
Los organizadores hacen un llamamiento a la ciudadanía para defender el Delta del Llobregat y rechazar un modelo económico basado en el turismo masivo y el aumento de emisiones contaminantes.
Por Redacción NR | 12/06/2025
El próximo 14 de junio, la plaza de la Vila de El Prat de Llobregat será el escenario de una manifestación convocada por colectivos ecologistas, vecinales y sociales en respuesta al reciente anuncio de la Generalitat de Catalunya y el respaldo del Ayuntamiento sobre la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. Esta protesta, liderada por la plataforma Ni un Pam de Terra y apoyada por entidades como Zeroport y Xarxa per la Justícia Climàtica, busca rechazar un proyecto que, según los organizadores, supone una amenaza para el medio ambiente, la salud y el modelo económico sostenible de la zona.
El anuncio de la ampliación del aeropuerto, impulsado por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha reavivado un debate que lleva años generando tensiones en Catalunya. La propuesta incluye alargar 500 metros la pista más cercana al mar para permitir la operación de vuelos intercontinentales, con el objetivo de convertir el aeropuerto en un hub internacional. Según Illa, el proyecto no solo potenciará la economía catalana, sino que también incluirá medidas compensatorias para mitigar el impacto ambiental, como la creación de un fondo para preservar el Delta del Llobregat.
Sin embargo, la iniciativa ha desatado una fuerte oposición, especialmente en El Prat de Llobregat, municipio donde se ubica el aeropuerto, y entre colectivos ecologistas que denuncian la afectación a la laguna de La Ricarda, un espacio protegido por la red Natura 2000. La alcaldesa de El Prat, Ana Bou, ha criticado duramente la falta de consenso con los municipios afectados, calificando el proyecto como un ‘atropello’ al territorio.
La manifestación del 14 de junio, convocada a las 12:00 en la plaza de la Vila, espera reunir a miles de personas bajo el lema ‘No a la ampliación del aeropuerto’. Los organizadores han hecho un llamamiento a la ciudadanía para defender el Delta del Llobregat y rechazar un modelo económico basado en el turismo masivo y el aumento de emisiones contaminantes. La protesta promete ser un reflejo de la movilización de 2021, cuando miles de personas se manifestaron contra una propuesta similar que finalmente fue paralizada.
Entre las principales demandas de los manifestantes se encuentran:
Paralización definitiva de la ampliación: Los colectivos exigen que se descarte cualquier proyecto que afecte a La Ricarda y al Delta del Llobregat, argumentando que contraviene los objetivos climáticos de Catalunya y las normativas europeas.
Modelo de movilidad sostenible: Proponen priorizar el ferrocarril frente a la aviación, eliminando vuelos de corta distancia con alternativas en tren y potenciando aeropuertos como los de Girona y Reus.
Protección del Delta: La preservación de los humedales y la agricultura local, como la emblemática alcachofa del Prat, es una prioridad para los manifestantes, que ven en la ampliación una amenaza al patrimonio natural y cultural.
El proyecto ha generado fracturas tanto en el ámbito político como en el social. Mientras el PSC, liderado por Illa y respaldado por el Ayuntamiento de Gavà, defiende la ampliación como una oportunidad para la economía catalana, partidos como la CUP y En Comú Podem, junto con la alcaldesa de El Prat, se han posicionado en contra. La CUP ha calificado la propuesta como un ‘atentado ecológico’ y ha criticado la falta de transparencia en las negociaciones. Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha pedido más diálogo con los municipios afectados, aunque no ha rechazado abiertamente el proyecto.
En el frente social, la manifestación cuenta con el apoyo de más de 300 entidades, desde asociaciones ecologistas históricas como Ecologistas en Acción hasta movimientos vecinales y sindicatos agrarios como Unió de Pagesos. La protesta también aglutina reivindicaciones más amplias, como la lucha contra la turistificación, la precariedad laboral y los proyectos urbanísticos que amenazan otros espacios naturales de Catalunya.
Uno de los puntos más controvertidos es el impacto de la ampliación en La Ricarda, un humedal de alto valor ecológico donde anidan aves protegidas. La Comisión Europea ya ha advertido en el pasado que cualquier proyecto que afecte a este espacio debe cumplir con estrictas medidas compensatorias, y la Generalitat ha encargado a una consultora internacional la elaboración de un plan para mitigar los daños. Sin embargo, los ecologistas consideran insuficientes estas medidas y denuncian que el aumento de vuelos incrementará las emisiones de CO2, contradiciendo los compromisos climáticos.
Además, los municipios cercanos, como Castelldefels, han expresado su preocupación por el impacto acústico y la contaminación, aunque Gavà ha respaldado la propuesta al considerar que reducirá el ruido en su área.
La manifestación del 14 de junio busca presionar a las administraciones. En 2021, la presión ciudadana fue clave para paralizar una propuesta similar, y los organizadores esperan repetir este éxito. La protesta del 14J en El Prat de Llobregat se perfila como un punto de inflexión en la lucha contra la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. Los colectivos convocantes buscan visibilizar la oposición a un proyecto que consideran insostenible y antidemocrático.
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