Pensar que en una sociedad del siglo XXI haya un rey, con reina con princesitas, y con familia real es un poco contradictorio. Pero bien, si vamos a Inglaterra, Bélgica, Luxemburgo o países como Suecia y Noruega, estos son una institución. Imagino que por diferentes actitudes sociológicas…
El problema es que nosotros, en gran parte, no somos de esos países nórdicos, somos del Sur. Y a nuestra zona, no hay ya ninguna monarquía. Bueno sí, una, la que nos ha tocado en nuestro país. Y no sé si las otras lo hacen mejor, pero nos ha tocado la más corrupta, la que peor gestiona, la que proviene de una dictadura, y mejor no hablemos de los privilegios habituales de las coronas. Me hace un poco de rabia ya que me mezclan el procés con la la corona, al PdeCAT, reprochándose con el rey y ahora Felipe queda como el “Español del año”. ¡Qué cara!
Entiendo que para mucha gente el rey puede ser un referente. Y entiendo que lo sea ya que cuando de verdad nos enfadamos (aquí en Cataluña) es cuando gestiona mal lo del “procés”. Pues mirad, a mi me saca de quicio esa gestión. Pero cuando veo la corrupción, que cobran de nuestro sueldo y que se enriquecen a causa del proletariado lo de Cataluña simplemente es “una más” de la monarquía. Y ahora os digo, para mi tenemos que dibujar a esa gente que tienen el rey en las nubes un referente como uno de los 30 000 mineros que les recortaron un 64 % en su sector o esos pensionistas, que muchos a su gran edad salieron a las calles el otro día por el ridículo de subirles las pensiones un 0,25 %. No un vividor que cobra 234 000 euros al año y 59 000 euros al mes por simplemente ser hijo de… (hijo de Juan Carlos, no pretendo insultar, ya nos insultan ellos día a día robando al pueblo). El señor que es padre de… cobra 187 000 al año. ¡Uno que ni si quiera va a ver el fútbol! ¡Al menos el presidente pepero nos sale más barato! (Bueno, eso está por ver, M. Rajoy). Y ahora me voy a otro dato que nos indica que esta institución está obsoleta. La exreina y la reina cobran 105 000 y 128 000 respectivamente. O sea, el rey 234 000 y la reina 128 000. Una diferencia de 106 000 euros. Puestos que nos roban y que quieren ser un ejemplo, al menos un poco de equiparación salarial no estaría mal, ¿no? El día 8, Leticia podría salir a la calle por la brecha salarial al lado de los comunistas que dice Arrimadas y ¡no pasaría nada! (Aquí podría hablar también del sueldo de las dos niñas que cobran más que cualquier habitante de este país…).
Y ya que nombro a la Inés Arrimadas tengo que decir una cosa. Ciudadanos son esos que van de modernos y están a favor de una institución del siglo XII. Ostras, veo que aprenden de Macron lo de ser de derechas pero no lo de ser Republicano. Bueno a lo mejor se piensan que serlo es ser de Trump… Quién sabe de una gente que no saben ni lo que son ellos mismos.
En fin, España, Cataluña o lo que sea vive un momento malísimo. Y todo se mezcla, todo se trata de decirle al otro que es malo sin ninguna autocrítica. Y de mientras, el fantasma de la Monarquía española se pega una gran vida. En principio, en la edad media el rey tenía la función de dar alojamiento y seguridad a cambio de unos impuestos a sus ciudadanos. Ahora la Monarquía es un parásito de nuestra sociedad. Un parásito que roba de forma legal con esos sueldos y a la vez que lo hace de forma ilegal. Un parásito que se pone de referente para toda la España profunda pero que por detrás se aprovecha de ellos. Cualquier persona que viva en este país, sea de donde sea, sienta de donde se sienta, trabaje o no lo haga, tiene más mérito que esa familia. Des de los que luchamos hasta el facha de Vox que dice a por ellos y sale a la calle a favor del rey cuando a trabajado y sufrido más que el propio rey.
Si fuera Ada Colau no plantaría al rey. Iría allí y le diría en la cara a ese señor lo lejos que está de su gente, lo lejos que está de su época y le repetiría las injusticias cometidas de él y de su familia.
Acabo este escrito y pienso.. “¿Es normal que en el 2018 esté escribiendo sobre como de injustos son los privilegios de la Monarquía?”.
Un buen comienzo es no comprarles el cuento de príncipes y princesas. No enfrentarnos unos con otros para dar sentido a su anacrónica existencia. Invitarles con amabilidad a ser uno más y no imponernos privilegios por la cuenta que les tiene …