Conversando de Armenia con el corazón sobre la mesa (2)

Angelo Nero: En el Genocidio iniciado en 1915, se estima que hubo un millón y medio de víctimas armenias, pero también fueron asesinados cientos de miles de asirios, griegos, yazidís, y otras minorías étnicas. Muchos de estos pueblos encontraron refugio en la República Socialista Soviética de Armenia, y todavía son muchos los que siguen habitando en la actual Hayastán, la República de Armenia, incluso se habla de muchos refugiados sirios que encontraron una tierra de acogida en Nagorno Karabakh. ¿Cómo ha sido la convivencia con estos pueblos que buscaron refugio dentro de las fronteras de Armenia? ¿No es este, en realidad, un ejemplo para una región donde las minorías están siendo continuamente hostigadas, que habría que poner en valor?

Vahe Hambardzumyan: Tanto el Genocidio Armenio como los acontecimientos más recientes de Artsakh e  incluso las persecuciones perpetuadas por las huestes del Estado islámico son parte de un proceso constante y continuado que ya dura varios siglos.

Armenia representa uno de los últimos refugios y un fragmento de un mundo ya casi desaparecido.

Ése mundo, antes de la llegada de las tribus nómadas turcas formaba parte del mosaico del Imperio Bizantino. Y a través de él de las civilizaciones mucho más antiguas, tales como la Asiria, la Aramea, la  Armenia o la Helenística.

Los diferentes gobiernos turcos a lo largo de la historia promovieron una política de discriminación, asimilación y de exterminio de la población autóctona de la región.

Como consecuencia de esas políticas la población cristiana de Oriente Próximo en menos de un siglo pasó de ser de más de 20% a no llegar a 1% en la actualidad.

Los supervivientes de aquel mundo perdido: los asirios, los yazidíes, los rusos molocan,  los griegos pónticos, junto con los armenios occidentales, buscaron refugio en la República de Armenia, bajo la sombra del monte Ararat.

Desgraciadamente la historia se repite y muchos creemos que igual que ahora, hace 100 años sufrimos otro acto de traición por parte de nuestro aliado Rusia, que entregó la mitad de aquella República a Turquía y Azerbaiyán inclusive el monte Ararat y Artsakh.

AN: Algunos políticos del estado se han desplazado a Armenia, dónde han realizado una importante labor de denuncia de la agresión azerí, Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, viajó hasta Stepanakert, donde declaró «Es importante decir que se tiene que prevenir una catástrofe mayor. Se tiene que evitar que se sigan vulnerando derechos humanos. Y que Azerbaiyán y Turquía sigan violando la legislación internacional con el uso de armamento prohibido como son las bombas de racimo y las bombas de fósforo blanco. Se están cometiendo crímenes de guerra, aquí en Artsakh. Y, lamentablemente, la comunidad internacional está mirando hacia otro lado». También el diputado Unidas Podemos y portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez Reino, pidió desde Nagorno Karabarkh “una implicación internacional para un camino pacífico que pusiera fin al conflicto armado”. El parlamento catalán condenó “los ataques de las fuerzas armadas de Azerbaiyán con el apoyo de Turquía contra Artsakh”, y el congreso español, a instancias de Jon Iñarritu, aprobó una propuesta en solidaridad con el pueblo de Artsakh que pide el retorno de los desplazados, la protección de centros culturales y religiosos que pasen al control de Azerbaiyán y el retorno a la mesa de negociaciones bajo los auspicios de la comunidad internacional. El apoyo político y la solidaridad mostrada por las fuerzas soberanistas del estado ha sido incondicional, sin embargo, la postura del gobierno español ha sido bastante comedida, limitándose a una llamada a la resolución pacífica del conflicto. ¿Tendrá que ver la información reciente de que España vendió equipamiento militar a Azerbaiyán el año pasado pese al embargo de la OSCE por valor de más de 63 millones de euros?

VH: Siempre hemos sentido el apoyo y la comprensión de la sociedad española, de la gente común independientemente de su ideología política.

 En nuestro caso particular, en A Coruña, mi ciudad, el apoyo ha sido muy conmovedor e inspirador por parte de todos los partidos a pesar de sus diferencias en muchas otras cuestiones.

Por otra parte para nosotros es incomprensible que Turquía goce de la protección y de patrocinio de los gobiernos europeos a pesar de su política abiertamente hostil hacia Europa.

España aún tiene los sistemas antiaéreos Patriot en Turquía, ¿a quién están protegiendo? ¿Contra quién? 

Es un estado de la OTAN, muy bien, pero hace poco intentó atacar a otro estado de la Alianza Atlántica, estuvieron a punto de comenzar una guerra con Grecia.

Mientras tanto el señor Erdogan, crea redes de organizaciones afines, de corte extremista por todo el continente e incluso los utiliza para anular a la propia oposición turca.

AN: Hace unas semanas nos llegaban las inquietantes declaraciones de Erdogan en Baku, en el desfile de la victoria azerí, en el que participaron 2.783 militares turcos, uno por cada uno de los soldados azerbaiyanos caídos en el guerra de 44 días en Nagorno Karabakhdonde afirmó que “la lucha sigue en otros frentes”, y también que «aquellos que condenaron a Nagorno Karabakh a la destrucción, la muerte y las lágrimas deben recapacitar. Si el pueblo de Armenia extrae la debida lección (…), se abrirá una nueva página de desarrollo en la región». En el mismo acto, el presidente Aliev proclamó que tanto la capital de Armenia, Ereván, como la zona del lago Sevan y la región de Zengezur, al sur del país, también son tierras históricas de Azerbaiyán, una clara amenaza a futuras agresiones turco-azerís. ¿Existe actualmente, alguna potencia, a la vista de que Europa no ha mostrado una postura firme, y de que Rusia ha sido bastante tibia en su respuesta, que pueda frenar esta amenaza panturquista, o incluso, podríamos decir, panturanista?

VH: No creo que las relaciones entre los Estados se muevan por la defensa de los derechos humanos ni por la búsqueda de la justicia. Esas relaciones se guían  por el propio interés de los estados. Cuándo cayó Constantinopla los turcos utilizaron a mercenarios genoveses, húngaros, serbios, que evidentemente tendrían sus motivos monetarios o de otra índole.

Ahora bien una vez sometida aquella ciudad tan importante para la civilización europea sus nuevos amos cerraron para siempre la ruta milenaria del comercio entre el Oriente y el Occidente, la Ruta de la Seda, y anularon toda la resistencia en Europa Oriental llegando hasta Viena.

Eso no benefició ni a Hungría, ni a Italia, ni a Serbia y fue una pérdida irreparable.

Realmente nosotros somos una víctima en el absurdo enfrentamiento entre Oriente y Occidente, en el secular “Gran Juego” que llevan a cabo el mundo anglosajón y Rusia,  que no creo que interese para nada a Europa y desde luego mucho menos a Armenia que se encuentra en el medio de ese ring demoledor de gigantes. Mientras Turquía aprovecha este enfrentamiento, para sus propios interese como lo ha hecho siempre.

Sin embargo la desaparición de Armenia a la larga no va a favorecer a nadie exceptuando a Erdogan con sus planes megalómanos.

AN: Se han contabilizado más de 9000 militares armenios heridos, y 3.400 cuerpos de soldados muertos durante el conflicto ya han sido identificados, aunque todavía hay muchos desaparecidos, se desconoce la cifra exacta de los que permanecen prisioneros en Azerbaiyán, que suma así otra grave violación del derecho internacional, a las ya confirmadas de uso de municiones prohibidas, bombardeo de población civil, utilización de mercenarios yihadistas, violaciones, torturas y ejecuciones. El Gobierno de Armenia ha presentado una demanda contra Azerbaiyán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en relación a los malos tratos a los prisioneros de guerra, a los desplazados de las zonas ocupadas, que fueron obligados a abandonar sus propiedades y a los desaparecidos, civiles y militares, cuya suerte se desconoce. ¿No debería la comunidad internacional, a la que se le llena la boca de buenas intenciones cuando habla de Venezuela o Bielorrusia, alzar la voz sobre las graves violaciones de los derechos humanos que se han producido y se siguen produciendo en Artsakh?

VH: La ayuda tenía que venir cuando la gente estaba muriendo por miles en ambos bandos, y tenía que ser en forma de una respuesta contundente para poder parar el conflicto. Eso sería una buena ayuda.

Ese silencio, ese mirar para otro lado para mí era aterrador. Se estaba librando uno de los mayores conflictos en el suelo europeo desde hace mucho tiempo y el silencio era casi absoluto.

No hace mucho salió a la luz el escándalo llamado «Caviar Gate», una trama de corrupción y de sobornos por parte del gobierno dictatorial de Azerbaiyán a los funcionarios y periodistas europeos.

Los tentáculos de esa «diplomacia de caviar» se extienden tanto al oeste como al este.

Colaborar con agentes externos en detrimento de los propios intereses de tu país te convierte en un traidor.

Desgraciadamente hubo traidores armenios, rusos, o europeos. Porque si colaboras con una dictadura en contra de los intereses europeos eres un traidor a Europa.

AN: El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Artsakh alerta también contra los proyectos panturquistas, especialmente en la ciudad de Shushi, que los azerís conquistaron en la reciente guerra: “El envío de fuerzas neofascistas de ultraderecha a los territorios ocupados de la República de Artsakh, así como el uso de terroristas internacionales durante el período de agresión armada contra Artsakh, son eslabones de la misma cadena de la política expansionista de Turquía hacia Artsakh, el sur del Cáucaso, y, también, a las regiones vecinas”. ¿Crees que el panturquismo, el neo-otomanismo o como queramos denominar al imperialismo turco, tiene su base en una ideología supremacista, que tendríamos que catalogar como extrema derecha?

Los sucesivos gobiernos de Turquía siempre han tenido una estrecha convivencia y colaboración con la extrema derecha turca, entre otros con la organización «Los lobos grises» que no hace mucho fue prohibida en Francia. Esos señores no contentos con propagar el terror en su país dónde practican la caza del cristiano, el aleví, El izquierdista, el judío o el kurdo. Pretenden ahora extender su actividad en el resto de los países europeos.

Y tienen la misma visión hitleriana de la superioridad racial, añoranzas imperiales y el odio al diferente.

No soy capaz de salir de mi asombro cuando me acuerdo cómo durante el reciente conflicto de Nagorno Karabaj centenares de exaltados extremistas turcos salieron a las calles de Marsella en busca del armenio.

AN: Hablábamos alguna vez, incluso, de la vinculación que existe, desde muy antiguo, desde hace miles de años, entre Galiza y Armenia, a través del camino de Santiago…

VH: Los lazos son muy antiguos y muy profundos. Algunas de las primeras referencias de la misión apostólica de Santiago en España y de la Ruta Jacobea se encuentran en las fuentes medievales armenias.

En general la tradición jacobea es un nexo muy importante entre Armenia y Galicia.

Hubo una relación simbólica entre la catedral Armenia de Santiago que se encuentra en Jerusalén y la Catedral de Santiago de Compostela.

Aunque según la tradición católica el cuerpo de Santiago se encuentra en Galicia la tradición Armenia dice que la cabeza del apostól está enterrada en la Catedral de Santiago de Jerusalén. Hubo peregrinaciones en ambas direcciones desde la antigüedad.

La ciudad de A Coruña era uno de los puertos de paso para los barcos de los mercaderes armenios en su camino hacia los Países Bajos.

Hasta Madrid tuvo un rey armenio, Levon V, qué fue rescatado de su cautiverio a manos de los mamelucos por el rey Juan I de España.

Tras la caída de Constantinopla los refugiados armenios se asentaron en la ciudad de Oporto, a dónde llevaron las reliquias del San Pantaleón que se convirtió en el primer patrón de la ciudad.

Una de las funciones más importantes de conocer la historia es no volver a cometer los mismos errores.

Si dejamos caer a Armenia será la segunda caída de Constantinopla,  cerraremos una página de un libro muy antiguo.

Desde siempre Armenia ha sido un puente entre el mundo occidental y el mundo oriental. Al destruir ese puente aumentaremos aún más las trincheras entre esos dos mundos.

Y desgraciadamente estamos dejando en las manos de psicópatas como señor Erdogan, o su variante azerí señor Aliev,  el destino de millones de personas.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.