Empresas de gas y petróleo occidentales se beneficiaron con el golpe en Birmania

Una investigación del periódico británico The Guardian muestra cómo grandes empresas de combustibles fósiles se beneficiaron en Birmania tras el golpe de Estado.

Por Oriol Sabata

Según apunta el rotativo británico, empresas británicas y estadounidenses «continuaron ganando millones de dólares con operaciones que han ayudado a apuntalar al régimen militar birmano».

En 2021, el ejército dio un golpe de estado y tomó el poder. Desde entonces, el país se encuentra gobernado por una Junta Militar acusada de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Se calcula que más de 2.900 personas han muerto a manos de las fuerzas armadas fruto de la represión y hasta 18.000 han sido arrestadas.

Paradójicamente, Estados unidos y Reino Unido anunciaron este 31 de enero nuevas sanciones económicas contra la Junta Militar birmana mientras de manera paralela empresas privadas de estos países siguen haciendo negocio y reforzando al régimen.

A pesar de las condenas públicas contra la junta birmana, ni Washington ni Londres prohíben o sancionan a sus corporaciones por operar en el país.

Entre estas empresas, se encuentran, por ejemplo, Myanmar Energy Services, filial de Halliburton; la compañía Baker Hughes, la firma estadounidense Diamond Offshore Drilling o Schlumberger Logelco.

La actividad de estas empresas supuso una inyección importante de dinero para el régimen birmano a través de impuestos y regalías para el estado.

Las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos advierten que estas compañías tienen manchadas las manos de sangre al financiar a la Junta Militar de Birmania.

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