Disturbios en Surinam ante el alza de los precios y las recetas del FMI

Esta semana pasada el descontento con el gobierno de Santokhi estalló en las calles de Paramaribo, con enfrentamientos con la policía, saqueos de comercios y el intento de tomar la Asamblea Nacional, tratando también de prenderle fuego al edificio.

Por Angelo Nero

Este pasado viernes 17 de febrero, miles de manifestantes, que protestaban en Paramaribo, la capital de Surinam -una pequeña república de América del Sur, que hasta su independencia, en 1975, era conocida como la Guayana holandesa-, intentaron tomar el parlamento, tras una manifestación contra el incremento de los precios de los alimentos, del combustible y de la energía, de lo que culpan al gobierno de Chandrikapersad Santokhi, al que señalan también como responsable de la corrupción.

En un contexto de la gestión de la pandemia del covid y de una fuerte crisis económica, en 2020 se celebraron elecciones generales, a las que se presentó el entonces presidente Dési Bouterse, del socialista Partido Nacional Democrático (NDP), para la reelección por un tercer mandato consecutivo. Sin embargo, la coyuntura económica y la pandemia le pasaron factura al que fuera presidente del país entre 2010 y 2020, y anteriormente Presidente del Consejo Nacional Militar, entre 1980 y 1988, tras el “Golpe de los sargentos”, a cuyo frente estuvo Bouterse. El NDP consiguió entonces tan solo el 24% de los votos, y 16 escaños, pasando a la oposición.

El vencedor de las elecciones de 2020 fue el partido del actual presidente, Chan Santokhi, el socialdemócrata (lo que ellos denominan Tercera Vía) Partido de la Reforma Progresista (VHP), con el 39,5% de los sufragios, lo que se tradujo en 20 escaños, 11 más que los que tenían en la anterior legislatura, consiguiendo su mejor resultado electoral desde la fundación del partido, en 1949.

En tercer lugar quedó la alianza ABOP-PL -el Partido de Liberación General y Desarrollo, de orientación socialdemócrata, está liderada por exlíder rebelde Ronnie Brunswijk, y representa a la comunidad cimarrona del país; el Pertjajah Luhur (PL), de vocación centrista, representa a la comunidad javanesa-, consiguiendo un 9% y un 6%, lo que se traduciría en 8 y 2 escaños, que formarían parte del gobierno actual.

Esta semana pasada el descontento con el gobierno de Santokhi estalló en las calles de Paramaribo, con enfrentamientos con la policía, saqueos de comercios y el intento de tomar la Asamblea Nacional, tratando también de prenderle fuego al edificio. El presidente ordenó al fiscal general “detener a todas las personas directa o indirectamente responsables”, aún haciendo un llamamiento al dialogo, señaló que “los coordinadores, organizadores frente y detrás del escenario, todos quienes hayan estado comprometidos en delitos, deben ser detenidos, por una grave violación del Estado de derecho”. Según cifras oficiales, se han detenido a 120 personas relacionadas con las protestas, 80 acusadas de saqueos, aunque 45 ya han sido puestas en libertad. Entre los detenidos está el líder de las protestas, Stephano “Pakittow” Biervliet.

La crisis económica que azota este pequeño país situado al norte de Brasil, está empujando a sus habitantes a la pobreza, con una inflación que ya supera el 54%, mientras el Fondo Monetario Internacional presiona al gobierno de Santokhi, para que emprenda reformas fiscales de calado, que supriman las subvenciones al agua, la electricidad y la gasolina, lo que llevaría a la población a una situación todavía más desesperada.

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