Por José Antonio Martín Acosta
Decidme pues poetas
Descubridores de la luna cada noche
Seres de cemento de nube
Cortapisas de papel
Torres de fuego allende el agua
Decidme pues poetas
Cómo es posible
Que los engendros de las pesadillas
Caminen por el mundo
Sin detenerse
Cómo es posible
Que el fascismo se propague
A tal velocidad por el mundo
Tras dos guerras mundiales
Tras millones de muertos
Tras el criterio de la paz
Tras los tratados y la suerte
Qué estamos haciendo poetas
Qué demonios hacemos parados
Y sin detenernos un instante
Por qué no cogemos los fusiles
Por qué no lanzamos siquiera piedras
Por qué seguimos
Con el gesto adusto
Con la fiebre puesta en cada pesadilla
Qué hemos hecho poetas
Qué hemos hecho
Cantando al amor
Pero no a la lucha
Cantando a la belleza
Y no a la pasión solidaria
Y no al principio de humanidad
De justicia universal
De derecho y de razón
Por qué poetas
Por qué seguimos cantando
Como si nada ocurriese
Como si el mundo no estuviera a punto de desprenderse
De sus puntos de apoyo
De su conciencia humana
De su acción y de su silencio
Por qué poetas
Seguimos conquistando a la luna
Cuando en la tierra somos millones de esclavos
Los que firmamos a diario nuestra sentencia de muerte
Por qué poetas
Seguimos bailando con la belleza
Y no con la valentía
Con el coraje y la determinación
Con la pasión del grito revolucionario
Con el alma entera del hermano
Con las manos sin tacha de las mujeres
Con la voluntad titánica del trabajo bien hecho
Qué nos pasa poetas
Por qué no hablamos claro
Qué han hecho de nuestra voz
¿un adorno acaso?
¿un vaso roto donde todo cabe?
Qué han hecho de nuestra anarquía
Qué han hecho de nuestros principios
Nos han domesticado poetas
Somos un adorno enclaustrado
Somos la voz dentro de una valija
Somos una radio apagada
Somos un encendedor para cigarros
Yo os digo poetas
Salgamos del adorno
De la autocompasión
Del amor emancipado y bello
Salgamos a la calle
Como poetas del pueblo
Como el vértigo en la cornisa
Como la piedra que duda si ser lanzada
O ser objeto de construcción
Salgamos a la calle poetas
Salgamos de nuestro propio lamento
Porque otros cuerpos sufren
Porque otros ojos ven cómo nos están ametrallando
Cómo nos están venciendo
Cómo se endurece la coraza de nuestros corazones
De ver tanto oprobio
De probar tanta grana metálica bajo nuestros gaznates
De ver tanto desposeído de sí mismo
De ver tanto abuelo
Destruido por completo
De ver tanta mujer ultrajada
De ver cómo nos han vendido
Cómo nos han usado para distraernos
Para hacer perder el norte
El alma
Los papeles
Decidme pues poetas
Seres de barro como yo
¿Seréis osados y valientes?
¿Seréis de una vez la voz de los que sufren?
No por encerrar vuestra voz en un nenúfar
Vamos a ascender al parnaso
Mas bien creo poetas
Que nuestro paraíso está en la gente
A los que debemos no odas
Poemas o grandes y brillantes estrofas
Les debemos camaradas
Compañeros
Estetas del lenguaje
Una sola cosa:
INSPIRACIÓN
Para cambiarlo todo.
«Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales, por los que no toman partido. Partido hasta mancharse… » pero en este caso, me comeré esas palabras escritas en papel de lija.
Lija gorda.