Ese silencio da alas a todos los tenderos de la comunicación para esparcir bulos. Pero también es verdad que cabe hacerse la pregunta de porqué tener que justificarse ante la calumnia y el embuste.
Con la liberación de Pablo González, el Gobierno polaco se ha quitado una patata caliente, porque el tiempo avanzaba y en ningún momento se vislumbraba que presentaran alguna prueba.
Desde NR hemos seguido recabando las primeras impresiones sobre la liberación de Pablo González desde el mundo del periodismo alternativo, y también hemos querido contar con el testimonio de sus allegados.
Hemos querido recabar una primera impresión entre compañeros de profesión de Pablo, muchos no han querido manifestarse, pero entre los que si han querido dar su opinión, vamos a intentar mostrar el sentir de un periodismo que tendría mucho que decir sobre el caso.
Pablo González, ha sido liberado, después de hace más de dos años, 29 meses para ser exactos, de prisión preventiva, un largo periodo de cautiverio agravado por un régimen de incomunicación.
Las organizaciones quieren que el Ejecutivo español haga “todo menos permitir que un periodista, Pablo González, sea la víctima involuntaria del complicado, belicoso y convulso escenario internacional”.
hay que pelear por que pongan fecha de juicio, pero no está en manos de los abogados, tiene que intervenir alguna instancia superior que haga presión sobre el Gobierno de Polonia, que le diga que aunque en Polonia no haya limite legal es incompatible con la legislación europea.