EE.UU y la UE, cómplices de una nueva masacre en Gaza

El eje atlantista vuelve a posicionarse del lado del sionismo, dando luz verde a un genocidio y a una catástrofe humanitaria en Gaza.

Por Redacción NR

Washington y Bruselas se han alineado de nuevo con el régimen de ocupación israelí al mostrar su respaldo a una nueva masacre sionista en la Franja de Gaza. Bajo el pretexto de combatir a Hamás, condenan a la barbarie a todo un pueblo.

El 7 de octubre Hamás lanzó un ataque contra Israel. Desde entonces, el régimen de ocupación mantiene una campaña de bloqueo sobre más de dos millones de ciudadanos palestinos a los que ha cortado el suministro de combustible, agua, energía y alimentos. Durante estos días, los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza han asesinado a 2.800 personas y han provocado el desplazamiento forzoso de la mitad de los habitantes.

La propaganda como arma de guerra

Los medios de comunicación occidentales están contribuyendo con su narrativa a justificar esta masacre. Plantean la cuestión como un conflicto entre Hamás e Israel, sin nombrar a Palestina. Una táctica de manipulación informativa que busca criminalizar a todo un pueblo para allanar el terreno de cara a la opinión pública y legitimar los ataques del régimen israelí contra población civil palestina. Un supuesto «derecho a la autodefensa» que carece de ningún sentido cuando quien lo ejerce es una potencia ocupante.

Y para fortalecer dicho relato, los medios recurren a la mentira y apelan a los sentimientos. El caso más bochornoso fue el de la noticia falsa sobre la decapitación de 40 bebés israelíes en el kibutz Kfar Aza. Una información inventada por la periodista israelí Nicole Zedek del medio i24 News que lo que buscaba era remover las conciencias de los televidentes.

Apoyo a la masacre sionista

El 13 de octubre, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, viajaba a Tel Aviv para reiterar el apoyo de la Unión Europea al régimen israelí y su nueva arremetida contra el pueblo palestino. Unas declaraciones que desataron la indignación de la opinión pública europea y que desencadenaron movilizaciones de protesta en varias ciudades en solidaridad con Palestina y contra el bochornoso posicionamiento de la UE. «No en mi nombre», se podía leer en algunas de las pancartas que portaban los manifestantes en las calles denunciando la complicidad de las instituciones europeas con los ataques contra población civil palestina.

Paralelamente, Estados Unidos también mostraba su plena disposición a ayudar al régimen israelí en la masacre palestina, desplazando un portaaviones a la región y prometiendo asistencia militar a la potencia ocupante. La Casa Blanca aseguró que va a satisfacer las demandas de Benjamin Netanyahu para que Israel «defienda a su pueblo».

Así, a ojos del mundo, Estados Unidos y la Unión Europea se posicionan abiertamente y de manera oficial a favor de la limpieza étnica que está ejecutando Israel en Gaza. Todo bajo la consigna de que «Israel tiene derecho a defenderse», obviando que Palestina lleva más de 70 años ocupada por un régimen que cuenta con uno de los mayores ejércitos del planeta. Y fuera de las instituciones, en las calles, sigue la condena internacional y predomina un clamor popular en favor de la causa palestina.

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