizaciones se están produciendo en defensa de los servicios públicos, la sanidad y el ámbito educativo?

La clase trabajadora está inmersa en distintas luchas sindicales y movilizaciones. Nos hemos movilizado junto con el movimiento juvenil Ernai en contra del paro juvenil, en defensa del empleo y el futuro. En este momento los trabajadores y trabajadoras de Trenasa están en lucha en contra del cierre de la empresa y en defensa de sus puestos de trabajo, de su futuro y el de sus familias. El personal sanitario con el apoyo de los pueblos y barrios se está movilizando todos los miércoles en defensa de los centros de atención primaria. En el ámbito educativo sindicatos, estudiantes y el resto de agentes de la comunidad educativa seguimos con dinámicas de movilización, al igual que las trabajadoras de los comedores escolares. Una manifestación en favor de un cambio del modelo en las residencias de mayores recorrió las calles de Pamplona – Iruñea convocada por la Asociación de usuarios y usuarias Zainduz – Cuidando. Pero de entre todas ellas me gustaría hacer referencia a las trabajadoras del sector de Intervención Social (distintos centros y servicios públicos de atención a menores, familia, mujeres víctimas de violencia machista, personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, personas migrantes, personas en situación de desempleo, etc.). Trabajadoras en lucha (con huelgas) para exigir al Gobierno de Navarra y a la patronal un convenio digno. La fuerza y ganas de lucha de estas trabajadoras es enorme y con su digna lucha están planteando el resto colectivo que tenemos de pelear por unos servicios sociales de calidad.

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