
Victoriano Crémer en el recuerdo
Nos habían colocado contra una de las tapias del patio, uno al lado del otro, formando un friso de silenciosos fantasmas, de acongojados pre-muertos. (…) Y sonó la descarga… Y fue entonces, en esa rapidísima porción de tiempo, que no es ni tiempo siquiera, desde que sonó la explosión de los fusiles hasta la muerte prevista, cuando se me proyectó la estampa completa, agitada, de mi vida (…) La tragicomedia había terminado. Nos volvían a las celdas como resucitados…