Aunque al principio del proyecto uno de los puntos de partida principales era el asesino de Santoalla, al final decidí llevármelo más a mi terreno personal y no condicionarme por los aspectos realistas del crimen. Trabajo mucho más cómodo desde la fantasía.
Esta es una historia de luchas destinadas al fracaso, la del obrero contra el compañero, en una competición en la que los dos pierden, la de los sindicatos contra los estudiantes revolucionarios, y la de los sindicatos entre sí.
“Matar a Pinochet” se construye a través de un viaje en automóvil de dos de los comandantes del FPMR, Tamara y Ramiro, que lideraron la Operación siglo XX, donde rememoran la acción armada que tenía como objetivo al dictador chileno.
Ellos siguen siendo soldados más allá de ese reconocimiento que, ya sea material o simbólico, nunca llegará. Creo que eso es en sí mismo bastante anti épico y que, precisamente por la esa razón, los llena de humanidad.
Hollywood lo traga y lo derrite todo, lo asimila todo, ejerce una enorme, incesante e irresistible presión sobre los pueblos de la mayor parte del mundo para que cambien su forma de vida.