El Gobierno de México debe tomar medidas severas para detener los asesinatos de periodistas

En apenas cuatro días fueron asesinados en México tres periodistas. Rogelio Barragán Pérez, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en el municipio de Zacatepec, Morelos, el 30 de julio, colaboraba con el medio Guerrero al Instante.

Edgar Alberto Nava López, asesinado el 2 de agosto en Zihuatanejo, Guerrero, dirigía el medio digital La Verdad de Zihuatanejo, además de desempeñarse como funcionario del gobierno municipal. De acuerdo con la información de la Oficina de la ONU, al igual que otros comunicadores de la zona, Nava habría recibido amenazas por su labor periodística.

Jorge Celestino Ruiz Vázquez, asesinado el 2 de agosto en Actopan, Veracruz, colaboraba con el periódico El Gráfico, de Xalapa. Ruiz había denunciado ataques y amenazas en su contra ante la fiscalía estatal y contaba con medidas de protección otorgadas por las autoridades estatales.

Con estos tres crímenes, ya son al menos 10 los periodistas abatidos en lo que va de este año en México. En 2018, la Oficina de la ONU registró el asesinato de 12 periodistas y la desaparición de otro.

A estas muertes se suman otros ataques a medios de comunicación como el perpetrado contra las instalaciones de El Monitor de Parral el miércoles 31 de julio, en el que afortunadamente no hubo víctimas. Tras la embestida, este portal de noticias digital anunció que dejaría de publicar información sobre asuntos relacionadas con la seguridad o el crimen, lo que demuestra el efecto de estas agresiones en la libertad de expresión y el derecho de la sociedad a mantenerse informada.

Las autoridades a investigar inmediata y exhaustivamente estos asesinatos y agresiones, y a procesar ante la justicia a los responsables. Deben agotarse todas las líneas de investigación, incluida la actividad periodística, y tomarse en cuenta las amenazas y ataques que se habían producido e incluso denunciado previamente en algunos de los casos. La violencia contra quienes quieren contar la verdad debe detenerse. Ponerle fin a la impunidad será la mejor medida para prevenir agresiones y proteger a quienes se dedican a la actividad periodística.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.