Conversando de Armenia con el corazón sobre la mesa (1)

Vahe Hambardzumyan llegó a Galicia, donde reside desde hace más de veinte años, motivado por el anterior conflicto territorial entre Azerbaiyán y Armenia, por el control del Nagorno Karabakh. En A Coruña, la ciudad donde vive, estudió arquitectura. Ahora tiene una parte de su corazón en su Armenia de nacimiento, y la otra parte en la Galicia de su adopción. A mí me pasa un poco al revés, ya que nací en Galicia, pero al pisar suelo armenio, esta nación, su cultura y sus gentes, me colonizaron a través de las venas, y desde allí instalaron a Armenia en mi corazón, tanto como para sentir la última agresión azerí como si hubiesen agredido mi propia tierra. A finales de febrero del año 2021, Vahe y yo iniciamos una conversación sobre la actualidad y sobre la historia reciente del país caucásico, esta es la primera entrega:

Angelo Nero: El pasado 25 de febrero, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Armenia exigía la dimisión de Nikol Pashinyan, “El primer ministro de Armenia y el Gobierno ya no son capaces de tomar decisiones adecuadas en esta situación de crisis para los armenios”, alineándose a la reclamación de una oposición que lleva demandando el cese del gobierno desde la capitulación del 10 de noviembre, tras la derrota ante Azerbaiyán, que derivó el importantes pérdidas territoriales y humanas en Artsakh. Pashinyan ha calificado este llamamiento como un intento de golpe de estado. ¿Qué futuro próximo le auguras a este gobierno, muy debilitado por las consecuencias de la guerra?

Vahe Hambardzumyan: Yo no poseo la información de Armenia, no lo sé, puedo verlo a través de la familia, de la prensa, pero yo no poseo la información de primera mano. Lo que estoy viendo es una sociedad muy crispada, muy dividida, y eso no viene de Pashinyan, viene de hace tiempo, como consecuencia de años de corrupción. No quiero tomar partido. En la gente veo la incapacidad de emprender un diálogo, de tratar de entender al otro, y para mí, tomar partido por unos o por otros, desde mi óptica, como armenio en esas circunstancias, lo veo insultante.

Armenia es un país muy pequeño con una historia muy grande. El legado que tenemos, el que hemos heredado, es enorme. Lo que hemos perdido, ahora, en Nagorno Karabakh, es de un valor incalculable para cualquier país. Es una cultura que se va a borrar, nos van a dejar sin nada.

Una vez que concluyan con las limpiezas étnicas, destruirán todo el patrimonio histórico y artístico relacionado con Armenia, con el objetivo de reescribir la historia, ya han iniciado el proceso. Estamos hablando de monumentos de cientos y miles de años de antigüedad. Es su forma de actuar, es su proceder, lo hacen en todos los lados. Los errores que se pueden permitir otros países, nosotros no nos lo podemos permitir. Rusia, por ejemplo, o Alemania estuvieron al borde del colapso, varias veces, y están ahí. Pero nuestra derrota supone nuestra desaparición y el exterminio.

AN: La resolución del conflicto ha dejado al gobierno armenio y a su primer ministro Nikol Pashinyan, en un precario equilibrio, e incluso se habla de un complot en su contra de los sectores más inmovilistas de la política armenia, más vinculados a Moscú, y que se hicieron notar en las horas posteriores a la firma del acuerdo, ocupando el parlamento exigiendo su renuncia. ¿Crees que Rusia está detrás de los movimientos en contra de Pashinyan, y que pudo haber esperado, como dicen muchos analistas, a intervenir en el conflicto, para volver a tener un papel protagonista en Armenia?

VH: Evidentemente siempre podemos buscar un culpable y además en nuestro caso es fácil, porque nuestros contrarios son tan poderosos y nuestro país es tan pequeño que lo raro es que existamos. Pero creo que tendríamos que responsabilizarnos, y hacernos cargo de nosotros mismos, y no mirar si son los rusos, los turcos, los persas… los rusos tienen sus intereses, los turcos tienen los suyos, y a ninguno de ellos les interesa que existamos como tales. Se aprovecharán de nosotros para sus propios intereses a medio o incluso a corto plazo.

AN: En Europa crece la preocupación por los ataques yihadistas, que ocupan las portadas de los periódicos y las cabeceras de los telediarios, y sin embargo parece que les importa menos los grupos terroristas de este signo que Turquía –y son muchas las evidencias que hay sobre ello- que utilizando en Libia, Irak, Siria, y recientemente también en Artsakh. ¿No debería estar Europa alertada por el avance de estos grupos financiados por Turquía, cuyos miembros pueden estar mañana atentando en las capitales europeas?

VH: ¿Sabes qué pasa? Nosotros tendemos a mirar desde la óptica europea, como un enfrentamiento con el mundo musulmán, pero lo cierto es que no lo es.

La Turquía de Erdogan ya ha atacado y llenado de sufrimiento y destrucción  muchos países musulmanes. No es un problema solo para Europa, participó activamente en la destrucción y la ocupación de partes de Siria, de Irak, Libia… Amenaza constantemente a Grecia e incluso a Israel donde ya le consideran mayor amenaza que Irán.

El neo imperialismo turco ha heredado las tácticas del imperio otomano, de exterminio, de matanzas, incluso de esclavitud. Esa política turca no es solo un peligro para los países europeos, donde apoyan y financian a los grupos extremistas, pero también para el mundo árabe, Rusia, Irán incluso China. Han optado por la confrontación, utilizando tanto la fuerza bruta: la militar, los atentados, el uso de los yihadistas, como la fuerza blanda, usando la religión, los medios de comunicación, la propaganda, el soborno de los políticos y los periodistas. Todo vale para el renacer del imperio y la conquista de nuevos territorios. 

AN: La comunidad armenia en Galicia no es muy numerosa, sin embargo, como ha sucedido en otros puntos del estado español, ha sido muy activa desde el principio de la agresión azerí a la República de Artsakh, intentando visibilizar un conflicto que no ha tenido demasiada cobertura en los medios, o, por lo menos no se le ha prestado toda la atención que merecía. Muchos armenios nos comentaban que ha sido muy difícil seguir la evolución de la guerra desde tan lejos, que el papel de los medios informativos gallegos y españoles a la hora de informar y opinar sobre Nagorno Karabakh ha dejado mucho que desear. ¿Crees que esta información ha podido estar viciada por los lazos económicos y militares que España tiene con Turquía?

VH: El papel de los medios durante la guerra me pareció vergonzoso. Vivir en el siglo 21 y ver cómo están quemando a la gente con armas químicas, con fósforo, que estén cortando cabezas, que estén sacando los ojos en directo, y publicándolo en Facebook, que hicieran todas las barbaridades que vimos, los fusilamientos, poner a diez chavales en fila y fusilarlos, y después publicar las fotos, y que los medios no digan nada, por más que estén vendidos. La prostitución es una de las profesiones más antiguas, y consiste en vender parte de su dignidad, bueno, la dignidad no, porqué está dentro de uno mismo, pero si la dignidad percibida por la sociedad.

Si tú como periodista cedes parte de esa dignidad, a cambio de dinero, es una forma de prostitución. Ante todo tienes que cumplir con tu profesión y contigo mismo, y el que está dispuesto a venderse…

Yo entiendo que lo correcto es presentar a las dos partes, entiendo que el pueblo azerí también ha sufrido por la guerra, y es lo suyo informar de esa parte, ahora bien, hay que hacerlo con honestidad y con dignidad.

AN: Hemos visto con preocupación la destrucción de infraestructuras y la pérdida de vidas humanas en Artsakh, donde Azerbaiyán ha estado apoyada militarmente, por lo que sabemos, no solo por Turquía, sino también por Israel, pero también por la resolución del conflicto, con una firma de alto de un “doloroso acuerdo”, como lo definió el primer ministro Nikol Pashinyan, entre Armenia, Rusia y Azerbaiyán, donde se obliga a la República de Artsakh a hacer grandes concesiones territoriales que hacen peligrar, incluso, la continuidad de la este estado “de facto” existente desde 1992. Parece que un oscuro futuro le espera a la población armenia de Artsakh, tanto en las zonas ahora ocupadas por Azerbaiyán como a las que están todavía bajo mandato armenio.Y además parece que las tropas rusas ofrecen poca garantía para la población armenia que ha decidido permanecer en sus tierras.

VH: Si, somos conscientes del peligro, ya hubo maniobras militares turco-azeríes en la frontera con Armenia no lejos de Ereván, y ellos no van a parar, tienen la idea del Gran Turan, y no se van a detener. ¿Quién los va a parar? El ejército está en estado de shock, el gobierno no se sabe lo que está haciendo, ¿Quién los va a parar? ¿Los rusos? Las tropas rusas no son garantía de nada, no respondieron como aliados, cuando fue atacado el territorio armenio, cuando derribaron su helicóptero cerca de la frontera con Azerbaiyán no dijeron nada, cuando los turcos, en la frontera siria, derribaron su avión, se limitaron a prohibir la venta de tomates turcos en Rusia. Las tropas rusas demuestran que el estado ruso pasa por un momento de debilidad. Y los turcos, lo que están haciendo, es tantear, atacan por aquí, invaden por allá, si hay cierto rechazo, pasan para otro lado, y por ahora no han visto ninguna resistencia sería. Todo lo que han intentado, lo han conseguido. Y lo están haciendo francamente bien. Pero no es solamente Armenia, ves a los kurdos, a los yazidís, y ¿alguien dice algo? Nadie. Las niñas yazidís que secuestró el Estado Islámico, todo el mundo dice, muy mal… pero, ¿quién les estaba financiando? ¿Por dónde vendía el petróleo el Estado Islámico? Por Turquía. Mercados  de esclavos, de niñas, y ¿Qué hizo Europa? Es una vergüenza.

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