En Vox temen que esta vez sus afiliados no asuman esta “ operación” sin rechistar, con su habitual fidelidad borreguil al Supremo Líder
Por Lucio Martínez Pereda
Hace un par de días el periódico El País soltaba la noticia: Vox traslada varios millones de euros de las cotizaciones de los afiliados al chiringuito, “ Disenso”, que preside Abascal, sin ponerlo en conocimiento de los afiliados.
La “donación” ascendería al 20% del dinero que había en la caja del partido (10,2 millones de euros), pero en la asamblea anual realizada tras la operación no se informó de su existencia. El movimiento, según afirma El País tampoco constaba en las cuentas anuales del 2021, aprobadas por los afiliados telemáticamente. Tan solo había una mención indirecta y ” oscurecida” en el último párrafo, figurando en los objetivos para el 2022: «Consolidar el gasto en la promoción de principios y valores a través de la Fundación Disenso».
En Vox temen que esta vez sus afiliados no asuman esta “ operación” sin rechistar, con su habitual fidelidad borreguil al Supremo Líder, y en consecuencia nada más conocerse la noticia de la operación que el señor Abascal se ha “ montado”, la dirección del partido ha corrido alarmada a sus redes sociales para intentar frenar el lógico enfado de la militancia.
Pero todo parece indicar que la gente del Estado profundo -los que dirigen realmente el país- ya no ven a Vox como un instrumento de apoyo al PP, ahora lo contemplan como un problema para concentrar el voto de derechas: ni la hasta hace poco “prensa amiga” está dispuesta a dejar pasar el asunto del dinero de los afiliados llevado para el chiringuito Disenso.
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