“…El Juzgado de 1ª Instancia de Gijón condena a tres años y medio de prisión a siete de los sindicalistas por delitos de coacciones y obstrucción a la justicia, y una indemnización de más de 150.000 euros a la empresa…”
Por Miguel A. Fernández | 29/06/2024
Veo que hay gente que no acaba de entender cómo un mero conflicto sindical ha degenerado en condenas de cárcel para “las 6 de La Suiza”, así que va un poco de contexto:
1.- El abogado empresarial es Gómez Bermúdez, expresidente de la Sala de lo Penal de la AN para asuntos de terrorismo.
Javier Gómez Bermúdez ha destacado además por haber sentado las líneas jurídicas sobre terrorismo/vandalismo urbano y tratamiento penitenciario del crimen organizado terrorista. El perfil del abogado escogido no parece casual… Javier Gómez Bermúdez.
2.- La familia de ‘La Suiza’. Conocida por sus vínculos con la política local derechista, formó parte de la denuncia de un grupo de hosteleros que pretendía ilegalizar al sindicato por “extorsión y asociación ilícita”, acusación rechazada por los juzgados.
Mención aparte merece Pablo Álvarez Meana, copropietario y aparente artífice de la estrategia legal: declarado fan de Netanyahu o Le Pen, experto en ‘Política de Seguridad’ y asesor de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad con Javier Milei… Pablo Álvarez Meana, de la familia de La Suiza, celebra en redes la condena a los “reos anarquistas”.
3.- El magistrado del juzgado gijonés que emitió la sentencia es Lino Rubio, conocido popularmente como el ‘Justiciero de Poniente’, destacado por sus polémicas resoluciones contra todo lo que huela a activismo social… “Si te juzgan, que no te toque Lino Rubio”: Hablan sus condenados.
El caso confirma la progresiva regresión en derechos y libertades básicas. No sólo en lo que respecta a lo sindical; también a la legítima protesta social o la libertad de expresión. Cada día nos desayunamos con una nueva: los seis de Zaragoza, los tres del SAT, Acerinox…
Y en otro momento hablamos del problema que tiene nuestra democracia con una judicatura fuertemente escorada a la derecha y con una interpretación reaccionaria de la realidad social en la que está inmersa. Algo de ello comenté por aquí: Malos tiempos para la lírica: seis personas pueden ir a la cárcel por su actividad sindical.
En todo caso, y con estos mimbres, parece razonable pensar que la estrategia fue siempre obviar el aspecto laboral, cargar el peso en lo penal y escarmentar a un sindicato que se estaba implantando en la hostelería. Y de paso, condenar el propio el ejercicio de la acción sindical.
Miguel A. Fernández se define como un ‘cooperativista autoexplotado’. Peleando con @CNT_Prensa_MMCC, pedaleando en Fundación Anselmo Lorenzo.
Este artículo fue publicado originalmente en Loquesomos.
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