Enfermar pone en peligro tu trabajo

Carlos Sánchez Fernández
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública

Hace poco se ha producido una sentencia del Tribunal Constitucional  (TC) que avala el despido de un trabajador por haber tenido varias bajas de corta duración que estaban justificadas por su médico. La sentencia da por buena la modificación que se produjo en 2012 (durante el gobierno de Rajoy) del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores que con este cambio dice textualmente: «El contrato podrá extinguirse: 1. d) Por faltas de asistencia al trabajo, aun justificadas pero intermitentes, que alcancen el veinte por ciento de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos siempre que el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores alcance el cinco por ciento de las jornadas hábiles, o el veinticinco por ciento en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses.»

Hay que tener en cuenta que el artículo no incluye las bajas debidas a accidente de trabajo, maternidad, riesgo durante el embarazo y la lactancia, enfermedad y accidente con baja de duración mayor de 20 días, debidas a cáncer o enfermedades graves o en personas con discapacidad.

Las bajas médicas que sí pueden ser objeto de despido son las que superen el 20% de días de trabajo hábiles en un periodo de dos meses continuados, siempre que el total de días de ausencia sea como mínimo el 5% de las jornadas hábiles, o el 25% en un periodo de 4 meses discontinuos, dentro de un periodo de 12 meses.

Estas medidas se adoptaron partiendo de una “fake news” que es utilizada con frecuencia y que dice que en España el absentismo es muy elevado, lo que no se corresponde con la realidad. En 2018 Eurofund situaba el absentismo laboral en España  en el 27,3% (los que habían faltado al trabajo aunque fuera un solo día en el último año por motivos de salud), frente al 45% de promedio en Europa. Conviene tener en cuenta que existe una relación inversa entre riqueza de los países y absentismo, así los que tienen mas absentismo están países como Finlandia, Dinamarca, Suecia y Alemania, y entre los que menos Portugal, Rumania, etc.

Las bajas son más frecuentes entre los trabajadores mas mayores, lo que parece lógico porque se trata de personas con más probabilidad de tener enfermedades crónicas

El coste para las empresas de las bajas ha ido disminuyendo con el tiempo desde el 12,9% en 2008, hasta el 12,1% en 2017 y el 9,19% en 2018, o sea que tampoco es un problema económico muy relevante.

Contra lo que se suele pensar no hay una gran diferencia entre el absentismo en el sector público y el privado que se mueve alrededor del 2,5% en la ultima encuesta de población activa.

Otra cuestión a tener en cuenta es el impacto que puede tener el acudir al trabajo estando enfermo, tanto para los propios trabajadores como para el resto de la población. Según la Encuesta nacional de condiciones de trabajo del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 41% de los trabajadores afirmaron haber ido a trabajar estando enfermos en los últimos 12 meses, en 2015, mientras que en el 2010 fueron el 35%.

Es un tema importante porque un trabajador enfermo corre riesgos para su salud, que previsiblemente se deteriora, y tiene mayores riesgos de accidentes de trabajo. Por otro lado, pone en riesgo a la población a la que presta sus servicios porque disminuyen su capacidad de atención y sus habilidades ¿Viajarían los señores del TC en un avión o en un autobús sabiendo que el piloto o el conductor están enfermos? ¿dejarían que les opere un cirujano enfermo?,  probablemente cambiarían de opinión.  Además en aquellos trabajos que se realizan cara al público supone un riesgo para las personas a las que atienda en el caso de enfermedades infectocontagiosas. Un buen ejemplo es la gripe y la insistencia de las autoridades sanitarias en que se produzca la vacunación de los trabajadores de la Sanidad precisamente para evitar que se conviertan en un foco de extensión de la enfermedad.

O sea que existen serias razones de interés general para que un trabajador enfermo no este en su puesto de trabajo, algo que no ha considerado la sentencia del TC

Evidentemente se trata de una sentencia vergonzosa que, una vez mas, pone en cuestión a la justicia española y que es probable que acabe siendo  rectificada por los tribunales internacionales. En todo caso, y de manera urgente, hay que exigir al Gobierno y al parlamento que cambien esta legislación tan regresiva y tan lesiva para los intereses y la salud de las personas.

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