El Instituto Balear de la Energía se convertirá el año que viene en la primera comercializadora pública, a nivel autonómico, del Estado.
Imparable y sin que el Gobierno tome medidas, el precio de la luz encadena este viernes su quinto récord histórico consecutivo en plena ola de calor, llegando a la cifra récord de 117,29 euros el megavatio hora (MWh). Encadena así su quinto máximo histórico consecutivo, por encima del récord de 115,83 euros/MWh de este jueves.
Y no se le ve el techo a esta subida. Esta sucesión de precios máximos, que ha provocado una tormenta política y social, aunque no lo suficiente para tomar medidas reales, están comenzando a derivar en peticiones de una, cada vez más necesaria, empresa eléctrica pública.
Por el momento podemos encontrar tan solo un cruce de acusaciones entre Gobierno y oposición, unos echando las culpas a los otros, y las críticas de Unidas Podemos a ambos. Este jueves, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha abierto la puerta por primera vez a esta idea de una empresa pública de energía gestione las concesiones hidroeléctricas “según se vayan liberando” para “intervenir o facilitar otra manera de energía”.
Ribera, eso sí, habla de largos plazos y continúa relativizado el impacto de esta «preocupante» subida y se ha mostrado dispuesta a “introducir cambios en la tarifa regulada” del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC), de forma que tenga “más estabilidad” a cambio de una “pequeña prima”, en línea con las peticiones de las grandes eléctricas. Limosnas.
El ejemplo de Balears
El Govern de Illes Balears, presidido por la socialista Francina Armengol i Socias y con competencias energéticas que recaen en su vicepresidente Juan Pedro Yllanes Suárez, de Unidas Podemos, es un ejemplo de que si se quieren cambiar las cosas y bajar la factura eléctrica a la población, se puede.
El Ejecutivo regional puso en marcha el Instituto Balear de la Energía (IBE), la empresa pública de energía prevista en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética regional, que se convertirá el año que viene en la primera comercializadora pública, a nivel autonómico, del Estado.
Este año entrarán en las Illes Balears en funcionamiento los primeros proyectos de autoconsumos compartidos impulsados por el Govern que suministrarán energía a precio de coste, verde y de kilómetro cero a familias vulnerables y PYMEs, tal y como cuenta el propio Juan Pedro Yllanes Suárez en este artículo.
Los planes para 2022, con la llegada de los fondos europeos, son pasar de 6 proyectos a 35, llegando así a cada vez más pueblos y barrios de las islas, permitiendo así abaratar la factura con medidas reales, no con planes a largo plazo.
Balears pretende ser ejemplo con esta gestión de una descentralización de la generación de electricidad, porque, tal y como señala Yllanes, «la concentración en pocas manos es una de las raíces del problema».
«Esta transición no puede dejarse en manos de las grandes empresas, sino que tiene que ser socialmente justa, inclusiva y participativa. Para garantizar que así sea es necesario una empresa pública de energía», reivindica.
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