Economía | El deterioro de los partidos de la vieja izquierda

Por Xavier Tarazona  | Ilustración de El Último Mono

Como podemos comprobar en nuestro entorno económico, a estas alturas parece que hay un pensamiento económico y político único y verdadero que se está aplicando, con más o menos intensidad, a todos los países de nuestra área de influencia, que es la doctrina neo-conservadora. Esta política económica profundamente reaccionaría, injusta, elitista a favor de los ricos, privatizadora de bienes públicos, está condicionando nuestras vidas sin que se divisen alternativas a corto plazo. Es la doctrina económica de la derecha extrema elaborada por la Escuela de Chicago con Milton Friedman a la cabeza, aplicada por primera vez en el Chile de Pinochet a partir del año 1973, como campo de experimentación, con un resultado social y económico devastador para las personas y el estado y extendido por el primer mundo con Thacher y Reagan en 80 en Inglaterra y EEUU que significó el fin de las políticas keynesianas post II Guerra Mundial, arrasando a las clases trabajadoras y al estado del bienestar. A partir de aquí el neoliberalismo se declaró doctrina única, puesto que la izquierda socialdemócrata, gobernante en muchos países, no fue capaz de enfrentar una alternativa económica y muchos de los “teóricos” gobernantes izquierdistas abrazan con la fe del converso las doctrinas económicas neocons (la Tercera Vía inglesa, el SPD alemán, el PSOE de Boyer y Solchaga), desde esta época el pensamiento económico de izquierda ha sido desterrado de los partidos llamados socialistas o socialdemócratas, arrinconando a sus más preclaros pensadores.

Para analizar la parálisis ideológica y la falta de alternativas en los partidos de la llamada izquierda gobernante y sus consecuencias, es necesario bajar el nivel y ver como se han ido estructurando orgánicamente y quién son el tipo de personas que lo mantienen y lo haremos en nuestro país, que es donde conocemos directamente tanto los nombres como las acciones y las consecuencias económicas y sociales, que es lo que pretendemos resaltar. De la derecha no hace falta ni hablar, ya sabemos quién son y cómo piensan, son herederos directos del franquismo y cómo dice acertadamente el Gran Wyoming se creen “… herederos por derecho propio de la patria y todo lo qué contiene”, “… la patria es suya por definición” y a fe que cumplen con creces este pensamiento arrasando con todo el dinero público que pueden y disfrutando de una gran impunidad judicial y social.

Los movimientos reivindicativos de trabajadoras y trabajadores empiezan hacia el primer tercio del siglo XIX tanto en Europa y España sobre todo en los obreros del textil de Barcelona, caracterizados por la ideología anarquista y extendidos a principios del siglo XX a las industrias tanto en el País Vasco, Cataluña y las cuencas mineras asturianas. A principios del siglo XX el PSOE dirigido por Pablo Iglesias empieza a fundar Casas del Pueblo con el objetivo de dar formación ideológica a la clase trabajadora en coordinación con la UGT, también la CNT a través de los Ateneos Libertarios se lanza a la formación de las trabajadoras y trabajadores, los partidos obreros y de izquierda tienen claro que la formación en general y, sobre todo, la formación ideológica será la única vía de la liberación de las clases trabajadoras. Esta labor propicia un cambio sustancial en los entornos urbanos industrializados, aunque bastante menos en el campo donde todavía impera un régimen caciquil con señoritos latifundistas y un inmenso grado de analfabetismo, en la mentalidad de las clases populares que hacen posible, entre otras cosas, el advenimiento de la II República y la concienciación de amplias capas obreras, aunque queda mucho donde trabajar. El golpe de estado militar de 1936, la Guerra Civil y el franquismo arrasan con todos los avances comenzados durante este tiempo, las trabajadoras y trabajadores pasan a ser controlados durante toda la dictadura tanto por el aparato policial, como por el aparato político (el Sindicato Vertical). Las organizaciones de izquierda pasan al exilio y a la clandestinidad, la oposición interior de la izquierda a la dictadura pasa a ser casi exclusiva del PCE con una organización obligatoriamente cerrada de cédulas de formación y lucha que no propicia una formación general de las trabajadoras y trabajadores, aunque hace algún camino.

Se ha perdido el espíritu crítico y la reacción consciente hacia el poder que los oprime, se ha perdido gran parte de la movilización, tanto sindical como ciudadana

Después de la larga noche del franquismo, se inicia un nuevo camino al que están llamados a jugar los partidos de izquierda en una situación precaria, puesto que no disponen de demasiados efectivos de personas preparadas y organizaciones en funcionamiento, el PSOE, por ejemplo, ha estado desaparecido en el interior durante toda la dictadura, sólo ha tenido presencia testimonial en el exilio con su ejecutiva y no dispone de cuadros suficientes para la tarea de organización y presencia pública (a modo de anécdota recuerdo la primera reunión en 1976 de partidos y organizaciones clandestinas para formar la Junta Democrática de mi pueblo en la cual nos quedamos boquiabiertos cuando el representante que vino en nombre del PSOE era un reconocido militante del PCE, los históricos que conocíamos todavía no se atrevían a dar la cara). Por otro lado los pocos militantes del PSOE del interior ya habían dado un golpe en el Congreso de Suresnes acaparando la dirección del partido con la inestimable ayuda monetaria del SPD alemán con su secretario y canciller Willy Brandt a la cabeza, lo cual no tiene una incidencia menor, puesto que la contrapartida exigida es la renuncia al cambio de modelo económico, salvaguardando el sistema capitalista con todas las consecuencias, incluso, el neoliberalismo. Mientras el PCE intenta colocarse con un cambio de mensaje reduciendo su propuesta ideológica más radical para evitar o suavizar la imagen que el franquismo le ha dado a lo largo de la dictadura. Al principio, allá por los finales de los setenta y principios de los ochenta, todavía había en el PSOE algunas personas que respondían al perfil de ideólogos que realizaban trabajos de pensamiento político para aplicar en el día a día. Estas personas muy pronto fueron enviadas a la galaxia del silencio y a la marginalidad, como bichos raros y, en algunos momentos, peligrosos. La falta de cuadros y el olor de tocar poder en poco de tiempo hace que los partidos de izquierda, pero especialmente el PSOE, se llenen de provechosos y arribistas que pronto inician el ascenso a las direcciones sin ningún bagaje ideológico y sólo para mantener sus poltronas y su buen vivir bajo el paraguas institucional del partido. En la dirección estatal ya copan el área económica las personas impuestas desde Alemania con ninguna ideología de izquierda y defensores del capitalismo más oligopólico, la consigna es arreglar las ineficiencias de la política económica franquista para un lavado de cara al sistema y continuar con el mismo poder económico. En las agrupaciones locales ya se han hecho con el control mayoritariamente (siempre hay excepciones) los arribistas y provechosos convirtiendo las Casas del Pueblo en un casino donde sólo se va a refrendar las decisiones de jefe y a llenar de militancia servil con la “sopa boba” de los ayuntamientos, ni se intenta en la mayoría de ellas cumplir los estatutos dando formación social e ideológica.

Las decisiones económicas de los dirigentes del PSOE en los años de gobierno son las que nos han llevado a la peor situación económica de los países del entorno de la UE, puesto que primero empiezan a des-industrializar el país con la famosa reconversión industrial, que no fue otra cosa que desmantelar empresas públicas sin ninguna alternativa industrial dejando un montón de personas en la calle, sin tener un modelo industrial y económico alternativo, sobre todo un modelo de economía a favor de las personas con futuro, iniciando las vías de la reconversión económica hacia un capitalismo neoliberal que saca todo el provecho del Estado con un motor trucado cómo es la construcción indiscriminada, tanto de obra pública como planes de urbanización en ciudades y pueblos sin ninguna planificación seria, abriendo las puertas a la liberalización de protección de todo el territorio, que apuntaló el PP de Aznar, e iniciando la privatización de las empresas estatales más rentables a favor de las oligarquías a cambio de futuros suculentos puestos en los consejos de administración (las famosas puertas giratorias), en contra de las organizaciones obreras y sindicales, a las cuales, poco a poco han ido desgastando. A estas alturas tenemos ya patente que este modelo no ha servido para hacer avanzar el país en la senda económica socialmente más adecuada, sino que sólo ha aprovechado para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, al tiempo que ya se vieron en aquella época casos de corrupción (algunos nunca han salido a la luz, pero haberlos se los había) tanto en el ámbito estatal como local, por parte de los que se auto-denominaban de izquierdas.

Lo primero que hay que definir es un modelo económico de economía social a favor de las personas

Otra cuestión importante, que nos afecta profundamente a estas alturas, que ha caracterizado a los gobiernos del PSOE ha sido el no tomar decisiones progresistas en la Educación, manteniendo conscientemente a los centros privados religiosos adoctrinadores subvencionados con dinero público y no dotando adecuadamente la Educación Pública y propiciando su deriva hacia un modelo educativo fundamentado en la enseñanza instrumental y funcional huyendo de la Educación (con mayúsculas), buscando futuras generaciones acríticas y conformadas con el poder que no planteen problemas con su situación desfavorable, al igual que lo hicieron con su militancia. Con esta política educativa se han perdido, al menos, tres generaciones de personas muy preparadas técnicamente, pero, sin ningún futuro social y laboral, se ha perdido el espíritu crítico y la reacción consciente hacia el poder que los oprime, se ha perdido gran parte de la movilización, tanto sindical como ciudadana, para parar medidas injustas y discriminadores siempre a favor de las oligarquías gobernantes en la sombra, se ha tolerado o justificado la corrupción.

Lo que hemos esbozado es una pincelada gorda de algunos de los motivos por los cuales estamos en la situación social y económica actual gracias a las políticas neoliberales que han aplicado los gobiernos del PSOE, facilitando el trabajo a los del PP que las han profundizado todavía más. Ahora hemos de dar algunas pinceladas de propuestas, también a grandes rasgos y no las únicas, para revertir esta situación, que nunca serán a corto plazo, puesto que el trabajo para cambiar una situación tan mala no puede ser de un día para otro, pero si no se inician ya nunca estaremos en el camino.

Lo que hemos esbozado es una pincelada gorda de algunos de los motivos por los cuales estamos en la situación social y económica actual gracias a las políticas neoliberales que han aplicado los gobiernos del PSOE, facilitando el trabajo a los del PP que las han profundizado todavía más. Ahora hemos de dar algunas pinceladas de propuestas, también a grandes rasgos y no las únicas, para revertir esta situación, que nunca serán a corto plazo, puesto que el trabajo para cambiar una situación tan mala no puede ser de un día para otro, pero si no se inician ya nunca estaremos en el camino.

Muchos de los “teóricos” gobernantes izquierdistas abrazan con la fe del converso las doctrinas económicas neocons

Por mi parte, creo que en estos momentos, donde ya empieza ha haber propuestas alternativas desde algunas opciones progresistas y desde algunos movimientos sociales contrarios a las políticas neo-conservadoras, lo primero que hay que definir es un modelo económico de economía social a favor de las personas que aproveche tanto los recursos materiales y financieros que tenemos, en base a una banca pública y una banca ética y social, como los recursos sociales y humanos que hemos formado, profundizando en propuestas económicas que respeten el territorio y su ecosistema natural, con modelos energéticos alternativos pasando por la re-nacionalización de las empresas energéticas y con modelos de trabajo de economía social (cooperativas) y responsabilidad social y ecológica. También hay que invertir dinero público en sectores que facilitan el crecimiento social de las personas: educación, sanidad, servicios sociales, eliminando toda subvención pública a las empresas privadas que hacen negocio en estos sectores.

La otra cosa que hay que acometer es un profundo cambio en el sistema educativo, favoreciendo y dotando de los máximos medios a las instituciones públicas y quitando recursos públicos de los centros privados, fomentando una Educación (con mayúsculas) en valores sociales y de respeto para las personas y para los bienes públicos, así como con la garantía de que todo el mundo tendrá las mismas oportunidades de formación independientemente de su situación social y económica. Esto nos permitirá que las nuevas generaciones sean más criticas con las derivas dictatoriales a las cuales estamos sometidos en la actualidad, tanto económicas, tanto con los monopolios informativos, como con la indigencia social, como con la represión ideológica. Aquí también tendrían que tomar parte los partidos de izquierda y progresistas, recuperando el espíritu de las agrupaciones obreras de finales del siglo XIX y principios del XX de facilitar formación política y social para su militancia y sus simpatizantes.

En nuestras manos está el empezar a cambiar las cosas, ya que no son tan inamovibles como nos quieren hacer creer.

1 Comment

  1. Totalmente de acuerdo, hay que empezar a realizar los cambios correctos en todos los sectores de la sociedad.

    Y como lo dice el articulista, que ya hay propuestas alternativas como la nuestra, http://bienestarmutuo.org/ entonces el siguiente paso, antes de la accion es un foro donde podamos unir todas las propuestas.

    Este foro tiene que ser abierto, a todos los que tengan alguna propuesta, incluso al publico invitado, establecer un mecanismo de discusion y unificacion, y hacer una propuesta definitiva.

    ¿Cuando lo hacemos?

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