En un comunicado publicado este 20 de marzo, el Polo de Renacimiento Comunista en Francia (PRCF) hace un llamamiento a mantener la movilización en las calles para lograr la retirada de la reforma de las pensiones que aumenta la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
Por Redacción NR
La organización política califica como «texto ilegítimo y regresivo» la ley y denuncia que se aprobó mediante una votación «patética» y «no representativa del pueblo».
Los comunistas franceses consideran que la reforma de las pensiones ha sido «legalizada» pero no «legitimada», en referencia a la amplia oposición que tiene esta legislación entre la clase trabajadora del país.
Según el PRCF, esto es una demostración de la deriva del sistema democrático-burgués, cada vez «menos democrático y más oligárquico» y dependiente de los dictados de Bruselas.
Critican que hablen de «valores europeos» mientras destinan gastos millonarios para enviar armamento a Kiev al mismo tiempo que imponen medidas anti-obreras en el país.
El partido comunista asegura en su comunicado que «cada vez escuchamos más referencias a 1789» y que «vuelve a escucharse en las calles la palabra Revolución». En este contexto, apunta la formación, «frente a la represión policial, la clase obrera de las refinerías, basuras, muelles y ferrocarriles, es la vanguardia combativa y lúcida de los bloqueos y ocupaciones de sitios mientras renace y desarrolla en el país el sindicalismo de clase».
En el plano político, el PRCF considera que «hay que sacar cuanto antes a Francia del euro, de la Unión Europea y de la OTAN» en el marco de «una ruptura revolucionaria con el capitalismo y una marcha hacia el socialismo-comunismo de nueva generación».
Para ello, apelan a la unidad de «comunistas de verdad, sindicalistas de clase, patriotas republicanos y antifascistas que aspiran a una contraofensiva revolucionaria en Francia».
Los comunistas franceses abogan por un paquete de medidas urgentes para atajar la crisis actual entre las que se encuentran, por ejemplo, la nacionalización de sectores clave de la economía como los bancos, el sector energético, el transporte, los aeropuertos, las carreteras o las telecomunicaciones; detener el envío de armamento a Ucrania y salir de la OTAN; reafirmar la primacía absoluta de las leyes nacionales sobre las directivas europeas; o iniciar un proceso constituyente para redactar una Nueva Constitución soberana y libre de la tutela de la UE.
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