El pueblo contra Pfizer (Reseña de “The little pink house”)

Por Angelo Nero

Deseando comenzar una nueva vida, la técnico sanitaria Susette Kelo (encarnada por la actriz Catherine Keene) compra una vieja casa en New London, una pequeña localidad portuaria, en el estado de Connectiut, junto al río Támesis. New London fue el puerto de entrada en la costa noroeste de EEUU, y uno de los tres puertos balleneros más importantes del mundo, cuya actividad proporcionó el capital necesario para financiar gran parte de la arquitectura actual de la ciudad, aunque el declive de esa actividad, sumió a la ciudad en una importante depresión económica. Susette llega a este entorno con ganas de darle color a su vida, y rehabilita el caserón hasta hacer de él un hogar confortable, y pinta su exterior de rosa, toda una declaración de intenciones. Y, poco a poco, parece que su vida se tiñe también de rosa, comienza a integrarse en la sociedad de New London, retoma viejas amistades como su compañera de escuela Paulette (Barbara Tyson), e incluso entabla una relación amorosa con un simpático anticuario, Tim LeBlanc (al que da vida Colin Cunningham).

Todo parece ir bien hasta que la farmacéutica Pfizer pone la vista sobre el barrio portuario donde se encuentra la casa de Susette, un barrio empobrecido, donde, con la ayuda del gobernador Lloyd Beachy, que apoya el proyecto de la multinacional como motor económico para la zona, pretenden construir una enorme planta logística para la producción de su producto estrella, la Viagra. A pesar de contar con la oposición de muchos vecinos, que se niegan a vender sus casas, y del propio alcalde, la farmacéutica urde un plan a través de una taimada intermediaria, Charlotte Wells (Jeanne Tripplehorn) entre Pfizer y el gobernador, que intentará, por todos los medios posibles y con muy pocos escrúpulos, hacer realidad el proyecto y derribar la casa rosa de Susette y todas las de sus vecinos, que la convierten en una improvisada líder contra la expropiación de sus viviendas.

La directora Courtney Balaker, también guionista y productora de esta ópera prima, reconstruye en este film el caso de Susette Kelo, que en 1997 compró una casa victoriana en Fort Trumbull, tan cubierta de malezas que “literalmente necesitaba un hacha para llegar a la puerta principal”, para transformarla en una preciosa casa, donde fue feliz, hasta que la Corporación de Desarrollo de New London, tres años después, puso un aviso de desalojo en su puerta. Esto motivó un largo litigio con el ayuntamiento, que alegaba una vieja ley, llamada de Dominio Eminente, por la que cualquiera puede ser desalojado de su propiedad en aras del beneficio común, caso que llegó a la Corte Suprema de los EEUU, gracias al apoyo del Institute for Justice, encarnado en el abogado Scott Bullock (Giacomo Baessato).

Donal Tump apeló a la resolución de este caso para argumentar que el estado podía expropiar por la fuerza a los propietarios de viviendas o tierras, en beneficio del bien común, para la construcción de su delirante muro de separación con México, para impedir la entrada de inmigrantes.

Evidentemente “The little pink house” está muy lejos de ser “Wild River”, el emocionante drama que Elia Kazan rodó en 1960, en la que mostró una batalla épica contra el dominio eminente. Recordemos que en ella Montgomery Clift era un funcionario encargado de expropiar las tierras ribereñas para la construcción de una presa hidroeléctrica –el bien público sobre el particular- donde una anciana, encarnada por Jo Van Fleet, se resistía con todas sus fuerzas a abandonar su hogar, y donde el funcionario tropezaba con sus contradiciones a través de la nieta, la bellísima Lee Remick, de la que, obviamente, se enamoraba.

No es este film, que aquí reseñamos, “Wil River”, ni tan siquiera “Erin Brockovich” y “A Civil Action”, con las que también se compara, pero merece la pena dedicarle los casi cien minutos de su metraje, para ponernos al lado de Susette Kelo y de sus vecinos, y hurgar en las vergüenzas de multinacionales como Pfizer, a las que no les importa otra cosa que no sea aumentar sus beneficios.

Little Pink House. Año: 2017. País: Estados Unidos. Dirección: Courtney Balaker. Guión: Courtney Balaker, Courtney Balaker. Música: Scott McRae, Ryan Rapsys. Fotografía: Alexandre Lehmann. Reparto: Catherine Keener, Jeanne Tripplehorn, Aaron Douglas, Callum Keith Rennie, Colin Cunningham, Miranda Frigon, Rukiya Bernard, Garry Chalk, April Telek, David Milchard, Preston Vanderslice, Rob LaBelle, Giacomo Baessato

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