El populismo histórico norteamericano

El programa con el que se presentó puede ser calificado de radical: jornada de ocho horas, impuesto progresivo de la renta, control del gobierno de los servicios públicos, libertad de acuñación de moneda de plata para elevar los precios agrícolas, control de la especulación de la tierra.

Por Eduardo Montagut

El populismo en Estados Unidos a finales del siglo XIX se asocia al Partido del Pueblo, o Partido Populista, cuyos miembros eran conocidos como los populistas. Se trata de una formación creada en 1892 en el ámbito agrario, y que estaría activa hasta la primera década del siglo XX. El Partido llegó a tener una presencia importante en el Sur y el Oeste, obteniendo representación en las cámaras legislativas de algunos Estados de estas dos áreas geográficas.

A finales del siglo XIX la situación de los pequeños y medianos propietarios agrarios no era muy positiva, con un paulatino empobrecimiento debido a la caída de los precios agrícolas, fruto del evidente aumento de la producción nacional y de la competencia internacional de países como Canadá, Australia, Argentina y Rusia, que pusieron en cultivo inmensas áreas, dada la gran extensión de todos ellos, sin olvidar que la caída del precio de los fletes, es decir, el abaratamiento del transporte marítimo ayudó a hundir aún más los precios. En el último tercio de dicho siglo se produjo un enorme crecimiento de la producción agrícola en el conjunto del mundo, que amenazaba con hundir a los propios productores, especialmente si no eran grandes. Estos pequeños y medianos agricultores norteamericanos padecían, además, más problemas, derivados de la subida los costes de producción y del ferrocarril. Por fin, el Gobierno norteamericano había optado por una política proteccionista a favor de la industria, y por una política monetaria restrictiva que contribuía más a mantener los precios agrícolas bajos y a que los créditos tuvieran altos intereses.

Una alternativa pasaba por el endeudamiento. A principios de los años noventa del siglo XIX sobre un cuarto de las granjas norteamericanas pesaba una hipoteca, un porcentaje que subía al 50% en las granjas del medio-oeste. Ante esta situación, los agricultores decidieron organizarse. Ya en una época temprana, en la segunda mitad de la década de los años sesenta, se fundó en el Sur The Grange of the Order of Patrons of Husbandry. En 1875 nació el Greenback Party, que como su nombre indica buscaba el aumento de los billetes, los conocidos popularmente como los greenback para frenar la caída de los precios agrícolas, aunque terminaría por desaparecer. En 1877 se fundó la Farmer`s Alliance, una Alianza de Granjeros, que pronto se extendió por las áreas agrícolas en crisis. En 1890 plantearon que se pusiera en marcha un banco público para conceder a los agricultores créditos a bajo interés. El Congreso rechazó lo que se pedía, pero esa negativa espoleó a los granjeros a dar un paso más en un sentido político para defender sus intereses.

Así pues, en una reunión celebrada en San Luis en 1892, miembros de los que había sido el Greenback Party y de la Alianza, crearon el People`s Party, el Partido del Pueblo. En el verano de ese mismo año tuvo lugar su Convención en Omaha, que decidió presentar al general James B. Weaver de Iowa como candidato presidencial, sin éxito, aunque alcanzó el 8’5% del voto popular. El programa con el que se presentó puede ser calificado de radical: jornada de ocho horas, impuesto progresivo de la renta, control del gobierno de los servicios públicos, libertad de acuñación de moneda de plata para elevar los precios agrícolas, control de la especulación de la tierra, limitación del poder de los bancos, nacionalización de los ferrocarriles, limitación de la represión de los huelguistas, medidas para profundizar la democracia, limitación de los mandatos presidenciales y elección directa de los senadores.

Como decíamos al principio, el Partido consiguió entrar en varios legislativos estatales y en los niveles locales, y en este sentido, hay que consignar que, al parecer, consiguieron el apoyo del voto afroamericano, pero a costa del blanco. Nunca tuvo predicamento alguno en las áreas industriales ni en las grandes ciudades, ni el Norte y el Este.

La crisis económica llegó a un gran extremo en el invierno de 1893-1894, con un vertiginoso aumento del número de parado. Eso provocaría que los populistas se aliaran con los demócratas. El candidato sería William Jennings Bryan, que aceptó parte del programa populista, y que llevó como candidato a vicepresidente al populista Thomas E. Watson, que impactó como orador en la Convención demócratas. Pero esta candidatura fue derrota por la Norteamérica urbana e industrial, aunque tuvo éxito en la rural y en el Sur y el Oeste.

El populismo fue diluyéndose a partir de 1896, frustrando la posibilidad de haber cuajado un tercer partido en el sistema político norteamericano. En todo caso, algunos aspectos de su programa terminarían con el tiempo adoptándose posteriormente, al plantear la idea de un capitalismo más justo, y no sólo en relación con el ámbito rural.


Bibliografía

Bosch, Aurora (2005), Historia de Estados Unidos, 1776-1945, Barcelona.

Hernández Sánchez-Barba, Mario (1997), Historia de Estados Unidos de América. De la República burguesa al Poder presidencial, Madrid.

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