De momento la defensa sigue sin contar con un acceso pleno a las actuaciones, el acceso es más bien muy limitado con lo que el derecho de defensa se ve muy mermado si no simplemente suprimido, al menos en su vertiente material, efectiva.
Por Cecilia Remis / LQSomos
Después de más de un año desde su detención, las autoridades polacas han reconocido la condición de Gonzalo Boye, como abogado del periodista Pablo González y han permitido que le visite en la prisión de Radom, este viernes 10 de marzo.
“Pablo, dentro de lo que cabe (teniendo presente que lleva más de un año en régimen de aislamiento, saliendo una hora al día al patio, sin contar con visitas de familiares y amigos, privado de libros y material de lectura y estudio y, además, sin la necesaria información sobre su caso) se encuentra bien” ha declarado Gonzalo Boyle después de esta primera toma de contacto.
“Ha sido una visita muy útil y productiva para poder ir avanzando en una única línea de defensa y, al menos, hemos aprovechado el tiempo al máximo”.
La visita fue preparada ayer jueves, en una extensa reunión con el equipo de defensa polaco que, además, son quienes han conseguido que las autoridades polacas reconozcan como abogado de Pablo, al expresamente designado por él y que era su abogado de confianza antes de su detención.
De momento la defensa sigue sin contar con un acceso pleno a las actuaciones, el acceso es más bien muy limitado con lo que el derecho de defensa se ve muy mermado si no simplemente suprimido, al menos en su vertiente material, efectiva.
Boye también a afirmado “No se nos ha limitado el tiempo de comunicación, y confiamos en que se haya respetado el de secreto profesional en relación con el derecho de defensa […] He aprovechado la ocasión para ponerle al día de las múltiples muestras de apoyo que se han gestado a lo largo de este año, así como de diversas iniciativas organizadas por su esposa, #FreePablo y diversos ciudadanos de todo el Estado así como traerle noticias de prensa de lo publicado sobre su caso en este tiempo de cautiverio […] Estaba agradecido y visiblemente emocionado”.
Pablo, después de un año de aislamiento, sigue confiando en que se rectifique en materia de derechos fundamentales y se le permita un ejercicio efectivo del derecho de defensa para poder demostrar que los cargos son manifiestamente infundados y que las autoridades polacas están más que ante un erróneo entendimiento de lo que es el Derecho a la Libertad de Información, el secreto profesional y la protección de las fuentes de los periodistas.
“En la medida en que se vaya avanzando en el conocimiento de las actuaciones y que sea necesario repetiré estas visitas con la regularidad que las autoridades polacas lo permitan aunque no deberían poner ya ningún impedimento a mis visitas”, aseguraba Gonzalo Boye desde la certeza de haber conseguido dar un paso importante para la defensa jurídica de Pablo González.
¿Dónde están las garantías de DERECHO de un estado europeo?
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