Declaración de Nación Andaluza: 28F, día de la dependencia de Andalucía

“Es urgente una revolución que suprima todas las clases” declaró Blas Infante hace un siglo. El Pueblo Trabajador Andaluz no se puede permitir ni un día más parcheos reformistas ni regionalistas. 

Por Nación Andaluza

Un año más, este 28 de febrero las propagandistas de la oligarquía que mantienen a nuestro pueblo en la alienación volverán a recitarnos la manida leyenda de la “democracia” y “autonomía” que poseemos. Volverán a hablar del 28-F como una “gesta colectiva” así como de los enormes cambios y avances que la “autonomía” de Andalucía -en el marco del reino de España, la Unión Europea y la OTAN- ha supuesto para nuestro país. Su discurso será apuntalado por los colaboradores necesarios que distraen a nuestro pueblo con críticas parciales, que critican algunos aspectos de nuestra opresión pero no los pilares en los que se sustenta.

Sin embargo, la realidad es subversiva y se empeña con hechos en negar esa propaganda al servicio del Estado español y el imperialismo. Por ello hay que ocultarla y manipularla. En cualquier pueblo o barrio de Andalucía vemos hoy que no sólo estamos donde estábamos, sino que incluso en más de un parámetro estamos aún en peores circunstancias que entonces. Vemos como -según el INE- nuestro salario medio mensual es 201,3 € inferior al estatal y 507,5 € inferior al de Madrid, el paro alcanza al 19% de la población (13,1% en el Estado) y nuestra esperanza de vida (81,5 años) es inferior en dos años a la del Estado español. Vemos como la familia Cosentino ha amasado una de las mayores fortunas de Andalucía a costa de enfermar de silicosis a miles de trabajadores. Vemos que la subida de las hipotecas nos empobrece porque somos presa del BCE y su euribor, mientras la banca disparó un 28% sus ganancias en 2022 (20.850 millones €). Nada ha cambiado en lo fundamental. Seguimos desempeñando el mismo papel de colonia interior al que nos condenó la división internacional del trabajo en el siglo XIX y la pertenencia -obligada por la presencia del Ejército y la Guardia Civil- al Estado español.

El 4 de diciembre de 1977 fue una manifestación de voluntad y movilización colectiva de todo el Pueblo Trabajador Andaluz por nuestros derechos nacionales. Dos millones de andaluzas inundaron las calles de nuestra nación y de otros países a los que habían sido obligadas a emigrar. Fue tal el impacto que produjo y tal el riesgo que suponía para el continuismo post-franquista y colonial español que el Régimen trabajó -incluso desde antes de aquel mismo 4D- para la desmovilización y la subordinación de la clase obrera andaluza.

La fórmula utilizada no era nueva: prometer que se entregaría al Pueblo Andaluz todo lo que reclamaba para postergar sine die la ejecución real de lo que se nos prometía. Un año después del primer 4D, los que decían representar al Pueblo Trabajador Andaluz firmaron los Pactos de Antequera que -ahora sí- se comprometían públicamente a la sumisión a la Constitución española de 1978. Después, izquierdas y derechas del Régimen se repartieron los papeles de buenos y malos. Lo mismo que han hecho hasta ahora. Unos defendían la vía del artículo 151 y los otros la del 143 de la Constitución para esa “autonomía” que en realidad era una simple descentralización administrativa. Nada tenía de soberanía política sino que era un sucedáneo de autogobierno. La diferencia entre uno u otro era sólo de plazos o grados pero ninguno conllevaba un autogobierno real y efectivo.

Aquel 28 de febrero de 1980 las andaluzas respondieron masivamente, acudiendo a las urnas y votando sí a esa “autonomía de primera”. La valiosa y masiva movilización durante la campaña del 28F fue una respuesta condicionada por el engaño al que se condujo a las clases populares. De ahí que el 28F fuese tan rápidamente mitificado por el Régimen, convirtiéndolo a partir del año siguiente en el Día de Andalucía en sustitución del 4 de diciembre que lo había sido hasta entonces.

Desde 1981 los actos en torno al 28 de febrero se realizan para enterrar la memoria del 4 de diciembre, sustituyendo el proceso y la organización popular en las calles por el acuerdo entre los partidos a sueldo de la oligarquía para que Andalucía siga siendo una colonia interior del Estado español. Tras 45 años de olvido que el 4 de diciembre haya sido rebajado a partir de este año a la consideración de “día de la Bandera de Andalucía” es un enjuague. Una maniobra burda acorde a los intereses de Moreno Bonilla que aspira a perpetuarse como manijero preferido de la burguesía andaluza para gobernar a la clase obrera, con la colaboración del regionalismo moribundo. De nuevo, se han repartido los papeles para rebajar el 4 de diciembre usurpándole su verdadero carácter de Día Nacional de Andalucía.

La oligarquía sí que tiene razones para celebrar el 28F: ha conseguido desmovilizarnos, avanzar como nunca hubiera soñado en la sobreexplotación de la clase obrera andaluza y el expolio de nuestros recursos naturales, aplastando cualquier resistencia. Han convertido Andalucía en el lugar de descanso de las burguesías europeas, en una gran base imperialista para sostener su ofensiva militarista en Yemen, en Ucrania, en Siria, en Palestina y en todo el planeta y en un basurero donde el Estado español y toda la UE depositan sus residuos tóxicos.

“Es urgente una revolución que suprima todas las clases” declaró Blas Infante hace un siglo. El Pueblo Trabajador Andaluz no se puede permitir ni un día más parcheos reformistas ni regionalistas. Es el momento de iniciar un nuevo camino, que se oponga frontalmente al Estado español neofranquista y su dependencia disfrazada de autonomía y al capitalismo en su fase imperialista. Urge la organización y la lucha de la clase obrera por nuestra liberación. Denunciar a quienes en Andalucía son cómplices -por acción u omisión- del imperialismo. No retroceder ni un paso en la reivindicación de nuestra soberanía política plena. No esperar nada de las instituciones burguesas españolas, trabajando para su colapso e implosión. No dar ni un centímetro a la conciliación de clases, luchando para la toma del poder por la clase obrera. Aplastar el patriarcado en todas sus formas. Sin soberanía política plena y socialismo, en Andalucía nunca veremos una verdadera democracia.

El 28F festeja la Andalucía secuestrada por el Estado español y el capital mientras que el 4D sintetiza la Andalucía en pie por su tierra y su libertad. Andalucía sólo tiene un día nacional, el 4-D. El 28F es el día del españolismo declarado y del disfrazado, el día de la dependencia andaluza. Este 28F no celebramos nada pero tenemos muchas razones para organizar la Revolución Andaluza, para que las ocho millones de trabajadoras de este país actuemos como una sola y nos sacudamos el yugo de la oligarquía. Para dotarnos de una herramienta política fuerte con unos objetivos políticos de esperanza y futuro para todo el Pueblo Andaluz. Para romper las cadenas que nos someten y aplastan a los sectores más débiles de nuestra clase.

No podemos esperar que nadie ponga nuestra parte. Hemos de prepararnos porque -como decía el Che- “los libertadores no existen, son los pueblos los que se liberan a sí mismos”. Por eso llamamos a simpatizantes y adheridas a sumarse activamente a la lucha por nuestra liberación. Cuanto mayor sea el número de trabajadoras y trabajadores que ingresen en las filas de Nación Andaluza, mayor será nuestra fuerza y antes lograremos liberarnos de toda opresión, de toda explotación.

¡Viva Andalucía independiente, socialista y feminista!

Permanente de la C.N. de Nación Andaluza.

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