Por Daniel Seijo
Suele decirse que todos poseemos un marcado instinto de supervivencia desde el preciso instante en el que nacemos, una especie de automatismo del que no podemos huir, un signo más fuerte que los demás, capaz incluso de dominar nuestro cuerpo en ese instante previo a la muerte y guiar a su vez gran parte de nuestra vida. Pero eso es lo que suele decirse, puede que en realidad parte de nosotros luchemos por otro tipo de supervivencia, una realidad que simplemente intenta evitar la lenta agonía diaria que parecemos buscar sin descanso.
Resulta curioso comprobar como mientras arrasamos nuestro entorno en busca de sensaciones artificiales de bienestar, esa necesidad de sobrevivir a toda costa nos sigue acompañando. Parecemos empeñados en ganarle segundos al reloj sin saber realmente si merecen la pena ser vividos. Desde pequeños heredamos un concepto de la vida que no debemos discutir si queremos encajar y ser tratados como uno más en este gran sistema que es la sociedad, un concepto que debemos cumplir a toda costa para no ser tratados como unos inadaptados a los que en el mejor de los casos la sociedad simplemente ignorará. Uno sabe que si se convierte en uno de esos perdedores, se quedará fuera del juego en donde se reparte el pastel y pasará a formar parte de una realidad diferente. Una realidad en la que encontrar el más mínimo halo de luz entre toda la oscuridad que nos rodea se convertirá en una lucha en si mismo por la supervivencia.
El miedo a caer en ese mundo nos lleva a aceptar la regla de esta sociedad: la competitividad en su significado más despiadado. La lucha por la supervivencia ya no es simplemente una lucha por la libre convivencia sin sobresaltos, no, ahora el egoísmo ha transformado esa lucha en algo más aciago.
Desde muy pequeños se intuye en nuestro entorno una imperiosa necesidad por convertirnos en el mejor en todos los aspectos posibles, una necesidad que nuestros propios padres nos inculcan al repetirnos constantemente sütras destinados a que interioricemos que somos los más guapos, los más listos y los mejores de entre todos nuestros amigos. ¿Y que si no somos los mejores en nada?, ¿Nos interesa realmente participar en una competición que no tiene sentido más allá de la mera huida de las necesidades ajenas?, ¿Vale realmente la pena pasarnos la vida intentando encajar en un marco que cada vez se estrecha más?
¿Realmente creéis que es la felicidad lo que buscamos tras cada nuevo billete que ganamos?, ¿Consideráis que sois libres para vivir vuestras vidas?
Me produce una infinita tristeza ver a jóvenes cuyo único interés desde muy pequeños es lograr alcanzar un estilo de éxito prefabricado en donde el último móvil, los amigos más populares o la pareja con el canon ideal de belleza parecen suponer tramites tan obvios como lo es el mero hecho de levantarnos cada mañana. Realmente muchos de nosotros no nos hemos parado nunca a preguntarnos si los pasos que estamos dando en nuestra vida nos hacen realmente felices, todo parece ir demasiado rápido, sin darnos tiempo para dudar o reflexionar sobre nuestras verdaderas metas, sobre nuestro entorno, ¿Realmente creéis que es la felicidad lo que buscamos tras cada nuevo billete que ganamos?, ¿Consideráis que sois libres para vivir vuestras vidas?, ¿Que el poseer y almacenar montañas de objetos a lo largo de vuestra vida os va a servir para no arrepentiros de nada durante ese último suspiro que a todos nos espera?
Crecemos víctimas de un instinto de supervivencia que nos aboca a intentar sobrevivir a toda costa, nos empeñamos en alcanzar la mayor cantidad de bienes posibles y el mayor existo para alcanzar el reconocimiento entre nuestros congéneres humanos, todo para poder alcanzar la felicidad, pero cuanto más avanzamos en esta espiral sin sentido, mayor es el sentimiento de soledad que nos invade en nuestros últimos suspiros.
Todo hasta que un día comprendamos que nos queda poco tiempo. En ese instante miraremos a nuestro alrededor y no encontraremos consuelo en ninguna de nuestras propiedades, serán los recuerdos de las caricias, los besos, las miradas…, será el recuerdo de ese primer te quiero y la enorme pegada inmaterial de nuestra vida, lo único capaz de hacernos ver que de todos los segundos que le hemos ganado al tiempo, tan sólo unos pocos habrán merecido la pena ser vividos.
Demasiados son los segundos que pierde el hombre embriagado en su racionalidad, olvidando de ese modo que como el resto de animales somos víctimas del fruto de nuestras pasiones. Meros títeres de una mirada, de un suspiro, de unos labios. Eternamente cruel es aquel que dotándonos de una capacidad única, nos permite perderla por tan poco.
La Educación: es el Punto de Equilibrio, entre la Producción y la Necesidad.
En la Educación, yace la cúspide de las civilizaciones, la base para mostrar y moldear, el lineamiento de normas, principios y valores de convivencia. Durante siglos la Educación se estructurara desde la visión jerarquizada de vencedores, Patriarcales, y sólo era impartida para los privilegiados allegados al círculo del poder correspondiente.
Imponiendo sistemas y pensamientos para Ganar y Perder, en la Mentalidad y Actitud en receptores beneficiarios, que a su vez son portadores-dirigentes, del alma de esa estructura desequilibrada e injusta…garantizando los ciclos de poder y control a grupos, familias e ideas creadoras de Mafias, de saqueos y conquistas, de Mentiras y Guerras, de Violencia y Corrupción… en mentes y esfuerzos, con el fin de apoderarse de la Producción, Individual y colectiva.
Así la maldad se extendió, como ley y valor Social y práctica Educacional, engendrando generacionalmente la balanza inclinada a favor de los Amos, Reyes, y Jefes: por la Supremacía, de pocos y la Sumisión, para las mayorías; Esclavos, Siervos y Proletariados, y durante milenios expuestos a cubrir las Necesidades Básicas… Pero como estaban, tomadas, asaltadas, privatizadas o hipotecadas por la Trampa-Farsa: Militar Económica y Comercial; progreso de Guerras-deudas inflacionarias, e navegar, hacia la Modernidad de las crisis de burbujas bursátiles… Es tiempo de que paremos y giremos el rumbo…
Porque la Libertad y Dignidad del Ser Humano… aún está pendiente.
Por ello la Dignidad de la Educación y su hermana la Salud, deben de ser la prioridad, de nuestra Evolución como seres humanos. Necesario un Nuevo Paradigma Educativo, tanto Académico como Social, para despertar mentes, conciencias, y las acciones, equitativas.
Empecemos, enfocando el mal común, desde la raíz, allí dónde se ramificaron las miserias humanas, creadas por las interpretaciones acciones e adicciones de miserables, y sus hojas vertidas de sangre en la Historia de Vencedores y Vencidos, aún contada en libros oficiales. Y erradiquemos la oscuridad, que eclipsan las mentes y aún más a las almas. Esparciendo, semillas universales de paz, en cerebros y corazones. Que sea el objetivo del Saneamiento de la Educación.
Entendiéndolo motivara la ilusión de la Unidad de la Humanidad, por y para la Espiral de la Dignidad. Educativa. Unidas/os por Saberes del Arcoíris solidario. Fusionar, Ideas, Personas, Mareas, Plataformas, y Colectivos, que reivindican, el cumplimiento de los Derechos Humanos, Civiles, y Sociales. Para unificar las diferentes luchas y objetivos, en un gran proyecto distributivo, y,… Glocal, en torno a la Educación.
Reencontrémonos por medio de Educación Holística, incluyente e integrada a un pensamiento de Ganar y Ganar, ayudara a proveer un Giro de 180º de Mentalidad, y Actitud… Educacional, y por consiguiente Productiva.
Conozcámonos y difundamos este pensamiento proporcionando y recibiendo Información y Conocimiento veraz, y liberadores de los vientos del abuso y la prepotencia, ejercida desde el Ojo Grande, ese que manipula y guía, el cebo de Desinformación-informativa, que calan, tanto en la decisión como en la opinión Pública… E utilicemos la libertad de expresión.
Concienciando de la Unión y Fuerza del Empoderamiento Civil, por medio de Encuentros de Concienciación y Jornadas de la Tribu Humana. Y Fortalecer los argumentos y las reglas del bien común, mostrando las alternativas Educativas-Eco Productivas Sostenibles, y las opciones Energéticas, desligándolas de corporativistas modelos contaminantes y finitos.
Las Administrativas, en el cuidado de los bienes comunes y públicos, y de los recursos vitales, materiales y naturales.
Las Constitucionales, al cumplimento de leyes, artículos, cedidos en Estatutos y Cartas Sociales, democráticas… y jurídicas para el impulso de la creación de la Fiscalía de la Dignidad, con miras a Redistribuir lo robado, por este entre manado mafioso histórico, y al hoy Globalizado, con Tratados Comerciales-Militares. Pongamos límites al exceso de la riqueza, del abuso, prepotencia e impunidad. Borrón y cuenta nueva de deudas, prestamos e intereses de la Banca fría, y calculadora, ladrona financiera…. Calidad de vida, Inteligente…
Adjudicando la Renta Básica de la Dignidad, a todos los habitantes del Planeta, garantizando la existencia básica, y el desarrollo de ideas y planes presentes, con estabilidad a futuro. Como compartir la vida y la tierra, con modelos comunitarios arraigando cooperación mutua, en la Economía Verde y Social y por solares y senderos conectados con Festivales de Reforestación Reciclado y nuevas Energías… La ciencia y tecnología, para florecer como especie Humana.
Unidos por la Educación que inculque valores de respeto al ser vivo, entre paraísos vivos. Re Evolucionemos integrados a la Mujer, y su visión femenina, de ello nacerá, el amanecer del ser humano libre y Feliz… y la cosecha de su Interior, al Exterior… Felicidad – ismo.