El bloqueo económico a Rusia no ha servido prácticamente para nada, los rusos han sabido reestructurar sus mercados internacionales para reducir su impacto
Por Lucio Martínez Pereda
EEUU empieza a ver la Guerra de Ucrania como un error al que ponerle fecha de término.
Su objetivo estaba claro: revivificar la moribunda OTAN y debilitar y hacer caer a Putin. Pero la incompetencia del mando militar ucraniano, la corrupción que afecta a sus aparatos estatales, la bajada de moral en las tropas y en la población civil y el alto gasto en armamento que hasta ahora se ha revelado poco útil, están empezando a poner en duda entre las élites periodísticas , políticas y económicas norteamericanas la bondad de su participación en una guerra que va camino de enquistarse durante muchos años.
El bloqueo económico a Rusia no ha servido prácticamente para nada, los rusos han sabido reestructurar sus mercados internacionales para reducir su impacto. A esto hay que sumar que los 6000 millones de dólares que Zelenski pedía en su reciente visita a EEUU no fueron aprobados por las cámaras legislativas: la administración Biden ya está empezando a mandarle a su gobernante títere en Ucrania señales de que antes o después tendrá que sentarse con los rusos para buscar una salida negociada a la guerra. Además por si esto fuera poco, Israel, el gran aliado de EEUU y su gendarme en Oriente Medio, ha abierto otro escenario bélico en Palestina con una dimensión y unas consecuencias difíciles de preveer
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