De capitalistas despiadados, patriotas huidos y empresarios politiqueando

Ferrovial se va ¿por qué? Sencillo, porque le viene mejor, para ganar más dinero, tanto a la empresa como a sus directivos, ¿cómo? No sé, pero que ese es el motivo, no me cabe la menor duda. ¿Han valorado temas de patriotismo o temas morales? No, rotundamente no, su motivación es exclusivamente la de ganar más dinero, ganar más pasta, ganar más sueldo, ganar más incentivos, ganar más beneficios “sociales”, ganar más retribuciones variables, ganar más status, ganar, ganar más y más.

Por Pedro Labrado

Que los beneficios empresariales de entidades financieras, compañías eléctricas y empresas de distribución crezcan con cifras récords y pensar que esto no está correlacionado con los índices de inflación disparados es de ser un ingenuo impenitente. A río revuelto ganancia de especuladores o de trincones, cada uno quédese con el término que más le guste. Especuladores o trincones que suben márgenes para hinchar sus cuentas de resultados con pingües beneficios a costa del bienestar de millones de personas.

Nos lanzan desde los medios y desde posiciones conservadoras el mensaje de que no “criminalicemos” a los empresarios y que no los tildemos de “capitalistas despiadados” pero la ingenuidad de la gente tiene un límite.

Cualquier empresario en el sistema capitalista tiene un único objetivo, ganar dinero, cuanto más mejor, si en el camino se le ocurre cambiar o matizar ese objetivo inicia su declive sin remedio porque vendrá otro a ocupar ese espacio que deja libre y se lo comerá. En el sistema imperante eso es lo normal y lo lógico. Lo que no es lógico es que seas un capitalista “despiadado”, te guste, te sientas orgulloso, te pavonees siéndolo en elitistas clubs de golf y en yates kilométricos de cuatro cubiertas y luego te hagas el ofendido si alguien dice que eres un capitalista despiadado.

Nadie se puede imaginar un consejo de administración de una gran empresa en la que alguno de sus miembros proponga perder una oportunidad de beneficio porque un puñado de trabajadores vaya a perder poder adquisitivo en sus nóminas, se vayan a destruir 2 o 2000 empleos o porque se vaya a contaminar un poco más un río o un lago, y que esa propuesta salga adelante. Eso no existe, si hay oportunidad de negocio se aprovecha caiga quien caiga, en todo tiempo y en todo lugar, en toda empresa y en todo consejo de administración.

Pero eso es a escala de grandes empresas, pero a escala más pequeña, los esquemas son los mismos. El tendero de la esquina si sabe que los 50 kilos de tomates que va a vender hoy los puede vender a 3 € pudiéndolos vender a 2 € sin perder dinero, los venderá a 3 € o a más si puede; no va a pensar en lo difícil que es llenar la cesta de la compra para mucha gente. Maximizará su beneficio hoy y ahora. Es el sistema, si no maximiza hoy su beneficio su futuro se oscurece en la selva económica del mal llamado libre mercado que es el menor de los mercados libres.

El término “capitalista despiadado” por tanto se podría decir que es casi redundante, no hay capitalistas bondadosos, dejarían de ser capitalistas.

Poner freno al “capitalismo despiadado” sólo es posible con más regulación, con más intervención del Estado, no hay otra alternativa.

Ferrovial se va ¿por qué? Sencillo, porque le viene mejor, para ganar más dinero, tanto a la empresa como a sus directivos, ¿cómo? No sé, pero que ese es el motivo, no me cabe la menor duda. ¿Han valorado temas de patriotismo o temas morales? No, rotundamente no, su motivación es exclusivamente la de ganar más dinero, ganar más pasta, ganar más sueldo, ganar más incentivos, ganar más beneficios “sociales”, ganar más retribuciones variables, ganar más status, ganar, ganar más y más.

Lo que si han hecho en el interín es aprovechar para lanzar el mensaje de que se van porque hay desgobierno en España e inseguridad jurídica sumándose así al cerco político al que se está sometiendo al gobierno de coalición desde que nació hace ya tres años. Lo hace la empresa y lo hacen los medios de información.

En el trasfondo evidentemente hay algo de eso de la “inseguridad jurídica”, pero de la que entienden estas empresas ya que para ellas la única seguridad jurídica que debiera existir para las grandes corporaciones y sus acaudalados propietarios y dirigentes es la de que les garanticen que les van a dejar en paz y les van a dejar hacer lo que quieran en todo momento incluido el cartelizar concursos, precios, etc.

Al cerco genuinamente político con el mensaje de “gobierno ilegítimo apoyado por los que quieren romper España”, al cerco judicial al no renovar el Consejo General del Poder Judicial, la tramitación de infinitos procedimientos contra PODEMOS  y la “irregular” aplicación de la Ley del Sí es Sí, y al cerco mediático impenitente al que se ha visto sometido desde el minuto uno fundamentalmente por la presencia de UNIDAS PODEMOS en él, amplificando hasta el infinito las diferencias normales en un gobierno de coalición, se une parece ser ahora contra el gobierno el cerco desde el mundo de la empresa con una patronal de los empresarios desmarcándose de todos los acuerdos sociales, subida del Salario Mínimo Interprofesional y reforma del sistema público de pensiones,  poniendo palos en las ruedas de la negociación de convenios colectivos bloqueando las revalorizaciones de los salarios, anunciando recursos al nuevo impuesto sobre beneficios extraordinarios de grandes empresas, detrás del Sabadell y Bankinter, Caixabank también ha anunciado su recurso a este impuesto, y ahora la salida de una gran empresa del país dejando caer que puede ser la primera de muchas lanzando el mensaje de que en España con este gobierno no se pueden hacer negocios y por tanto hay que irse. No deja de ser un ladrillo más en el muro de la involución contra el gobierno de coalición en particular y del progreso democrático y del bienestar de las mayorías en general.

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