El líder ultraderechista Geert Wilders renuncia a ser Primer ministro de Países Bajos

Tras meses de diálogo sin avances significativos y ante la falta de apoyo de otros partidos de la coalición, Wilders ha decidido dar un paso atrás en su aspiración de ser primer ministro.

Por Tomás Alfonso | 18/03/2024

El líder de extrema derecha, Geert Wilders, ha anunciado su renuncia a encabezar el próximo gobierno de Países Bajos luego de cuatro meses de infructuosas negociaciones. Este anuncio marca un giro inesperado en la política neerlandesa, que daba casi por descontando la elección de Wilders como Primer Ministro.

Y es que, después de su victoria en las elecciones de noviembre pasado, Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), se encontraba en el centro de las negociaciones para formar gobierno. Sin embargo, tras meses de diálogo sin avances significativos y ante la falta de apoyo de otros partidos de la coalición, Wilders ha decidido dar un paso atrás en su aspiración de ser primer ministro.

La resistencia hacia Wilders se ha manifestado en varios frentes. Si bien su partido obtuvo una sólida representación en el Parlamento, con 37 escaños de los 150 disponibles, la mayoría de las formaciones políticas se mostraron reacias a apoyar su liderazgo. La postura dura de Wilders en temas como la inmigración y la integración, así como su historial de polémicas declaraciones, generaron preocupación entre sus posibles aliados, incluso con las últimas promesas de Geert Wilders de moderar su discurso

La falta de consenso en torno a la figura de Wilders ha llevado a un estancamiento en las negociaciones para formar gobierno. A pesar de sus esfuerzos por conformar una coalición de derecha, Wilders no ha logrado ganar el respaldo necesario para asumir el cargo de primer ministro. Ante esta situación, y en aras de evitar un prolongado impasse político, Wilders ha optado por retirarse de la contienda por el liderazgo del gobierno neerlandés.

“Gobierno extraparlamentario”

La renuncia de Wilders abre la puerta a un nuevo enfoque en la formación del gobierno. Los líderes de los cuatro partidos involucrados en las negociaciones han acordado explorar la posibilidad de un «Gobierno extraparlamentario», que incluiría tanto políticos como expertos independientes. La idea es construir un gobierno menos sujeto a las rigideces de las coaliciones tradicionales y más abierto a la participación de actores externos.

Pero las negociaciones para la formación de este gobierno extraparlamentario prometen ser complejas. Aunque se espera que los partidos involucrados puedan alcanzar consensos en temas clave, como inmigración o gasto público, queda el intento de mantener un equilibrio entre sus intereses políticos y el encaje de la coalición.

Este nuevo enfoque es una reedición de los discursos sobre tecnificar la política que se acercan incluso a los intentos de “despolitizar la política”, un oxímoron ya que, hasta las decisiones más técnicas, cuentan con una escuela de pensamiento político tras ellas. Aunque si el gobierno extraparlamentario logra funcionar de manera efectiva, podría sentar un precedente para futuras coaliciones y facilitar los acuerdos con la extrema derecha, algo para lo que este primer acuerdo es un paso fundamental que permitirá la normalización total del partido de Geert Wilders en Países Bajos.

La decisión de Geert Wilders y el futuro político

La decisión de Wilders de retirarse de la contienda por el liderazgo del gobierno neerlandés genera una serie de implicaciones sobre el futuro político.

En primer lugar, su renuncia representa un revés significativo para la ultraderecha europea, que veía en su ascenso al poder en Países Bajos una oportunidad para consolidar su influencia en el continente. La falta de apoyos mostrada puede mandar un mensaje a la derecha radica sobre su necesidad de contar con las derechas tradicionales y conservadores para sus planes de futuro. Esta línea ya está trazada en las próximas elecciones europeas, con los grupos de ultraderecha, el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID), intentando atraer a su alianza al Partido Popular Europeo (PPE). Esta decisión indudablemente debilita a la ultraderecha parlamentaria.

Por otro lado, la renuncia de Wilders abre la puerta a un escenario político más dinámico y estable en Países Bajos. Con su retirada de la contienda, se espera que las negociaciones para formar gobierno avancen con fluidez y se logre alcanzar un acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas.

Además, la renuncia de Wilders podría tener implicaciones más amplias para para su propio partido. Wilders ha sido un actor relevante en la política neerlandesa las últimas dos décadas. Su renuncia es un golpe a las bases que le han apoyado estos años y que podrían ver en esto una rendición ante el “globalismo” o el “consenso progre”. La debilidad de los líderes mesiánicos de la extrema derecha suele afectar a sus partidos, dando posibilidad de si surge un gobierno, a que aparezcan nuevos actores más radicales y contestatarios en los márgenes.


Este artículo fue publicado originalmente en Al Descubierto.

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