La Triple A o Alianza Apostólica Anticomunista, fue uno de los muchos nombres, como el Batallón Vasco Español y los Grupos Armados Españoles, que utilizaron las redes de ultraderecha, en connivencia o al servicio de las cloacas del estado, a la que entre 1977 y 1982 se le atribuyeron ocho víctimas mortales
Por Angelo Nero
En la mañana de un viernes, el 7 de octubre de 1977, un taxi llama la atención de los vecinos de la estación del antiguo ferrocarril minero, conocido popularmente como el Tren Txiki, donde eran transbordado el mineral extraído de las minas de hierro de Plazaola, en Andoáin. El vehículo, un Seat 1500, con matrícula de San Sebastián, llevaba toda la noche con los faros encendidos, y estaba en ralentí, aunque no fue hasta las ocho y media de la mañana que alguien se atrevió a acercarse a indagar. Fue un sacerdote el que descubrió en su interior el cuerpo sin vida del taxista David Salvador Bernardo. Le habían pegado dos tiros en la nuca desde el asiento de atrás, y en el interior del coche se encontraron seis casquillos de bala.
En la hemeroteca de El País, del días siguiente, no aparece ni rastro de la noticia. En la portada se destaca que “Más de cien mil vascos se manifestaron ayer por la autonomía de Euskadi” y también “Dos detenidos en relación con el atentado a El Papus”. En relación a este último titular, destacan que “Las dos personas detenidas inicialmente serían Isidro Carmona y alguien apellidado Macías, y de nombre Manuel o Fernando. El primero podría estar vinculado a los Grupos de Acción Sindicalista (GAS), y el segundo a Cruz Ibérica, todo ello según fuentes periodísticas. Macías tiene veintiséis años, y Carmona, sobre veintiuno.”
En el interior de el diario del grupo PRISA encontramos, ese mismo 8 de octubre de 1977, “Ocho miembros del PSP, heridos por ultraderechistas”, en una escueta nota de prensa: “Ocho miembros del Partido Socialista Popular resultaron, heridos ayer por un grupo de treinta o cuarenta individuos que gritaban Viva Fuerza Nueva y Viva Cristo Rey al tiempo que atacaban con porras y cadenas a los militantes del citado partido en su puesto de venta ambulante en la calle de Goya, junto a El Corte Inglés.La agresión tuvo lugar a las ocho y media de la noche. Tres de los heridos son mujeres. Uno de ellos, el más grave, padece lesiones calificadas de pronóstico reservado y quedó ingresado en el hospital Francisco Franco. En la comisaría de la calle Príncipe de Asturias fue presentada la correspondiente denuncia de los hechos.”
Las primeras hipótesis del asesinato de David Salvador Bernardo, natural de Bilbao, aunque vivía en Hernani, que en el momento de su muerte tenia 45 años, estaba casado y tenía dos hijos, era que el móvil podía haber sido el robo, algo que tuvo que ser rápidamente descartado, ya que el autor, o autores, no se llevaron el dinero ni la documentación. No hay más pistas sobre el crimen para que pueda avanzar la investigación, hasta que la Triple A reivindica la acción, acusando a David de ser un informante de ETA.
La Triple A o Alianza Apostólica Anticomunista, fue uno de los muchos nombres, como el Batallón Vasco Español y los Grupos Armados Españoles, que utilizaron las redes de ultraderecha, en connivencia o al servicio de las cloacas del estado, a la que entre 1977 y 1982 se le atribuyeron ocho víctimas mortales. El 20 de septiembre de ese mismo año, solo un par de semanas antes del asesinato de David, este grupo reivindicaba también el atentado contra la revista satírica El Papus, en el que murió el conserje Juan Peñalver Sandoval y fueron heridas 17 personas más.
Tras la asunción de la autoría del crimen por parte de la Triple A, la investigación languidece, las tramas ocultas entre la ultraderecha y las fuerzas de seguridad del estado, derivaron en que menos de la mitad de sus crímenes llegaran a manos de la justicia, y que de esa mitad, solo el 50% finalizaran con una sentencia condenatoria, con lo que la sospecha de que el estado amparaba este tipo de crímenes, como lo haría después con el GAL, es más que fundada.
En 2019, el ayuntamiento de Andoáin, gobernado por EH Bildu, interpuso una querella judicial por los crímenes cometidos durante el franquismo y la transición contra vecinos de su localidad, una querella que fue secundada por los municipios de Eibar y Bergara. “Son medidas de última hora adoptadas por los gobiernos municipales cesantes, antes de que se formen los nuevos y, aunque muy apurados de tiempo, consideramos que los actos son muy importantes para consolidar la implicación de las instituciones en la lucha contra la impunidad y garantizarla en el futuro”, señaló el colectivo memorialista Goldatu entonces. En la querella del consistorio de Andoáin se denunciaba el caso del asesinato de David Salvador Bernardo, del que, además, nunca se ha podido probar su vinculación con ETA.
El juzgado rechazó la demanda formulada por el ayuntamiento de Andoain, así como los respectivos juzgados hicieron con las demandas de Bergara y Eibar, amparándose en la Ley de Amnistía para no investigar los crímenes de la transición. El muro de la impunidad, uno de los pilares del régimen del 78, sirvió para que tampoco la familia de David Salvador tuviese Verdad, Justicia y Reparación.
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