Entrevista a Alberto Sánchez Colomo, candidato del PCTE a la Comunidad de Madrid

No existe libertad mientras exista la esclavitud asalariada, clave de bóveda del capitalismo.

Por Manuel Pérez

Alberto Sánchez Colomo, Secretario Político del PCTE, encabeza la lista del partido a las Elecciones Autonómicas. Es profesor de Educación Física, interino en un instituto de Madrid. Militante desde los 18 años, acumula ya un importante bagaje en las movilizaciones que durante la última década han tenido lugar en nuestra región. Es Presidente de la AV Manzanares-Casa de Campo y afiliado a CCOO, organizaciones desde las que lucha diariamente junto al resto de sus compañeros por mejorar las condiciones de vida y trabajo del pueblo madrileño.

¿Qué te llevó a afiliarte a un Partido Comunista y por qué crees que debería hoy alguien afiliarse en el PCTE?

En mi caso concreto fueron un conglomerado de ideas más sostenidas por el romanticismo revolucionario, historia familiar y conciencia de que ningún partido parlamentario era consecuente con los planteamientos de los grandes revolucionarios, por lo que voté en las primeras elecciones y tomé partido. La formación política fue poco a poco abriéndose paso hasta una verdadera toma de conciencia del marxismo-leninismo.

Estamos viendo cómo el sistema da claras muestras de agotamiento, incapaz de garantizar la salud pública, unas condiciones de vida dignas para la mayoría de la humanidad, amenazando y provocando daños irreversibles al medio ambiente y las amenazas que ello conlleva. No hay futuro en este sistema, pero no va a caer solo, debemos derrocar el poder de los capitalistas para construir el poder obrero. Cuanto más crezca y se fortalezca el PCTE, más cerca estaremos de la revolución, que debe ser obra de la clase obrera y el pueblo.

¿Por qué el PCTE se presenta a las elecciones? ¿Qué expectativas albergáis de cara a este 4 de mayo?

Precisamente porque nos permite trabajar en esa línea, preparar las condiciones subjetivas para la revolución. Nosotros entendemos que hace tiempo el sistema capitalista, desde que entrara en su fase imperialista, supone un lastre para el progreso de la humanidad y que precisamente son las relaciones de producción las que constriñen el desarrollo de las fuerzas productivas que nos permitirían, de inmediato, cubrir las necesidades básicas de toda la población. Hablamos de que las condiciones objetivas para la Revolución están servidas, pero el sistema no caerá solo.

Por ello, los comunistas estamos dispuestos a luchar en todas condiciones y el escenario electoral es uno de ellos. No albergamos esperanza alguna en una gestión del capitalismo a favor de la mayoría trabajadora, pero sí creemos que llevar la voz de la clase obrera a las instituciones, facilitará el proceso de acumulación de fuerzas en clave revolucionaria.

Nuestros objetivos son dar a conocer a más gente nuestro proyecto, que la alternativa revolucionaria llegue a más trabajadores y, por supuesto, que nos sirva para crecer, impulsando nuevas células comunistas en centros de estudio y de trabajo, en los barrios obreros.

Se está hablando mucho de que estas elecciones son en clave nacional, ¿Cómo analizas el contexto de estas elecciones autonómicas?

Nosotros llevábamos varios meses impulsando una campaña regional con la consigna de «Abajo el Gobierno», frente a las críticas tibias que escuchábamos en la Asamblea de Vallecas que a lo más que llegaban era a plantear la dimisión de Ayuso o algún consejero o maniobrar hacia una moción de censura. Estas fuerzas estaban maniatadas porque muchas de sus críticas al Gobierno Regional, tienen su parte de competencia central, por lo que no solo su oposición parlamentaria ha sido timorata, sino que han utilizado su influencia en Madrid para contener la movilización.

Es imposible separar la gestión del Gobierno de España del de Madrid, pues ambos han venido aplicando las políticas que la patronal ha demandado, anteponiendo las necesidades del capital frente a la protección de la salud, socializando las pérdidas empresariales inyectando miles de millones de euros, mientras el paro, la precariedad y la pobreza crecen.

¿Qué medidas adoptaría el PCTE para hacer frente a la pandemia?

Es prioritario el cambio de prioridades, poniendo en primera instancia la protección de la salud. Si debemos paralizar la producción y el consumo no esencial, se paralizan, garantizando la producción, el abastecimiento y los servicios esenciales en condiciones de seguridad. Porque lo que hay común en toda España es que ningún gobierno autonómico, ni el Gobierno de España han apuntado hacia el centro de trabajo como lugar de contagio, lugar en el cual los trabajadores pasan la mayor parte del tiempo y donde los protocolos de prevención y seguridad en el trabajo muchas veces solo están en el papel.

Por otro lado, en cuanto a la vacunación, es necesario socializar las patentes hoy desarrolladas, nacionalizar las farmacéuticas y destinar mucha más inversión a investigación, mientras se ponen los centros de salud a pleno rendimiento, reforzando las plantillas de todas las categorías hasta permitir el acceso a la vacuna de toda la población.

Por último, planteamos cerrar el Zendal y abrir plantas y camas cerradas en los hospitales madrileños, recuperar la atención presencial en los centros de salud y abrir los SUAPs e intervenir la sanidad privada para poner todos sus medios a disposición de la Sanidad Pública. De este modo no solo combatiremos la pandemia, sino que estaremos en condiciones de hablar de calidad asistencial en nuestra sanidad.

Háblanos un poco del programa electoral, ¿Qué puntos consideráis urgentes?

Además de nuestra propuesta para hacer frente a la emergencia sanitaria y el deterioro de la Sanidad Pública, planteamos la expulsión de todas las empresas que parasitan nuestros servicios públicos y hacen negocio con nuestras necesidades, incorporando a sus trabajadores a las plantillas de la Administración Pública.

En cuanto al problema de acceso a la vivienda, la solución pasa por la expropiación a los rentistas y la puesta a disposición del pueblo de estas casas en régimen de alquiler social, prohibiendo de inmediato los desahucios y los cortes de suministros. Debemos paralizar los grandes pelotazos en marcha y derogar la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid.

Por otro lado planteamos la expropiación de toda empresa que trate de deslocalizar la producción, las tierras sin cultivar y las parcelas industriales sin uso, promoviendo un plan de reindustrialización de la Comunidad bajo control obrero.

Planteáis toda una serie de cuestiones que no son competencia autonómica, o bien, que en la actualidad la legislación no lo permite, ¿Cómo propones llevarlo a cabo?

El marco legal es moldeable en función de la correlación de fuerzas, nuestras reivindicaciones suponen un programa de lucha que oriente la movilización. Solo mediante la movilización en los centros de trabajo, en los centros de estudio y en los barrios obreros podremos conseguir alguna de todas estas reivindicaciones y por eso llamamos a la organización en los sindicatos de clase, en las organizaciones vecinales y en las plataformas de lucha, porque es necesario tomar las riendas de nuestro futuro.

Ahora bien, en el capitalismo cualquier avance en materia de derechos o mejoras en nuestra calidad de vida está siempre sujeto a la intención de la patronal de aumentar nuestra explotación para aumentar su ganancia. La crisis de 2008 provocó importantes retrocesos en este aspecto, pero la crisis actual está intensificando este retroceso, provocando un rápido y profundo empobrecimiento en amplias capas del pueblo de la mano de la tendencia a la uberización de las relaciones laborales. De ahí que todas nuestras reivindicaciones apunten a la necesidad de resolver la contradicción principal de este sistema, deshaciéndonos de la burguesía y construyendo el poder obrero.

De ahí que vuestro lema de campaña sea Comunismo Es Libertad

Efectivamente. No existe libertad mientras exista la esclavitud asalariada, clave de bóveda del capitalismo. Solo cuando los que todo lo producimos, los que cada día ponen en marcha el mundo, seamos dueños del producto de nuestro trabajo y podamos decidirlo todo, planificando todo el proceso productivo para la satisfacción de las necesidades de la mayoría, solo en ese momento habremos alcanzado nuestra emancipación. Solo en el comunismo es posible hablar de verdadera libertad.

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