«Hay 89 víctimas, mientras que 14 personas están recibiendo tratamiento en el Hospital Al-Basel, dos de las cuales están en cuidados intensivos», informó la agencia oficial de noticias de Siria SANA, citando a Iskandar Ammar, un funcionario del hospital.
El ejército del Líbano dijo el sábado que arrestó a un hombre libanés que «admitió haber organizado la reciente operación de contrabando desde el Líbano a Italia por mar».
Líbano, un país que alberga a más de un millón de refugiados de la guerra civil de Siria, está sumido desde 2019 en una crisis financiera calificada por el Banco Mundial como una de las peores de los tiempos modernos.
Casi tres años de colapso económico han convertido al país en una plataforma de lanzamiento para la migración ilegal, con sus propios ciudadanos uniéndose a los refugiados sirios y palestinos que claman por irse a través de peligrosas rutas marítimas.
Hasta 150 personas estaban a bordo del pequeño bote que se hundió frente al puerto sirio de Tartus, a unos 50 kilómetros (30 millas) al norte de Trípoli en el Líbano, desde donde zarparon los migrantes.
Los que iban a bordo eran en su mayoría libaneses, sirios y palestinos, e incluían tanto niños como ancianos, dijo la ONU.
Las familias en el Líbano celebraron un segundo día de funerales el sábado después de que les entregaran los cuerpos de sus familiares el viernes por la noche a través del cruce fronterizo de Arida con Siria.
En la ciudad portuaria norteña de Trípoli, desde donde parten muchos barcos de migrantes, la ira se mezcló con el dolor cuando los familiares recibieron la noticia de la muerte de sus seres queridos.
Cientos de personas se reunieron el sábado para el cortejo fúnebre de una de las víctimas, levantando los puños al aire, mientras los familiares lloraban llevando un ataúd improvisado por las calles.
– ‘Barcos de la muerte’ –
Desde 2020, Líbano ha visto un aumento en la cantidad de migrantes que utilizan sus costas para intentar el peligroso cruce en botes repletos para llegar a Europa.
La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, dijo que tenía informes iniciales de que 10 niños estaban «entre los que perdieron la vida» en el último desastre.
“Años de inestabilidad política y crisis económica en el Líbano han empujado a muchos niños y familias a la pobreza, afectando su salud, bienestar y educación”, agregó UNICEF.
Philippe Lazzarini, director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, dijo: «Nadie se sube a estos barcos de la muerte a la ligera…
«La gente está tomando estas decisiones peligrosas, arriesgando sus vidas en busca de la dignidad».
Lazzarini dijo que se debe hacer más «para ofrecer un futuro mejor y abordar una sensación de desesperanza en el Líbano y en toda la región, incluso entre los refugiados palestinos».
Antonio Vitorino, director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo: «Las personas que buscan seguridad no deberían verse obligadas a realizar viajes migratorios tan peligrosos y, a menudo, mortales».
La mayoría de los barcos que parten del Líbano se dirigen a Chipre, miembro de la Unión Europea, una isla a unos 175 kilómetros (110 millas) al oeste.
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