En el Partido Popular no pueden ocultar su preocupación: Ayuso ya empieza a dejar de ser un activo para convertirse en un problema creciente.
Por Lucio Martínez Pereda | 9/04/2024
No sabemos quién va ganado y quien va perdiendo. Cuando la guerra política alcanza un punto álgido la polvareda del combate impide hacer recuento de heridos. Empecemos por la derecha. La boda de todo el partido popular madrileño no podrá evitar que cuando se acaben los confetis Ayuso sea vista como lo que es: una verruga en la cara de Feijóo. En el Partido Popular no pueden ocultar su preocupación: Ayuso ya empieza a dejar de ser un activo para convertirse en un problema creciente. Empieza a ser vista en el partido más como un pesado y sospechoso fardo en la bodega -sobre el que hay que estar dando continuamente explicaciones- que como pista de despegue. Esta boda horterizada e hipermediatizada, aunque haya proporcionado un respiro momentáneo a Ayuso, está sirviendo para aumentar el enfado social con el partido popular. Se ha acabado el fin de semana de Fiesta Nacional, con su fútbol y su bodorrio incluidos, y la señora Ayuso tendrá que volver a enfrentarse a la realidad. Veremos qué pasa.
Continuemos por la izquierda. Vuelve el miedo a Podemos, y la Cadena Ser -una radio obediente y cumplidora- se ha puesto a trabajar en su encargo. El PSOE está rodeado de aguas turbulentas a su derecha, pero también a su izquierda. Y esto último se nota y se nota mucho. Sumar fue una marca creada para concentrar todo el voto a la izquierda del PSOE pero ahora la reaparición de un Podemos que maneja las redes con suma habilidad, abre un horizonte de incertidumbre para la gente de Sánchez. Y esto se nota, y se nota mucho: la cadena Ser está haciendo últimamente unos análisis de encuestas presentando los sufragios que Podemos le arranca a Sumar como votos desperdigados e inútiles, e incluso -no lo dicen pero lo dan a entender- como votos que acabarían facilitando más diputados para la derecha. Con el retorno del miedo a Podemos: ¿también volverá Venezuela capital Madrid, como dice Enric Juliana? Veremos qué pasa.
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