El responsable del hundimiento del PSOE no es Pedro Sánchez sino la ciudadanía

Por Pedro Arancón @PeriquinRo | Ilustración por @SumoDeNaranja

Ser apartidista no implica no tener opinión sobre los avatares políticos que se van sucediendo. Ser apartidista permite tener una visión objetiva al no tener que pasar estas opiniones por el filtro de la lealtad a ningún partido o grupo de interés económico.

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Este análisis de la situación que vive el PSOE está hecho desde el apartidismo y sin ningún tipo de acritud con los aludidos; mas al contrario, está hecha con ánimo constructivo.

Afirmar que el culpable de la desintegración del PSOE es Pedro Sánchez es una simpleza y una falsedad promovida precisamente por sus principales causantes: aquellos que desde el mismo momento en que este partido conquistó su primer triunfo electoral en el año 1982 comenzaron a manchar y desgastar sus siglas, adoptando políticas neoliberales desde hace mucho tiempo en contra de su propia naturaleza y traicionando su ideario.

La culpable o el detonante de este proceso que apunta al borrado del mapa político del PSOE tal como le ha ocurrido al PASOK en Grecia, es la ciudadanía, la cual puso una fecha de caducidad ‘sine die’ a los grandes partidos el 15 de mayo de 2011.

Tras el 15M, la explosión de la crisis mundial provocada por las oligarquías disfrazadas de democracias provocó en España la aparición de partidos emergentes, donde han encontrado refugio un buen número de votantes tanto de izquierdas como de derechas, muchos de ellos moderados, que ha hecho rebajar en unos cuantos millones la base de votantes tanto del PP como del PSOE.

Este proceso que se ha desarrollado en la izquierda española no ha evolucionado de la misma forma en la derecha, donde Ciudadanos, el partido que ha recogido en forma de votos el hartazgo de un gran número de votantes del PP, ha decidido que una opción para el desbloqueo de la situación política de este pasa por tenderle una mano salvadora al partido imputado por corrupción, máximo exponente de la frustración precisamente de los votantes que les habían traspasado su confianza y por lo que parece el electorado de este segmento del censo empieza a pensar que ´mas vale malo conocido que bueno por conocer’. El PP, de momento, se ha salvado de la quema.

Da igual quien hubiese sido el Secretario General o el candidato a la presidencia del Gobierno de España en el PSOE: Pedro Sánchez, Madina, Susana Díaz o el mismísimo Felipe González, el líder en la sombra no solo del PSOE sino de un entramado que incluye a medios de comunicación afines a este Régimen, cada vez mas numerosos por lo que se está viendo estos días: es incomprensible que mientras medios como The New York Times, The Guardian o muchos otros ya hablan literalmente de un ‘Golpe de Estado’ en el PSOE, en España los principales medios intentan poner paños calientes a este atropello a la democracia interna, donde una decisión de tanta trascendencia como la de abstenerse o no en la investidura de Mariano Rajoy, presidente del primer partido imputado por corrupción en España, intenta ser secuestrada a la militancia por un puñado de individuos cuyo único objetivo lógico es que las cloacas del Estado sigan a refugio; en manos de los que han sido los grandes partidos de España de las últimas décadas.

Si el PSOE sirve en bandeja la presidencia a Mariano Rajoy es mas que obvio que provocará su hundimiento definitivo. Sería un partido sin espacio político diferenciador.

¿Que no tendrán que ocultar Felipe González y sus secuaces para preferir la desaparición del partido antes de facilitar que partidos poco afines al régimen postfranquista entren en las cloacas, lo cual podría despejar unas cuantas X en esta mal llamada democracia?

Sinceramente, me importa muy poco el futuro político de Pedro Sánchez pero sin duda se ha producido con estos sucesos en Ferraz una oportunidad histórica para desenmascar las verdaderas intenciones de algunos y para despejar las X de muchos sucesos ocurridos durante todos estos años en las cloacas.

Si Pedro Sánchez sale airoso de este proceso ya no tendrá la obligación de guardar lealtad con aquellos con los que han intentado derribarle utilizando métodos dictatoriales.

Podría ser el momento de formar un Gobierno donde tengan cabida todos; “todos menos el PP y menos el sector X del PSOE ”.

Esta sería la única forma posible de salvar al PSOE: sinceridad y honestidad con los valores que encarnaban esas siglas hace unas décadas. Es el momento de limpiar las siglas del PSOE; es el momento del “Caiga quien caiga”, Pedro Sánchez.

Pedro Arancón

Activista apartidista desde 2010.

En la actualidad, presidente de la plataforma X la Honestidad

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