El regreso de la Marea Blanca

Las movilizaciones en Madrid contra la “telemedicina” de Isabel Díaz Ayuso pusieron un freno al amplio abanico imaginativo que tiene la derecha para intentar precarizar (aún más) y privatizar (aún más) la salud pública. 

Por Santiago Torrado / La tinta

Más de 300.000 personas se movilizaron el pasado domingo por las calles de Madrid en defensa del sistema público de salud. La iniciativa de sustituir parte del servicio de urgencias con “médicos por videoconferencia” fue la gota que colmó un vaso lleno de privatizaciones y recortes y una pandemia mundial. La propuesta es el último grito de moda entre conservadores privatistas. La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo defendía así:

“Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, con videoconsulta con el médico o con la enfermera, a los ciudadanos se les puede atender. La mayoría de los ciudadanos que acuden a estos centros suele revestir una complejidad media que se puede atender con la enfermería perfectamente”.

A la indignación y el estupor generalizado, sobrevino la bronca. La remisión de la pandemia y el plan de normalización del sistema de salud después de estos años traumáticos para el sector abriga, al fin y al cabo, una fuerte ofensiva contra el personal sanitario y, en consecuencia, contra los usuarios. El plan de Ayuso pasa de aplaudir a los sanitarios en los balcones durante el aislamiento a precarizar aún más su trabajo sin cortapisas.

El plan contempla que los 80 centros de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad permanezcan abiertos las 24 h, pero solo la mitad contará con un médico presencial. El resto funcionará a través de “telemedicina”. Sindicatos y organizaciones de base calificaron el intento de “barbaridad inviable”.

Desde las 10 de la mañana del domingo, las inmediaciones del centro madrileño ya acusaban una fuerte concurrencia. A los miles de trabajadores del sector, enfermeras, auxiliares, médicas, directivos, personal administrativo, de limpieza, entre otros, se sumaban largas columnas de usuarios venidos desde todos los rincones de la Comunidad Autónoma. Entre otras personalidades, Pedro Almodóvar se sumó a la movilización.

“Lo mismo que salíamos en la pandemia a aplaudir, ahora hay que salir a protestar porque son ellos (los sanitarios) los que mejor saben el deterioro que está habiendo en la sanidad pública y está bien que nos recuerden que la sanidad pública es algo que es trasversal, no es una cuestión política y nos afecta a todos, y por eso es muy importante estar aquí”, destacó el director de cine en diálogo con Público.

Las reacciones no se hicieron esperar y la presidenta de la Comunidad Díaz Ayuso acusó de “político” el paro y la movilización. Señaló a los sindicatos por “ultraizquierdistas” y planteó una motivación “electoral” como motor de la marcha. Faltan seis meses para las elecciones municipales y autonómicas, donde el espacio de Ayuso podría confluir con otras organizaciones del espectro ultraconservador, como VOX, para mantener la alcaldía de la ciudad. Mientras tanto, los acercamientos entre Más Madrid, desprendimiento local de Podemos y el PSOE abren la puerta a una posible gestión conjunta.

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