El error venezolano

María Corina Machado y su candidato hombre de paja han pedido la intervención militar de EEUU y sanciones económicas a Venezuela.

Por Lucio Martínez Pereda | 25/07/2024

Me encuentro entre los que piensan que este domingo habrá “sorpresa mediática” con las elecciones que se celebran en Venezuela. La derecha está cometiendo con estas elecciones el mismo doble error que cometió la izquierda en las últimas elecciones gallegas, cuando daba por perdido el poder de Rueda al frente de la Xunta: no saber valorar el enorme grado de enraizamiento socio político popular de quien está en el poder y confundir la opinión publicada con la opinión pública.

La ultraderecha venezolana, blanqueada con disfraz de derecha liberal, quiere hacer desaparecer los sistemas de protección social y la enseñanza pública gratuita, privatizar los hospitales y la Salud, convertir a los venezolanos en mano barata que emigre a EEUU por salarios de miseria y expoliar sus riquezas naturales y petróleo: su objetivo es saquear al país e introducir las recetas de Milei que han hundido a Argentina en una miseria total.

Este domingo 28 de julio Venezuela se juega seguir siendo una república independiente o pasar a ser una colonia de EEUU suministradora de mano de obra, materias primas y fuentes de energía barata. María Corina Machado y su candidato hombre de paja han pedido la intervención militar de EEUU y sanciones económicas a Venezuela, se han alegrado que los niños y los ancianos del país no pudieran recibir las vacunas del COVID y ocultan que la inflación en Venezuela está bajando rápidamente y Venezuela lidera el crecimiento económico en la región con un 4% anual.

Detrás de la opción ultraderechista disfrazada de liberal- demócrata está un plan oculto de recolonización del gran capital nacional para ponerlo al servicio de las grandes industrias extractivas norteamericanas. Los opositores a Maduro aún no han encontrado una trayectoria de credibilidad para que la opinión pública venezolana los vea capacitados para tener un discurso político propio al margen del calendario y los objetivos propios de la administración americana y además su discurso no cuaja fuera del ámbito de las clases medias urbanas.

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