El traidor sale otra vez de su agujero

Emiliano García-Page se ajusta a la más básica y ancestral figura del traidor político.

Por Lucio Martínez Pereda | 21/02/2024

Los medios de derechas españoles y el PP están intentando hacer pasar las elecciones autonómicas como si hubiesen sido un referéndum. Afirmarán que la derrota de los socialistas en Galicia es un rechazo de los gallegos a la amnistía, y ocultarán que el partido que más ha crecido -el Bloque- no sólo es partidario de la amnistía sino que quiere llevarla más lejos que el PSOE.

Page, sale en ayuda de Feijóo y siguiendo la estrategia del PP, pervierte este mandato del resultado electoral y dirigiéndose a la dirección del PSOE lo convierte en todo lo contrario: “deben rectificar” En los sueños húmedos de este delirante y zafio castellano manchego está convertirse en el nuevo líder del PSOE que lleve al partido hacia una posición de centro derecha, y tras reactivar con el PP el bipartidismo surgido del 78, volver al neo turnismo político de hoy te olvidas tú de mi corrupción, mañana me olvido yo de la tuya.

Pervertir la función política del voto para ponerla al servicio de una estrategia propagandística es una de las prácticas más habituales en los partidos políticos que tienen problemas. Lo estamos viendo ahora mismo con los resultados de las elecciones gallegas y el Partido Popular . Algunas veces lo obvio se nos oculta apareciendo bajo la apariencia confusa de lo obtuso. Es el caso de esta cuestión actual: en Galicia han tenido lugar unas elecciones para elegir al presidente de la Xunta y no un referéndum sobre la amnistía.

Al hilo de esta aclaración me surge una duda sobre quién representa mejor hoy en España la más básica y ancestral figura del traidor político. En el traidor siempre hay dos elementos que orientan las fuerzas y el momento usados en su acción. Estos dos elementos son la maquinación y la vileza. La primera (La Maquinación) tiene que ver con las fuerzas con las que se coaliga el traidor -siempre los maximos y más peligrosos adversarios del traicionado- y la segunda (La Vileza) guarda relación con la oportunidad que elige para ejecutar sus golpes: cuándo observa en el traicionado sus momentos de maxima debilidad.

El señor Page -no podemos ocultar que es el personaje que actualmente mejor representa el contenido arquetípico de la figura del Traidor Político- se olvida de algo fundamental: en el mundo anglosajón, de mayor pragmatismo político, la figura del traidor apenas tiene relevancia, pero en el mundo político influido por la religión católica, los tradicionales mensajes de contenido cristológico, aunque no resulten muy reconocibles, están muy activos, y el votante es muy dado a percibir el oportunismo político éticamente rechazable, bajo la figura del Traidor.

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