El mito del emprendimiento

Javier Aledo

El emprendimiento es un enorme sostén ideológico de la cultura capitalista y neoliberal

Normalmente, en nuestra sociedad moderna se nos pinta al emprendedor como una persona vivaz, atrevida, fuente de innovación, de trabajo y de prosperidad. Esta mentira, repetida y repetida hasta la saciedad tanto por la derecha como por sectores de la izquierda, ha calado hondo en el subconsciente colectivo. En el presente artículo acabaremos con el mito del emprendedor.

El emprendedor innovador

Cuantas veces nos han repetido en los medios lo mucho que innovan las famosas “start ups” como Glovo, que son creadas con un volumen ínfimo de capital, y como el riesgo y el atrevimiento de estos emprendedores hace aparecer nuevos sectores productivos. Estos adivinos modernos son capaces de anticiparse a nuestros deseos y, aprovechándose de su sagacidad fuera de la norma, consiguen encumbrar a sus compañías a la cima. Sin embargo, ¿Es esto cierto? ¿Son los emprendedores la fuente primigenia de toda innovación? La respuesta es que rotundamente no.

En la teoría económica convencional se nos pinta al estado como una entidad gris, burocrática, eminentemente ineficiente, cuya única labor es solucionar los fallos de mercado, tales como los provocados por los bienes públicos, etc. La innovación, para los economistas ortodoxos, es de monopolio privado.Lo único que hace el estado es molestar a dicha innovación, incordiando con sus impuestos y su corrupción. No obstante, simplemente con realizar un pequeño y sencillo examen histórico podemos observar que esto no es cierto. Si cogemos un IPhone, podemos apreciar que todo lo que convierte al IPhone en un teléfono inteligente son inventos procedentes del sector público.

En el año 2018 murieron 652 trabajadores en accidente laboral ¿Cuántos emprendedores murieron en 2018 por las mismas causas?

Internet fue un proyecto financiado por el gobierno estadounidense con el objetivo de llevar al hombre a la Luna. La tecnología GPS que nutre a la aplicación de “Mapas” también fue desarrollada por el ejército norteamericano y también Siri fue desarrollada con financiación gubernamental. Por si fuera poco, el primer satélite de la historia fue lanzado por el famoso emprendedor llamado “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”. Además, actualmente todas las investigaciones científicas en torno a la tecnología verde y en nuevos sectores como la nanotecnología o la robotización inteligente son llevadas a cabo con financiación pública, ya que entraña mucho riesgo para que el sector privado se embarque en semejante campaña.

Por lo tanto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el progreso científico es mayoritariamente fruto de la inversión pública y no de los valerosos emprendedores.

El emprendedor amante del riesgo        

Una de las mayores legitimizaciones que aporta el ejército liberal a las escandalosas diferencias entre ricos y pobres es el riesgo que entraña ser emprendedor. El hecho de jugarte el capital en el juego competitivo contra otros emprendedores es razón más que suficiente para tan jugosa remuneración.

Sinceramente, esta razón siempre me ha parecido tremendamente obscena ¿Quién se expone más, el capital o el trabajo?

Para el capital, si un negocio no le resulta rentable se arriesga a perder el dinero invertido, pero el trabajo se juega no poder alimentar a su familia a final de mes, se arriesga a acabar en la calle desahuciado. Además, el trabajo al acudir a su puesto todos los días se juega lo más preciado que tiene el hombre, se juega la vida. En el año 2018 murieron 652 trabajadores en accidente laboral ¿Cuántos emprendedores murieron en 2018 por las mismas causas?

¿Quién puede desde su pedestal moral juzgar a los jóvenes por querer disfrutar de una estabilidad y de la certeza de que van a cobrar a final de mes?

La cultura emprendedora

El otro día se le realizó una entrevista a la candidata a alcaldesa del Partido Popular a mi municipio, Vitoria-Gasteiz. Una de las preguntas que le formularon a la candidata fue la mención del dato de que el 25% de los jóvenes en Euskadi querían ser funcionarios en el futuro y su opinión al respecto. La dirigente popular se mostró contrariada y preocupada por este dato, afirmando que los jóvenes tenían que apostar por el emprendimiento y no por acomodarse en un puesto en la administración.

Esta declaración es del todo obscena y grotesca. Los jóvenes han sido uno de los colectivos que más ha sufrido los embates de la crisis, soportando tasas enormes de paro, temporalidad y precariedad. ¿Quién puede desde su pedestal moral juzgarles por querer disfrutar de una estabilidad y de la certeza de que van a cobrar a final de mes?

La juventud lo que más quiere ahora es estabilidad, seguridad de obtener un salario justo para poder desarrollar su vida de la manera que crean oportuno y formar una familia. No se puede pedir a los jóvenes que lo arriesguen todo para no obtener nada.

Conclusión

El emprendimiento encierra enormes mitos, hemos omitido detalles como la feroz competencia por llegar arriba y a cuantos tienes que pisar para estar en lo alto de la pirámide. El emprendimiento es un enorme sostén ideológico de la cultura capitalista y neoliberal, afirmando que cualquiera puede llegar a lo más alto si trabaja. Es labor de todos nosotros derribar este mito, derribar el mito del emprendimiento.


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4 Comments

  1. Cuanto menos comico, si tan poco riesgo tiene emprender porque los trabajadores en puestos con riesgos laborales no emprenden?

    Y mas comico aun es la limosna que pedis, y mientras pedis esa limosna os creeis tan en posesion de la verdad y la moral que la predicais y llamais malo a lo que no siga vuestras doctrinas.
    Pareceis religiones.

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