De vuelta a la edad media: Brunei aprueba nuevas leyes para lapidar homosexuales

Por Javier F. Ferrero

Brunéi, en la isla de Borneo, está gobernada por el sultán Hassanal Bolkiah, quien a sus 72 años es uno de los hombres más ricos del mundo gracias a las exportaciones de petróleo y gas de su país. La población de Brunéi es mayoritariamente de origen malayo y disfruta de generosas donaciones estatales y no paga impuestos. El sultán es propietario de la Agencia de Inversiones de Brunéi, que cuenta con algunos de los mejores hoteles del mundo en su cartera, incluidos el Dorchester en Londres y el Beverly Hills Hotel en Los Ángeles.

Sin embargo, Hassanal Bolkiah se ha convertido en noticia internacional por otro motivo: El país que gobierna ha finalizado la implementación de un nuevo Código Penal Islámico que introduce penas crueles, como la muerte por lapidación por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, o la amputación por robo.

La comunidad gay de Brunéi expresó conmoción y temor ante los «castigos medievales». «Te despiertas para encontrar que tus vecinos, tu familia o hasta la simpática viejita que vende camarones fritos al lado de la carretera no creen que eres un humano, o que está bien que te lapiden», expresó a la BBC un hombre gay de Brunéi que no quiso ser identificado.

Stephen Cockburn, director adjunto de Asuntos Globales de Amnistía Internacional, ha declarado que les preocupa «enormemente que estas atroces penas se hayan convertido hoy en ley en Brunéi”. “Este nuevo código penal permite penas, como la amputación o la muerte por lapidación, que son indescriptiblemente crueles y no tienen cabida en ningún lugar del mundo.”

“Las autoridades de Brunéi deben abstenerse de implementar estas leyes, y deben tomar las medidas necesarias para derogar esta legislación inaceptable y conformarla con el derecho y las normas internacionales de derechos humanos.”

¿Cuáles son los castigos bajo el nuevo código penal?

La pena de muerte aplicará a delitos como violación, adulterio, sodomía, robo e insulto o difamación del profeta Mahoma.

El sexo entre lesbianas, sin embargo, conlleva una pena diferente de 40 azotes y/o hasta 10 años de cárcel.

El azotamiento público también se impondrá por abortar y el hurto será castigado con amputación.

Otros cambios incluyen la criminalización de «persuadir, hablar o instar a» los niños musulmanes menores de 18 años «para que reconozcan las enseñanzas de otras religiones fuera del islam».

Es alarmante el hecho de que el código criminaliza conductas que no deberían ser consideradas delito en absoluto, castigos medievales en el 2019. La comunidad internacional debe seguir condenando la decisión de Brunéi de poner en práctica estas crueles penas. No se debe permitir este atraso en los derechos humanos

 

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